- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – AC
- Autor acción – Vicente Arenas
- Fecha – 15/02/2015
Fiel a sus principios de crear modelos basados en estéticas de las motos de hace 50 años, la francesa Mash resucita el concepto Scrambler de moto todo-terreno “retro”, tan de moda hoy en día, con gran fidelidad de detalles, a un precio asequible y adaptada a la convalidación con un motor de origen Suzuki en 125 cc.
Al principio de la década de los sesenta no existía tanta diversificación en las diferentes especialidades de la moto como hoy en día. De hecho, las primeras motos de “offroad” no eran sino adaptaciones artesanales de modelos de carretera con ruedas de “tacos”, escape elevado por un lateral para no abollarlo con las piedras, manillar ancho con barra de refuerzo central y suspensión delantera protegida de la suciedad con fuelles cubriendo las barras de las horquillas. Así, más o menos, surgía el concepto Scrambler en USA para participar en carreras por el desierto. Pronto, marcas como Triumph atendían a esa demanda del mercado y surgían modelos como la TR6c, la “abuela” de las motos de trail actuales.
Los franceses de Mash han querido rendir un homenaje a aquellas primeras Scrambler, y en particular a la Triumph TR6c, con la que ésta Mash Scrambler 125 guarda una gran similitud. Como el concepto original de las Scrambler era partir de un modelo de carretera, Mash también lo hace compartiendo muchos de los componentes con sus hermanas Seventy-Five o Café Racer, por ejemplo. De hecho, la Mash Scrambler emplea el mismo bastidor de simple cuna interrumpida y el mismo motor de origen Suzuki refrigerado por aire con carburador, motor de arranque (sin pedal) y cambio de cinco velocidades producido por la marca china Qingqi, al igual que el resto del vehículo bajo instrucciones de Mash. Las diferencias empiezan por el calzado, ya que la Scrambler emplea llantas de 18 y 16 pulgadas, al igual que la Seventy, pero con neumáticos mixtos (asfalto-offroad). También con este modelo comparte las suspensiones (horquilla de eje centrado pero cubriendo las barras con fuelles de goma, y sencillos amortiguadores hidráulicos con precarga detrás) e incluso los frenos: disco delantero de 220 mm y tambor posterior. Puestos a ser puristas, el disco de freno apareció cronológicamente más tarde (década de los ochenta) pero haremos la “vista gorda” por la seguridad y potencia que aporta. Igualmente el depósito de chapa con 14 litros de capacidad y el asiento plano con el ribete blanco uniendo las costuras también los hemos visto en otros modelos de la marca, así como el reloj velocímetro con el indicador digital de la marcha engranada (otro guiño a la modernidad), mandos y caja del filtro de aire.
Las principal diferencia se encuentra en el escape que discurre como mandan los cánones “Scrambler” por un lateral (en este caso el derecho), la placa portanúmeros con el dorsal 71 (cada Mash hace mención a un número de la década de los setenta) que por el lado izquierdo va integrado en la tapa lateral izquierda, el manillar ancho con barra de refuerzo central, el faro que incorpora una rejilla de protección, y los guardabarros cromados.
Como novedad, la Scrambler incorpora pata de cabra con cortacorrientes, un detalle que no lo habíamos visto en sus otras hermanas y que se irá añadiendo a toda la gama. Siempre que la pata de cabra esté extendida y no se accione la maneta de embrague, el motor no se podrá poner en marcha, pero no se ha dispuesto la excepción de que esté en punto muerto con la pata extendida, fundamental para permitir que se vaya calentando el motor mientras nos ponemos los guantes y el casco.
A bordo
Por bajito que seas, llegarás perfectamente al suelo con las dos plantas de los pies sentado en la Scrambler. Ocurría lo mismo con las otras Mash que han pasado por la sección de Pruebas de Moto125.cc y con más motivo cuando la llanta trasera es de 16 pulgadas en lugar de las de 17 de sus hermanas. Lo bueno es que no hay sensación de ir encogido cuando apoyas los pies en las estriberas, al menos para tallas normales.
El motor es otro de los cambios 2.0 que se introduce en la gama Mash. Sigue siendo una mecánica de origen Suzuki (en su tiempo Qingqi fue filial de la marca) idéntica exteriormente a las que emplean otras Mash, pero que cuenta con un buen equilibrado para no producir las vibraciones que criticábamos en la Café Racer y Seventy-Five Vintage. El funcionamiento es, por tanto, muy suave enlazando las marchas con precisión y con mucha elasticidad, sobre todo en ciudad, para manejarte sin tener que estar tan pendiente del cambio.
Las ruedas mixtas identifican a la Scrambler como una moto trail que puede desplazarse tanto por asfalto como fuera de él. Pero lo cierto es que donde mejor se maneja es en territorio urbano, demostrando una gran agilidad para colarse entre los coches en hora punta. El límite lo pone su ancho manillar de campo que se hace todavía más ancho por los contrapesos.
Si la vas a utilizar por campo, no debes exigir demasiado a la Scrambler. Muévete por caminos fáciles (nada de enduro) y disfruta del paisaje.
Línea de tierra
Esos neumáticos mixtos en 18 y 16 pulgadas (más diámetro en la rueda delantera como moto campera que también es) viene firmados por Yuanxing. A pesar de lo desconocida que es esta marca, lo cierto es que cumplen sin exigirles demasiado en asfalto y campo; incluso hasta no lo hacen mal en asfalto mojado.
Las suspensiones también hacen un papel de aprobado alto, suficiente para emplear la Scrambler sin ninguna pretensión deportiva. La delantera se confía a una horquilla normalita con barras de 35 mm que absorbe correctamente las irregularidades (incluso por campo), mientras que se recomienda poner los amortiguadores traseros en la precarga más dura para que no resulten demasiado blandos.
En cuanto a los frenos, Mash debería mejorar en este apartado. El delantero está confiado a un disco de 220 mm mordido por una pinza de simple pistón con latiguillo de goma, que te detiene si no le exiges pero al que le falta el mordiente final. Quizá con cambiar algún componente (pinza de doble pistón, mayor diámetro de disco o latiguillo de trenzado metálico) se consiga acercar a ese objetivo. Tampoco deberás esperar mucho del tambor trasero; Mash no declara diámetro pero debe andar por los 110 mm lo que viene a ser muy justo para una moto que desarrolla casi los 100 km/h reales de velocidad máxima. A eso añade que tendrás que estar pendiente de su tensión, y que su tensor de cabeza hexagonal no lo pone cómodo para hacerlo a mano.
En compañía
La Mash Scrambler es una moto de dimensiones compactas sobre la que se conduce cómodo. Pero a la hora de recibir un pasajero comienzan los problemas de habitabilidad ya que su asiento se queda justo para acoger dos personas. Lo bueno es que resulta fácil acomodarse dada la baja altura del asiento, con los pies descansando sobre unas estriberas que se encuentran en la posición correcta y recubiertas de goma para filtrar las ya de por sí escasas que emite su grupo propulsor. Incluso dispone de una asidera central trasera donde agarrarse. Lo malo es que el espumado del asiento cede en su parte posterior y esto hace que hace que nuestro acompañante se deslice hacia atrás si no se sujeta bien. No hay ningún problema con la placa portanúmeros derecha, así como el silenciador de escape; de hecho, pasarán desapercibidos por nuestro acompañante.
Con lupa
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El detallazo
Sin lugar a dudas, lo más significativo de la Scrambler es su tubo de escape que circula por el lateral derecho a la antigua usanza. Estarás de acuerdo que ese lateral derecho es el más fotogénico de la moto y el que concentra más personalidad, sobre todo con el añadido de la placa elíptica derecha con el número 71. El escape emite un petardeo que recuerda mucho a las trail monocilíndricas de media cilindrada.
El nuevo escape ha obligado a rediseñar la tapa lateral derecha que esconde la batería con parte de ella en material metálico para soportar mejor el calor. El conductor nota ligeramente su presencia cuando pone el pie derecho en tierra tanto por el abultamiento como por el calor, aunque nunca llega a quemar gracias al protector metálico. El silenciador posterior es desmontable e incluye en su interior el catalizador con protector de calor independiente por el exterior.
Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
Aceleración 0-50 m | 4,66 s (56,2 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 7,50 s (69,3 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 20,21 s (94,6 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 42,35 s (98,0 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | NO LLEGA |
Velocidad máxima | 98,8 km/h |
Consumo | 3,92 l/100 km |
Autonomía | 357 km |
Peso total lleno | 117,2 kg |
Reparto tren delantero | 45,3% |
Reparto tren trasero | 54,7% |
Estética conseguida Motor suave y elástico Agilidad urbana |
Asiento pasajero Freno de tambor trasero Estriberas sin muelle de retorno |
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes
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Rivales directos | Beta Alp 125 Beta Urban 125 Gas Gas TXT Randonnè Hyosung RT 125 Karion |
Kawasaki KLX 125 Rieju Tango 125 Sherco XY 125 Suzuki Van Van 125 |