- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – AC/VLN
- Autor acción – Venancio Luis Nieto
- Fecha – 10/02/2013
Piaggio cambia por completo su scooter ciudadano Fly con un diseño mucho más actual, buenos acabados y empleando el nuevo motor LEM de 3 válvulas conocido de la Vespa LX. Con el cambio se gana en habitabilidad y capacidad de carga, y estrena unas medidas más compactas con una importante mejora en cuanto a la altura del asiento, haciendo un guiño al cada vez más numeroso público femenino que se apunta a la convalidación..
Ya ha pasado casi una década desde que Piaggio lanzara al mercado su anterior Fly. Este scooter urbano tuvo en un principio una buena aceptación pero con el tiempo perdió interés. Al margen de que aquel Fly se haya convertido en un scooter muy visto, lo cierto es que los gustos del mercado en cuanto a scooters urbanos han cambiado bastante: los modelos con estética retro ganan en adeptos o se prefiere el Honda PCX. No intentes buscar otra opción porque tendrás que rebuscarlo en las posiciones más remotas del ranking de ventas. Incluso otro modelo urbano como el Cygnus de Yamaha, todo un referente hace cinco años en la movilidad urbana, también le ha afectado ese cambio de gustos del mercado.
Precisamente Piaggio tiene todas las de ganar en la categoría de scooters urbanos “retro” con la Vespa LX, pero como muchas otras marcas, no entiende el éxito del PCX, un modelo que rompe todos los esquemas “estandarizados” para un scooter urbano tanto funcionales como estéticos: plataforma plana para apoyar los pies, manillar carenado, reloj horario, hueco amplio para un casco integral, ruedas de bajo diámetro, precio de adquisición en torno a los 2.000 euros, etc. De ahí que, con este nuevo Fly, se revise la fórmula del scooter urbano y qué mejor forma de hacerlo que partiendo de cero. Así, se ha trabajado en el desarrollo del Fly, incluso se ha confiado su producción a la factoría de Piaggio en Vietnam dotada con tecnología más moderna que la de China, que era de donde nos venía hasta el momento.
Lo único que se mantiene entre ambos modelos son las dimensiones de las ruedas (120/70-12 en ambos ejes). Se han buscado unas cotas un poco más reducidas y así nos encontramos con que las medidas de longitud y distancia entre ejes se han bajado 20 mm, 15 en anchura, y lo mejor, nada menos que 25 mm en altura del asiento respecto al suelo (de 785 a 760 mm). Con ello, Piaggio presta atención al público femenino que cada vez más está encontrando en los 125 cc la mejor solución a sus problemas de desplazamiento diarios tanto para dirigirse a la oficina como para sus necesidades personales. Pero no te pienses que para tallas XL el nuevo Fly no es una buena opción; todo lo contrario, incluso pasando del metro setenta vas a tus “anchas” porque en este Fly se ha hecho un excelente trabajo de habitabilidad ofreciendo espacio más que de sobra para esconder pies y piernas tras el escudo sin que en ningún momento las rodillos se golpeen contra la guantera o entorpezcan el giro del manillar por muy alto que seas.
Y si para el PCX, Honda le dota con un motor de bajo consumo y mínimos rozamientos, Piaggio también emplea los mismos argumentos compartiendo para el Fly la misma mecánica LEM (Low EMissions) de refrigeración por aire forzado, inyección y culata de 3 válvulas que también utiliza la nueva Vespa LX, aunque sin refrigeración líquida ni el sistema de parada a ralentí.
A bordo
Exteriormente, el nuevo Fly tiene un aire al anterior. Si lo miras con detalle te das cuenta de que tiene más calidad con unos plásticos bien terminados a nivel de pintura y que ajustan entre sí casi herméticamente. No está hecho en la casa madre de Piaggio en Italia, pero sí que se aplican los mismos controles de calidad en la factoría vietnamita, con el añadido de que el coste de producción es mucho más barato. Si lo volvemos a comparar con el PCX, el Fly 3v es más barato pero aunque Piaggio ha dejado de ofertar el antiguo Fly a unos 1.800 euros, esa cifra queda muy distante para los que se habían hecho un presupuesto de inversión de ese orden en un sencillo scooter urbano.
Y ahí está la clave del Fly, en que no es precisamente sencillo. Ya lo hemos comentado para los acabados, pero también se destaca por equipamiento. En su estructura se ha situado el depósito de combustible debajo de la plataforma plana y sitúa la boca de llenado tras una trampilla bajo la guantera. Con respecto al Fly anterior, se han perdido 1,7 litros de capacidad, pero como te hemos comentado antes, el motor es poco gastón y lo compensa incluso aumentando la autonomía y haciendo, por lo tanto, menos visitas a la gasolinera. Y dos ventajas añadidas con la situación del depósito: se baja el centro de gravedad para que el Fly se incline y se recupere con más facilidad y, segunda, se libera mucho espacio bajo el asiento (incluso la batería pasa a ocupar la parte izquierda de la guantera). Como hay poca altura de asiento, no da para guardar dos cascos integrales como los scooters GT, pero sí dos abiertos o un integral tumbado de lado y aún queda espacio de sobra. Con los cascos en la cabeza hay espacio de carga para cualquier necesidad de diario: maletín y/o netbook para llevar al trabajo o una compra de emergencia en el hipermercado.
Con el depósito debajo de los pies y poca altura del asiento, es obvio que su postura de conducción no va a ser tipo scooter Gran Turismo pero aunque tengas que llevar las piernas un poco en cuclillas (sobre todo para los altos), no llega a resultar incómoda. Eso sí, los que tengan menos experiencia valorarán llegar con los dos pies al suelo porque eso da mucha confianza y sensación de control. El Fly 3v es una buena opción para iniciarse pero en ningún caso será un vehículo para deshacerse de él en cuanto se coja confianza.
Del motor nos reafirmamos en todo lo dicho cuando pasó por nuestras manos la Vespa LX: es enérgico a cualquier golpe de gas y suave de funcionamiento. Se complementa muy bien con el bastidor y dado el buen ajuste de los plásticos no se detecta la mínima vibración.
Línea de tierra
Lo que no nos ha convencido nada, y llegamos al verdadero punto negativo de este Fly, es el caballete central. Increíblemente en Piaggio ha sido muy mal diseñado, y lo que es peor, en el desarrollo del vehículo parece que nadie se ha percatado del inevitable roce que se produce con el asfalto a la mínima inclinación. Podrás pensar que somos unos exagerados y que forzamos mucho más las inclinadas que cualquier usuario normal. Pero te podemos asegurar que no es así. ¿Por qué en la Vespa LX no da problemas utilizando también este motor 3v pero con una rueda trasera más pequeña?
Por el comportamiento del resto, no hay nada que objetar: las suspensiones hacen muy bien su cometido y, lo mejor, hay frenada para detenerse casi al instante gracias a la potencia que desarrollan sus dos discos de 220 mm.
En compañía
El nuevo Fly acoge de buen grado a un acompañante. Nuestro “paquete” se acomodará sin problemas dada la baja altura del asiento y dispondrá de longitud más que suficiente para lo que se estila entre los scooters urbanos.
El transportín trasero ofrece en sus prolongaciones delanteras unas cómodas asideras para agarrarse y cuenta con unas estriberas desplegables recubiertas de goma para apoyar los pies sin que molesten al conductor cuando está “remando” en pleno atasco.
Ni siquiera se ve afectado el motor en las salidas desde parado, por el excelente empuje del motor LEM de 3 válvulas.
Con lupa
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El detallazo
En las pequeñas cilindradas, como son los 125 cc, un buen motor es fundamental para determinar el comportamiento de un scooter. Y en este nuevo Fly el motor LEM (Low EMissions) tiene mucho peso en ese conjunto de buenas sensaciones. Exteriormente se parece al LEADER anterior pero todo su grupo térmico se ha puesto al día con nuevas medidas de diámetro por carrera (carrera más larga para fortalecer el empuje) y con la premisa de mejorar el rendimiento, esto es, no desperdiciar el consumo de combustible.
Recurriendo a una culata de 3 válvulas (dos de admisión y una de escape) y al “abuso” de rodamientos en todas las partes móviles para minimizar fricciones, el motor LEM entrega una potencia de 12,1 CV a 8.250 rpm, uno de los valores más altos en un motor con refrigeración por aire forzado. Pero lo mejor es que consume muy poco. En nuestro recorrido habitual y “dándole caña” tan solo hemos consumido 3,4 litros cada 100 km, un valor que se puede considerar como el máximo para este modelo, y que se posiciona casi como el mínimo entre todos los 125 cc que han pasado por nuestras manos.
Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
Aceleración 0-50 m | 5,66 s (51,2 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 8,81 s (62,2 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 22,39 s (92,5 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 45,04 s (97,9 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | NO LLEGA |
Velocidad máxima | 98,0 km/h |
Consumo | 3,40 l/100 km |
Autonomía | 191 km |
Peso total lleno | 128,9 kg |
Reparto tren delantero | 43,8% |
Reparto tren trasero | 56,2% |
Comportamiento urbano Habitabilidad Capacidad de carga |
Roce del caballete central Espacio guantera Aumento de precio |
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes
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