- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – AC
- Autor acción – Carlos de la Cuadra
- Fecha – 02/06/2015
Digno heredero de llevar el apellido Max, el scooter polivalente de Yamaha es un buen ejemplo de dar mucho por poco. De hecho, por 2.849 € el N-Max es generoso aportando buen funcionamiento y tecnología: motor de inyección refrigerado por agua con culata de cuatro válvulas, distribución variable VVA, faro Full LED, frenos de disco en ambos ejes y sistema ABS Bosch de novena generación.
El apellido Max lo reserva Yamaha para sus modelos Top. Ahí está el megascooter T-Max, o la potente V-Max, sin olvidarnos del scooter GT X-Max. Y no es para menos ya que el N-Max supone lo máximo en scooters urbanos permitiendo incluso alguna escapada por carretera. Tiene todo lo que se le puede pedir a un scooter para ser utilizado en el día a día: capacidad de carga para un casco integral y algo más, cómodo, ágil, enérgico para salir el primero de los semáforos y con frenos ABS. Su imagen es atractiva y es hasta barato para todo lo que da situando su precio por debajo de la barrera de los 3.000 euros.
En los mercados asiáticos esta nueva fórmula de Yamaha arrasa literalmente (el N-Max nos llega de Indonesia) y se ha convertido en la peor pesadilla del PCX de Honda con el que tiene muchos puntos en común aunque por las ventajas de ser el último, la marca de los diapasones ha tenido tiempo de analizar a su competidor y ofrecer una perspectiva diferente de vehículo utilitario.
Para empezar la tecnología que aporta el propulsor Blue Core. La mecánica se basa en la que se emplea en el X-Enter y Majesty S, de hecho comparte la transmisión por variador y la alimentación por inyección (con sus lógicos ajustes), las mismas dimensiones de diámetro por carrera (52×58,7 mm) y recurre a la refrigeración líquida con el radiador adosado por el lado derecho del motor con culata de cuatro válvulas.
Pero hay muchos más detalles que le diferencian como la disposición “offset” del cilindro para aprovechar mejor el instante de máxima energía de la combustión reduciendo fricciones, rodamientos en los apoyos de balancines, alternador ACM con menos inercias, efecto “Tumble Flow” para llenar uniformemente el cilindro en la admisión, termostato con válvula de baipás y, lo mejor para el final, sistema de distribución variable VVA que combina dos tipos de motor en uno solo. De este sistema le dedicaremos más atención en el apartado El detallazo. Todo ello está destinado a ofrecer un scooter potente y que, al mismo tiempo, ofrezca un consumo reducidísimo como hemos podido verificar con 3,10 litros/100 km “dando caña”.
Pero aún hay más. En ese derroche de tecnología no podría faltar el faro Full LED del que muy pocos scooters pueden presumir (aunque después nos encontremos con bombillas incandescentes para el piloto posterior y los intermitentes) y el sistema antibloqueo de frenos ABS, un detalle que se suele “recortar” para no encarecer el precio del producto y que en el N-Max viene de serie: no se puede optar a una versión más económica con frenos convencionales o combinados como se impondrá el año que viene. Es más en ese anti-recorte, sorprende que no se escatime en gastos y se recurra a la novena generación del fabricante alemán Bosch.
A bordo
Sentado sobre el N-Max se notan sus dimensiones compactas por lo fácil que es apoyarse en el suelo con los dos pies. Prácticamente nadie podrá quejarse de los 765 mm de altura de su asiento. Y lo mejor es que tampoco los más altos tendrán problemas de habitabilidad. Ni siquiera resulta incómodo pasar un pie por encima del travesaño central para acomodarse; su altura es relativamente baja si lo comparamos con el que se suele emplear en los scooters Gran Turismo y eso permitirá su uso por parte del sexo femenino incluso vistiendo falda.
Iniciando la marcha y subiendo los pies en las plataformas horizontales notas que el punto de inflexión donde comienza su inclinación está justo a la altura de los dedos y eso hace que no se apoye plano sino con una ligera comba a no ser que los desplaces ligeramente hacia atrás. Nada molesto. También se puede adoptar la postura más relajada e indicada para salir por carretera con las piernas estiradas y los pies en las plataformas inclinadas.
El escudo es algo estrecho y para esconder las piernas los días de lluvia hay que juntar las rodillas. Nuestra unidad de pruebas montaba el parabrisas alto que se ve en las fotos; la protección que ofrece es bastante buena, y aunque no lo pudimos comprobar, sospechamos que el pequeño parabrisas original no ofrece ninguna protección.
Su motor Blue Core funciona muy bien mostrando una gran alegría en todo momento con una capacidad asombrosa para recuperarse con un simple golpe de gas. Seguro que tiene mucha culpa el sistema de distribución variable VVA. Si a esto le añades la gran agilidad que muestra la parte ciclo deducirás enseguida que el N-Max es muy divertido de usar en los recorridos urbanos.
Línea de tierra
En ese carácter deportivo, han sido muy bien escogidos los neumáticos del N-Max. Para empezar la llanta de 13 pulgadas funciona muy bien en ese punto medio ideal manejabilidad urbana y estabilidad para carretera, y aun mejor, disponer de generosa anchura en ambas cubiertas (110 y 130 mm de sección con un 70% de ovalicidad) para conseguir más superficie de contacto con el firme frente a los estrechas cubiertas de su competencia que parece ir de puntillas. Además de las medidas, Yamaha también ha acertado con el modelo de gomas: unos Dunlop Scooter Smart que van francamente bien tanto en seco como en mojado.
Por frenos, el N-Max saca pecho simplemente por el hecho de disponer de discos de freno en ambos ejes y con la misma medida de 220 mm de diámetro, pero como comentamos desde el principio, encima lo borda con un sistema ABS incluido de serie. Se trata de un Bosch compacto de novena generación, un modelo que nos es más que familiar de haberlo probado en otros scooters pero que en el N-Max de pruebas mostraba un minúsculo retardo en la reacción cuando empezaba a actuar en el tren posterior. Por experiencia, preferimos hablar de un fallo en la unidad de pruebas después de nuestra experiencia con este modulador. Lo verificaremos de nuevo en una próxima prueba comparativa.
El tarado de las suspensiones es tirando a duro y especialmente en el tren posterior sin posibilidad de ablandarlas al carecer de ajuste de precarga de muelle. Se recuperan de forma seca y eso las convierte en incómodas sobre el irregular asfaltado (o adoquinado) de las ciudades.
En compañía
Que no te engañen sus dimensiones compactas porque el asiento del N-Max es lo suficientemente largo para acoger dos plazas sin apreturas y con mullido cómodo. Resulta fácil acomodarse dada la baja altura, disponiendo de estriberas desplegables para que nuestro compañero apoye los pies y una asidera de fundición, que bordea el asiento de atrás, para agarrarse. El peso extra del pasajero tampoco va a ser problema para el enérgico motor.
Con lupa
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El detallazo
Una de las tecnologías que más nos han gustado del motor del N-Max es el sistema de distribución variable VVA (Variable Valve Actuation) que se emplea por primera vez en un scooter. En el mundo de la moto de gran cilindrada ya hemos visto este tipo de sistemas en el VTEC de Honda, por ejemplo, aunque en este caso se complica un poco más al afectar la distribución variable también a las válvulas de escape. La idea es combinar en un solo motor los comportamientos de dos diferentes: uno con mucho empuje o par motor a bajas revoluciones y otro que estira más y da más potencia en regímenes altos. Esos dos comportamientos diferentes se consiguen dando una determinada distribución mediante la posición de la leva (del árbol de levas) que abre o cierra las 2 válvulas de admisión. En el VVA hay dos levas de admisión (que se corresponden con dos distribuciones diferentes) y un servo o motor eléctrico que desplaza el apoyo del balancín apoyando en una u otra válvula dependiendo de si el motor funciona a menos de 6.000 rpm o supera este régimen. En la práctica, el motor del N-Max se comporta como un motor muy lleno a cualquier régimen y ese cambio de distribución es tan suave que pasa completamente desapercibido.
Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
Aceleración 0-50 m | 4,80 s (54,3 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 7,74 s (67,5 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 20,55 s (94,3 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 42,28 s (101,5 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | 30,16 s (661 m) |
Velocidad máxima | 103,1 km/h |
Consumo | 3,10 l/100 km |
Autonomía | 213 km |
Peso total lleno | 131,9 kg |
Reparto tren delantero | 41,2% |
Reparto tren trasero | 58,8% |
Motor Comportamiento Frenos ABS |
Piloto e intermitentes sin LED Guantera sin protección Suspensión dura |
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes
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Rivales directos | Daelim S1 125 FI Daelim Steezer 125 Daelim Steezer S 125 Gilera Runner ST 125 Honda PCX 125 |
Keeway CityBlade 125 Peugeot CityStar 125 Sym Joyride 125 Evo Yamaha Majesty S 125 |