- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – Yamaha/TMS
- Fecha – 27/10/2019
Se trata de un modelo de trial impulsado por un motor de tracción eléctrica que parece no quedarse como un simple prototipo Concept sino terminar siendo un vehículo comercial sobre todo para competir en el Campeonato de Trial-E de la FIM como ya lo está haciendo el piloto japonés Kenichi Kuroyama que terminó en segunda posición en las temporadas 2018 y 2019.
En este modelo está muy volcado el departamento tecnológico interno de I+D de Yamaha. La peculiaridad se encuentra en que emplea un bastidor monocasco de plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP) al que se añade un motor eléctrico compacto, de altas revoluciones y alta potencia que proporciona un enérgico par motor a baja velocidad y una aceleración suave destinada a superar los obstáculos característicos de las pruebas de esta especialidad.