Un pinchazo en nuestra moto nos puede causar muchos inconvenientes (llegar tarde, quedarnos tirados en carretera debiéndolo solucionar a golpe de cartera…), además de que también puede provocar accidentes repercutiendo en nuestra seguridad. Así que te proponemos prevenir estas situaciones montando un sellante antipinchazos en tus neumáticos. Una operación fácil de realizar, económica y que aporta muchas ventajas.

El estado de las carreteras, así como la tecnología de los neumáticos, han evolucionado considerablemente reduciendo bastante las posibilidades de que podamos sufrir un pinchazo. Sin embargo, siempre estamos expuestos a sufrir ese imprevisto y, cuando nos ocurre, nos acordamos de la famosa Ley de Murphy: “Si algo puede salir mal, saldrá mal”. E incluso nos parecerá que Murphy era un optimista, porque ese pinchazo siempre sucede en el momento más inoportuno: esa reunión importante a la que teníamos que asistir, coger el tren o el avión, etc.

En un coche, al menos es relativamente rápido tener que cambiar la rueda para seguir adelante (si es que la lleva), pero en motos y scooters, con la excepción de los scooters de LML y la Vespa PX, no hay más remedio que arreglar el pinchazo en mitad de la carretera (con el peligro que conlleva) y, para ello, hay que llevar encima el kit necesario para su reparación (¿tienes sitio en la moto para llevarlo sin que te expongan a que te lo roben?), encarecido, además, con las botellitas para volver a hinchar la rueda afectada.

Como solución te recomendamos que te prepares para prevenir un pìnchazo, montando en las ruedas un sellante especial de última generación. Este tipo de sellantes se basan en una tecnología avanzada que crea una compleja matriz de fibras sintéticas en el interior del neumático; cuando se produce el pinchazo, la diferencia de presión entre el interior y exterior del neumático hace que se expulse la mezcla de aire y sellante por la zona de fuga, formando un tapón que sella el agujero de inmediato, lo que evita que el neumático afectado pierda presión. Posteriormente con el giro de la rueda y el uso, el tapón se hace denso y permanente. Por este motivo, cuando sufrimos un pinchazo en marcha, ya no nos tenemos que detener. Más adelante, si descubrimos que el clavo sigue ahí, podemos extraerlo, rodando de inmediato para sellar bien el tapón.

El precio de este producto es muy asequible y compensa con creces el de cualquier kit de reparación, sobre todo con las botellitas de aire comprimido, y con la ventaja de que no ocupa espacio. Incluso, hay muchos servicios que cuentan con este sellante en cantidades industriales y te lo pueden aplicar en tus neumáticos a un precio razonable.

Proceso paso a paso

Comenzaremos por subir nuestra moto o scooter sobre su caballete central en una superficie plana. No utilices la pata de cabra, porque es importante que el vehículo esté vertical. En caso de que tu moto no cuente con ello, recurre a un soporte colocado bajo el motor.	Localiza la válvula del neumático y, con un sacaobuses (el producto que probamos incluye esta pequeña herramienta), afloja el obús de la válvula lentamente y con cuidado, porque con la presión del neumático es fácil que salga disparado y que después te cueste encontrarlo.

Una vez que se halla desinchado el neumático, retira el obús y guárdalo en un sitio seguro. Es muy pequeño y será fácil perderlo.	Con unas tijeras corta la punta del envase del sellante a medio centímetro de su extremo para abrir el tapón y poder aplicarlo.

Envuelve el cuello del aplicador del envase con el trozo de tubo-macarrón transparente que se incluye con el producto.	Introduce la válvula en el otro extremo del macarrón y comienza a introducir el producto presionando sobre el envase.

Detente de vez en cuando y comprueba que has introducido la medida correcta mediante la escala del envase (125 ml en ruedas de hasta 13 pulgadas; resto 250 ml).	Retira el envase con el macarrón, limpia lo que haya podido salpicar fuera con un trapo y vuelve a introducir el obús apretándolo con el sacaobuses.

Conecta un compresor (o una bomba de inflar) a la válvula del neumático y aplica a la rueda la presión recomendada normal.	Y el toque final: pon el tapón rojo que se incluye con el producto. Es una forma de recordar que dentro del neumático hay algo especial.

¿Pinchazos? No, gracias.

Aunque existen muchos puntos de venta en los que te aplican el producto a tus neumáticos sin que te manches las manos, nosotros preferimos escoger el envase de medio litro, que sirve para una aplicación en cada rueda para motos y scooters de gran tamaño.

El fabricante recomienda aplicar 125 ml (cuatro aplicaciones) en ruedas de menos de 13 pulgadas, y 250 ml en ruedas de más de 13 pulgadas. El kit incluye un macarrón para facilitar su aplicación en la válvula, un sacaobuses metálico y dos tapones de color rojo como recordatorio para nosotros o para aviso de alguien extraño que pueda manipular la rueda.

El sellante antipinchazos se puede aplicar tanto en neumáticos con cámara como sin cámara (tubeless). Precisamente, para el primer grupo será muy de agradecer por los usuarios “offroad”, que son los que están expuestos en mayor medida a los pinchazos.

Este producto garantiza el sellado de los pinchazos producidos por objetos punzantes de hasta 15 mm de diámetro. Incluso existe otra versión que lo hace con objetos de hasta 30 mm en neumáticos tubeless con más de 12 capas (no es el caso de la moto). Según esto, el sellante hace auténticas virguerías con todo lo que taladre la goma, pero no llega a milagros tipo cortes transversales en el neumático producidos por una zanja mal terminada o un escalón afilado de piedra, y tampoco te asegura la estanqueidad cuando la válvula de la cámara se desgarra. Eso todavía no está inventado.

3,2,1… ¡Acción!

Lo pusimos a prueba en un scooter de 125 cc. Una vez que aplicamos el producto, pasamos nuestro scooter por un tablón con clavos dispuestos verticalmente y en línea. Las dos ruedas rodaron por encima de la hilera de clavos hasta 7 pasadas, debiendo cambiar los clavos en el cuarto paso para enderezarlos (el giro del neumático los doblaba ligeramente). Resultado: perfecto.

La rueda se mantenía hinchada y tan sólo se había reducido en 0,1 bares la presión de la delantera (de 2 a 1,9). Con este scooter nos volvimos en marcha después de la prueba e, incluso, hemos seguido utilizándolo pasada la prueba varios días. En la foto de detalle señalamos cuatro pinchazos detectados en la rueda delantera. El de la izquierda se ha producido en el interior de la huella del dibujo y se nota más el tapón del sellante, porque no ha tocado el suelo. Los otros tres pinchazos apenas pasan desapercibidos.

Sabías que…

 El sellante antipinchazos no caduca, por lo que su vida útil está limitada al desgaste de los neumáticos. Un buen motivo para aplicarlo cada vez que estrenes gomas.

 Los poros normales del neumático, por los que suele perder presión con el paso del tiempo y obliga a revisarla periódicamente, también están protegidos por el sellante. De hecho, hace el mismo efecto del hinchado con nitrógeno.

 En conducción offroad sólo deberás prestar atención a los desgarros de las válvulas de las cámaras. En estos casos, lo más efectivo es montar papillones para que el neumático no resbale con respecto a la llanta y arrastre la cámara. Un truco para aguantar un poco, si no los llevas, es no apretar del todo la tuerca de la válvula.

 Es posible emplear el sellante para reparar un neumático pinchado, aunque no es lo suyo. Nada más hincharlo, rueda inmediatamente para que se tapone perfectamente.

 La estructura del neumático, dejando de lado lo que es el pinchazo, no se ve afectada por un objeto punzante de 15 mm. Los hilos de la tela de las lonas no se rompen, sino que lo esquivan.

 Realiza primero el equilibrado del neumático antes de aplicar el sellante. Éste se reparte uniformemente por el interior y no lo desequilibra.

 No está permitido rodar por el arcén, pero ¿quién no lo ha utilizado alguna vez para apurar una zona de aceleración o para esquivar a otro vehículo, por ejemplo? Pues es la zona de la calzada más sucia y más propensa a pinchar ruedas. Con el sellante ni te vas a enterar.