- Autor del texto – Antonio Cuadra (Enviado Especial)
- Autor de fotos – Vins Motors
- Fecha – 22/11/2015
Con el Euro4 a la vuelta de la esquina, todo el mundo duda de si habrá algún motor de 2T que sea capaz de soportarlo en un vehículo de calle. Lejos quedaron los intentos en ciclomotores y motos de agua de perpetuar al potente motor de dos carreras con la inyección directa, pero ya pasó a la historia. Los pocos 2T que quedan en la actualidad son de algunos modelos de enduro y cross de competición y, por supuesto, la Vespa PX que sigue impasible y que ahora se vuelve a poner de actualidad con la versión del 70º aniversario que también hemos visto en el EICMA.
En esta situación sorprende que un grupo de jóvenes ingenieros, Vins Motors, hayan tomado la iniciativa de resucitar al motor de dos tiempos en un proyecto de moto de calle deportiva, la Powerlight, en las cilindradas de 100 y 250 cc, que cumple los futuros niveles de emisiones y que rebosa en tecnología y, sobre todo, potencia.
El motor que nos interesa, el de 100 cc, es un bicilíndrico en “V” denominado Tandem V-Twin, con ejes de equilibrado e inyección directa gestionada electrónicamente. La admisión por láminas se localiza justo en el centro de la “V” entre los dos cilindros refrigerados por agua de 50 cc. Con esta disposición los escapes (tubarros) son rectos (sin codos) e incluyen en su interior sus respectivos catalizadores. Todo ello va acompañado por una caja de cambios de 6 velocidades.
En lo que respecta al bastidor, se emplea un ligerísimo monocasco construido en fibra de carbono en el que se busca la mejor penetración aerodinámica. El radiador se encuentra en el interior del monocasco, justo delante del depósito y se refresca por un tiro directo desde el frontal a ambos lados de la doble óptica polielipsoidal.
En suspensiones también emplean tecnología punta de cosecha propia: delante por un doble brazo oscilante en fibra de carbono con un solo amortiguador y, detrás, por un monoamortiguador dispuesto transversalmente para funcionar como un acordeón que recibe las cargas del basculante a través de unas bieletas.
Obviamente todavía es pronto para saber cuándo se comercializará y a qué precio, pero lo que parece seguro es que con tantos materiales nobles y tecnología no va a ser muy asequible.