- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – AC
- Autor acción – Marta de la Cuadra
- Fecha – 13/10/2013
Hay veces que no es necesario apurar el límite de los 125 cc y 15 CV para conseguir un buen scooter urbano. Peugeot duplica la cilindrada de su Kisbee 50 conservando muchos de sus componentes para ahorrar en el precio final, y proporciona un excelente “caballo de batalla” para solucionarnos los desplazamientos en ciudad del día a día.
El mercado exige soluciones al mejor precio. Y para conseguirlas hay que ser creativo. Peugeot, por ejemplo, nos propone el Kisbee 100, un scooter de diseño europeo y fabricación China bajo sus estándares de calidad que se basa en el conocido modelo de 50 cc, con lo cual se abaratan costes de producción y se consigue un precio de promoción de tan sólo 1.499 €. Seguro que con ese presupuesto te resignabas a adquirir un scooter de segunda mano o a modelos de marcas con poca garantía.
Te adelantamos que es un buen precio; otra cosa es que, pasado el período de lanzamiento, se pretenda vender al precio de tarifa de 1.849 €.
No es mala idea que una moto o scooter de convalidación comparta componentes con un ciclomotor y es una práctica que se viene utilizando desde hace tiempo aprovechando el gran tamaño de los scooters de 50 cc para las ergonomías europeas. En esos 50 “engordados” a 125 cc, se emplea un motor completamente distinto del 50 cc desarrollado para la convalidación e incluso para 150 cc en otros mercados. Con los 100 cc del Kisbee se busca un mayor abaratamiento ya que la mecánica sigue siendo la de un 50 cc pero reconvertida al doble de su cilindrada compartiendo los mismos cárteres y básicamente la misma transmisión. Sin embargo, en el Kisbee 100 no se aprovecha la mecánica 4T del 50 cc sino otra del catálogo de Qingqi (el socio chino que fabrica para Peugeot) que ha sido convenientemente revisada por la marca francesa, y esa mecánica tiene la pega de que no admite la rueda de 12 pulgadas original del 50 cc sino que las limita a 10 en ambos ejes. De ello nos ocuparemos más adelante.
Por equipamiento, al Kisbee 100 le pasa como al 50 cc: que va casi “pelado”. Tiene lo mínimo imprescindible y en esa filosofía se agradece incluso que disponga cerradura centralizada en el contacto para abrir el asiento, hueco bajo el asiento para guardar un casco integral, pata de cabra complementando al caballete central o unas plataformas-estriberas plegables para el pasajero que serán la envidia de muchos modelos de superior precio. Austeridad absoluta para todo lo demás: un cuadro de instrumentos con lo mínimo (velocímetro, totalizador y tres testigos), nada de guantera delante de las rodillas, y tampoco nada de “lujosos” portabultos en fundición o resina con las asideras laterales.
Estaría bien que se hubiera previsto el hueco para un reloj horario en el cuadro de instrumentos, o una guantera, aunque sea abierta, para colocar en el salvapiernas. Así, más adelante, cuando nos hubiéramos repuesto de la inversión pues se lo hubiéramos añadido adquiriéndolo como accesorio.
Eso sí, fundamental en un buen scooter ciudadano, cuenta con plataforma plana para apoyar los pies en cuyo centro se esconde la batería.
Completan al Kisbee un freno delantero de disco de los más pequeños que hemos conocido (170 mm) y un tambor trasero de 130 mm.
A bordo
Sorprende que en tan poco volumen cualquier usuario de talla europea se encuentre cómodo y a sus anchas. Bien por la altura del asiento con respecto a la plataforma plana para apoyar los pies, y bien por la escasa elevación de ésta con respecto al suelo que permite llegar a las tallas medias no solo con las dos plantas de los pies sino además con las piernas un tanto flexionadas. Con ello se consigue una altura del asiento de 740 mm (2 cm menos que en el 50 por las dos pulgadas de menos de las ruedas) y convertirse en una opción muy recomendable para los menos altos, pero ojo con los bordillos de las aceras porque será inevitable rozar los bajos. Y en esa propuesta que hacíamos poco más arriba del accesorio de la guantera, podrás comprobar que las rodillas quedan más que distantes del salvapiernas para montar ese elemento.
El manillar queda un poco más alto de lo habitual (no habrá problema para adaptarse) forzando a una postura con la espalda erguida muy adecuada para la conducción urbana. Por supuesto, conmutadores y manetas se encuentran en el sitio correcto y ofrecen un tacto.
El motor nos ha gustado mucho. Va redondo: es muy silencioso y casi ni vibra. Y hasta resulta divertido por el geniecillo que muestra al iniciar la marcha, con unas aceleraciones casi instantáneas que incluso le permiten dejar atrás a la salida de los semáforos a 125 cc más potentes. Eso sí, en una gran avenida con los semáforos sincronizados, ese scooter de 125 cc que se quedó perplejo y humillado por el “efecto Dragster” del Kisbee 100 le dará caza antes de llegar a los 400 m. En cualquier caso, consigues el objetivo de distanciarte del tráfico “enlatado” y moverte a tu aire con la calle despejada.
A toda esa lista de buenas virtudes añade otra más: su bajo consumo. Como ya te hemos contado en más de una ocasión, hacemos nuestro recorrido habitual de consumo circunvalación-interior ciudad con el puño de gas bien enroscado, nada de conducción económica aunque sí respetando los semáforos. Es lo que diríamos el peor consumo. Pues, en estas condiciones, la Kisbee 100 registraba una décima por encima de los 3 litros a los 100 km y sin recurrir a la inyección: con un vulgar carburador de los de toda la vida. Otro punto a su favor en economía.
Línea de tierra
No todos son elogios para el Kisbee 100. Las ruedas de 10 pulgadas no es un argumento a su favor, sobre todo cuando su hermano ciclomotor calza unas más normales de 12. La verdad es que estábamos convencidos de que se había mantenido esa medida en el 100 cc, pero hasta que no pusimos el Kisbee a tope en carretera con la aguja marcando los 100 km/h (uno de los velocímetros más optimistas que hemos conocido con un considerable error del 15%) no empezamos a notar que algo pasaba ahí abajo y descubrimos el calzado más pequeño. Pero hay que reconocer que no llegaba a ser demasiado traumático. Sin recurrir a una rueda delantera de 11 pulgadas, nos recordaba a la Vespa LX ya que ambas posicionan el centro de gravedad muy bajo. Honda tiene su Lead 110 también con calzado pequeño, pero no se anda con chiquitas e impide que se sobrepasan los 80 km/h reales. Así que, todo va bien mientras que la aguja no pase de los 85-90 km/h (menos de 75 km/h reales), porque si vas con prisas por carreteras abiertas o de circunvalación empezarás a notar el nervisosismo típico de estas ruedas y deberás prever con mucha antelación cualquier reacción.
Por frenos te vamos a sorprender, porque al minúsculo freno delantero le falta potencia para clavarlo en seco, mientras que el tambor posterior va más sobrado de lo que se podría intuir. Quizá para el tambor, ayude el poco peso del vehículo (menos de 100 kilos con el depósito lleno), pero lo cierto es que te detiene muy bien y si te lo propones te marcas unas derrapadas muy sonoras (también típico en los neumáticos pequeños. Eso sí, de vez en cuando deberás revisar la tensión de este freno, operación que podrás hacer incluso con los guantes puestos.
Resumiendo. Mientras que no suba el precio, Peugeot cuenta con un vehículo muy atractivo para el bolsillo y que hace un excelente papel en los desplazamientos exclusivamente urbanos. Aunque venga “pelado” de extras cuenta con un poco más de los necesario y resulta un scooter urbano muy recomendable para los que se inician y para el público femenino, con la lógica limitación en velocidad para sus ruedas de 10 pulgadas.
En compañía
Dadas sus contenidas dimensiones, el Kisbee 100 es un scooter eminentemente monoplaza, pero acepta llevar a un ocasional acompañante. La única pega que le va a poner es la longitud del asiento, un tanto justa. Pero en cambio, para todo lo demás, le va a tratar con mucho mimo: es fácil incorporarse al asiento dada su baja altura, y los pies descansan en unas plataformas-estriberas extraordinariamente cómodas.
Ni siquiera el peso extra de nuestro pasajero afectará a la menor cilindrada del motor ya que, como te hemos comentado antes, hace ostentación de una enérgica aceleración inicial.
Con lupa
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El detallazo
El Kisbee 100 tiene muy buenas cualidades para ser considerado como una excelente herramienta de transporte urbano: ruedas de 10 pulgadas súper-manejables, bajo peso, distancia entre ejes corta, motor que acelera enérgicamente… Pero dejamos lo mejor para el final: su mínimo radio de giro. Se consigue con un manillar cuyos extremos se ponen casi a 90 grados del eje longitudinal del scooter como puedes ver en la imagen con éste girado completamente a la izquierda. No es una medida que demos de referencia para que pueda compararse con otros modelos, pero lo medimos en este Kisbee 100 y es capaz de hacer un círculo de 1,65 m de radio mínimo. Esto le permite maniobrar entre coches parados con mucha soltura. Está claro que su hábitat natural son las horas punta.
Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
Aceleración 0-50 m | 5,61 s (46,9 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 9,03 s (57,9 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 24,33 s (79,1 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 50,40 s (83,9 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | NO LLEGA |
Velocidad máxima | 85,8 km/h |
Consumo | 3,11 l/100 km |
Autonomía | 210 km |
Peso total lleno | 98,3 kg |
Reparto tren delantero | 37,8% |
Reparto tren trasero | 62,2% |
Posición Precio en promoción Uso urbano |
Velocidad máxima Ruedas pequeñas Equipamiento |
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes
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Rivales directos | Daelim Besbi 125 Honda Lead 110 Keeway Zahara 125 |
LML Star 4 Automatica PG0 Ligero 125 Yamaha Vity 125 |