• Autor del texto – Antonio Cuadra
  • Autor de fotos – AC
  • Autor acción – Alberto Castro/Irene Alvz-Estrada/Carlos Cuadra
  • Fecha – 02/08/2015

Piaggio cuenta con un extenso catálogo de vehículos de tres ruedas. Por una parte todos conocemos los scooters MP3 con el tren delantero de doble rueda, y por otra, se encuentra la gama Ape con la doble rueda por detrás. Del Ape nos vamos a ocupar en esta ocasión y, en particular del modelo Calessino con una tradición de 60 años.


Ape Calessino 200 Seguro que te estarás preguntando qué hace un “motocarro” en las páginas de pruebas de Moto125.cc. La verdad es que el Ape Calessino encaja a la perfección en la filosofía de nuestra revista web: se dirige con manillar, tiene 3 ruedas y se conduce con el carnet de coche. Y posiblemente te sorprenderá aún más que los “motocarros” se sigan produciendo en la actualidad. De hecho, los Ape fue otro “invento” de Corradino d’Ascanio que estrenó Piaggio en 1948, dos años después del lanzamiento de la Vespa. El nombre de Ape viene de abeja en italiano, el segundo “insecto” de Piaggio después de la avispa (Vespa) dando a entender con ello que se trataba de un vehículo muy trabajador. La Vespa nació como el vehículo que daba movilidad personal a la población italiana castigada por la postguerra, y el Ape hacía algo parecido proporcionando un medio de transporte comercial para aquellos pequeños negocios que estaban empezando.

Ape Calessino 200

En la historia de Ape hubo de todo; al principio se trataban de “medias Vespa delantera” a las que se les acoplaba una plataforma trasera y con transmisión del motor a las dos ruedas traseras a través de sendas cadenas. Después aparecieron los primeros con cabina, parte trasera de furgón e incluso los hubo con cinco ruedas y plataforma articulada. Incluso se llegaron a fabricar en Madrid por MotoVespa, aunque no recibieron la denominación Ape sino Vespacar. En 1955, surgieron los primeros Calessino destinados al transporte de personas (3 plazas) que se popularizaron por aparecer en películas como la Dolce Vita o por transportar a actores famosos en los escenarios italianos de rodaje.

En la actualidad, contamos con cuatro modelos básicos de la gama Ape: el de 50 cc para ser conducido con el carnet AM (ciclomotor) desde los 15 años, el TM con volante en lugar de manillar, el Classic con la cabina cerrada tradicional y el Calessino que os mostramos disponible también con motores eléctrico y diesel, aunque no para nuestro mercado. Sigue siendo un medio de transporte a precio razonable para pequeños comercios, y sin duda, como hemos comprobado, es un vehículo que llama la atención a su paso por lo que también se puede emplear como publicidad rodante.

En la India y otros países asiáticos se venden como churros. De hecho Piaggio cuenta con una filial hindú que los fabrica, aunque el Calessino europeo está fabricado en Italia.

El diseño del Calessino actual está inspirado en el de los Ape clásicos y de ahí que recurra a una imagen anticuada e incluso a acabados espartanos: cables eléctricos y de control a la vista, tornillos hexagonales poco disimulados, formas de los asientos… De la Vespa tradicional comparte cuatro detalles característicos: la carrocería autoportante en chapa estampada, el tren delantero con suspensión monobrazo por bieletas (por el lado derecho, como las Vespa clásicas), el cambio de cuatro velocidades con mando en el puño izquierdo y las ruedas intercambiables con llantas de chapa en dos piezas para facilitar la reparación. Sin embargo, respecto a este último detalle, nuestro Calessino no cuenta con rueda de repuesto, pero sí que se contempla en la versión de lujo HL en la parte posterior y cubierta por una funda.

El motor, como ya te hemos adelantado es un 197 cc de ciclo 4T con culata de tres válvulas y está alimentado por carburador. Tiene un aire al de la Vespa PX por disponer de refrigeración por aire forzada y cambio de cuatro velocidades pero está colocado mirando hacia atrás y conectando la salida de la transmisión al grupo diferencial posterior.

Se accede al habitáculo a través de minipuertas (sin cerradura ni cristal) con marco de tubo de acero y cubiertas de lona. Hay dos filas de asientos. El delantero es sólo para el conductor sentado en el centro del vehículo y en el trasero van los dos pasajeros. No hay que llevar casco como en el MP3, pero sí el cinturón de seguridad abrochado que solo sujeta la cintura. El techo es de lona beige y puede ser descapotada la parte posterior, la delantera o las dos a la vez. Cuanta con parabrisas en cristal curvado, dotado de chorro de agua para su lavado y una sola escobilla, tipo coche.


A bordo

Ape Calessino 200

A pesar de su aspecto espartano, el puesto de conducción resulta muy cómodo. No hay posibilidad de regular la proximidad del asiento al manillar y quizá resulte incómodo para los más altos. La única pega la pone el pedal de freno; pasa como con las Vespa PX y LML Star 4 que obliga a llevar el pie derecho en una posición poco natural. En este caso, el tacón del pie derecho apoya en el eje del pedal con la punta preparada para apoyar en el pedal. Es el único mando de freno en el Calessino; es más, se prescinde de la maneta del freno delantero en el manillar. La segunda particularidad del puesto de conducción la pone el cambio de cuatro velocidades en el puño izquierdo: es incómodo por el hecho de llevar la muñeca retorcida, pero tampoco su selector es lo suficientemente preciso para conseguir un cambio de marchas rápido sin falsos puntos muertos.

Ape Calessino 200

Los 7,5 CV que registra la mecánica cuentan con corte de encendido que no permite subir demasiado de vueltas. En esta prueba no hemos montado nuestra habitual telemetría por la dificultad propia del vehículo. Según el velocímetro, el corte de encendido impide alcanzar los 70 km/h; Piaggio declara una velocidad máxima de 55 km/h que, a nuestro parecer resultan escasos (deben ser poco más de 60 km/h). Pero tampoco te permite el corte de encendido apurar las marchas sobre todo si estás subiendo una pendiente; las relaciones de cambio son abiertas y puede que no encuentres la adecuada para cada necesidad.

Volviendo al puesto de conducción, debajo del manillar encuentras tres palancas: la del freno de mano es de color rojo y funciona como en los coche con el característico carraqueo al accionarla y botón en la parte inferior para liberarla. Un poco a la izquierda encontramos la palanca del estárter (¿por qué no un pomo como toda la vida? Vespa clásicas incluidas) y a la izquierda del todo la de marcha atrás: si está arriba tienes marcha adelante, y si la bajas marcha atrás. El mecanismo invierte la salida del cambio, por lo que dispones de cuatro marchas hacia delante y las mismas hacia atrás; lo lógico es hacer las maniobras hacia atrás solo en primera, a no ser que quieras buscar problemas.

Pese a sus limitaciones mecánicas, el Ape Calessino es un vehículo muy manejable para la ciudad. Obviamente por sus dimensiones no va a culebrear entre coches igual que una moto, pero muestra una relativa agilidad e incluso puede moverse con cierta rapidez.


Línea de tierra

Ape Calessino 200

Las suspensiones muestran un tarado muy conseguido: duro para no flanear al tomar curvas y lo suficientemente blandas para tragarse los baches sin transmitirlas a la tripulación.

En cuanto a frenos, sus tres tambores van justitos de potencia. No pienses que se trata de los tambores que tanto criticamos en las pruebas de Moto125.cc. En el Calessino cuenta con un sistema integral (freno combinado) accionado por pedal y de funcionamiento hidráulico. No hay posibilidad de reglaje para mantener la tensión. Cuando llegue el momento, las zapatas se agotarán y habrá que cambiarlas; ya puestos, las de las tres ruedas a la vez.

Ape Calessino 200

Otro detalle a destacar del Ape Calessino es que monta un diferencial en lugar de un eje rígido en el tren posterior. Esto le permite tomar las curvas más cerradas sin dificultad compensando la diferencia de giro de la rueda interior a la curva con la exterior.


En compañía

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Sin duda es su punto fuerte ya que, por primera vez en Moto125.cc hemos podido probar un vehículo para dos pasajeros. Y esperemos que no sea el único porque también están los scooters con sidecar en la cilindrada de 125 cc que estamos deseando probar para tí en cuanto aparezca algún importador. Ninguno de nuestros dos acompañantes se quejará de ir apretado. Todo lo contrario: a sus anchas y muy cómodo, accediendo sin ninguna dificultad a través de la pequeña puerta lateral. El asiento es muy parecido al del conductor pero más ancho disponiendo de los cinturones de seguridad a la cintura, que no son autoenrollables como en el asiento delantero. Nuestros acompañantes podrán agarrarse a la estructura lateral que soporta la lona del techo trasera o, aún mejor, a unas barras a ambos lados del respaldo del conductor. Otro buen detalle lo encontramos en la lona que se encuentra detrás del respaldo del asiento del conductor y que proporciona bolsillos para guardar objetos. El motor no se resiente por el peso extra.


Con lupa

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El monobrazo por bieletas empleado en el tren delantero lleva el sello Vespa aunque con muchos años atrás. Las ruedas son de 8 pulgadas con neumáticos fabricados por Sawa. Fíjate en el detalle del latiguillo para el accionamiento hidráulico del tambor. Las luces van montadas en unas molduras saltonas que integran el intermitente de cada lado. No son para presumir ya que se emplea una bombilla incandescente tradicional en lugar de las ya obligadas halógenas H4 que podemos encontrar incluso en los ciclomotores. Otro detalle muy automovilístico es el limpiaparabrisas, aunque en este caso se emplea un solo brazo. A la derecha del logo del modelo se muestra el pitorrito que escupe agua jabonosa para ayudar a mantener limpio el cristal.
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Este es el aspecto que tienen los mandos desde el puesto de conducción. Se debería haber encontrado una mejor solución para el pedal de freno. Una tela negra esconde las “tripas” de debajo del salpicadero. A la izquierda del puesto de mando se encuentra una toma de corriente de 12V pero sin mechero. La verdad es que dentro del Ape Calessino se podría fumar, pero no se incluyen ceniceros. Eso sí, vale para cargar el móvil o conectar un navegador. Estos son tres de los conmutadores que no están agrupados en una piña. Se encuentra por delante del manillar, justo debajo del parabrisas en su parte izquierda. No se puede acceder bien a ellos en marcha (sobre todo el de limpiaparabrisas con el chorrito).
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Simplicidad en el cuadro de instrumentos: velocímetro con totalizador, nivel de gasolina y cuatro testigos (luces, intermitentes, batería y presión de aceite). Los testigos se ven mal con luz de día posiblemente porque la superficie está muy horizontal. La piña de conmutadores se encuentra junto al acelerador y resulta muy incómoda de manejar, sobre todo los conmutadores de intermitentes que se maneja con el pulgar y el de luces larga-corta por lo alejado que está. Junto a ellos, los botones del claxon y arranque eléctrico. En el centro del manillar encontramos esta tapa fijada por un tornillo de estrella. No es para acoplar un segundo cuadro sino para facilitar el acceso y/o sustitución a los cables de mando (embrague, acelerador y los dos del cambio de marchas).
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El puño izquierdo es muy de Vespa pero muy poco cuidado en su acabado. Fíjate en el “indicador” de la marcha engranada y en la maneta con dos tornillos de estrecha vistos. Hasta la empuñadura se debió utilizar en alguna Vespa de los setenta. Otro detalle automovilístico es la luz de cortesía que se encuentra junto a la esquina superior derecha del parabrisas. También se deberían disimular las tuercas de los pivotes donde se engancha la lona (al menos son tuercas ciegas). No es necesario un parasol. Estas son las tres palancas que se emplean en el Calessino. La de color rojo corresponde al freno de estacionamiento y es muy parecida en funcionamiento a la de los coches. La metálica central es para el estárter y la negra con pomo es para la marcha atrás.
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Retirando la lona negra se descubre el depósito de agua jabonosa para mantener limpio el parabrisas con la tapa de llenado en color amarillo. A la derecha, un poco más arriba se encuentra la caja de fusibles. La tela negra se fija al canto del salpicadero mediante un velcro salvando las palancas de marcha atrás y estárter, freno de mano y cerradura de contacto. Está última incluye el bloqueo de la dirección como cualquier scooter Vespa. Otro ejemplo más de cuidar los acabados en un producto cuyo precio supera los 6.000 euros lo encontramos debajo del manillar: conectores a la vista, cableado eléctrico en voladizo e incluso un muelle.
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Pese a lo espartano que es, el asiento del conductor es bastante cómodo sobre todo para tallas “estándar” ya que no cuenta con ningún ajuste en banqueta y respaldo. Aunque aparezca en la imagen extendido, el cinturón es autoenrrollable. El asiento de atrás acoge dos plazas sin apreturas disponiendo de cinturones normales (no autoenrollables). Fíjate en el detalle del ribete blanco en los bordes de la banqueta y del respaldo. El techo de lona cuenta con una estructura que permite descapotarlo rápidamente en cuestión de segundos. La pieza central posterior con su ventana de plástico se puede abrir permitiendo que circule el aire.
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Detrás del asiento trasero encontramos esta bandeja que incluye una asidera transversal para llevar el equipaje bien sujeto. La base de la bandeja también se puede abrir proporcionando una accesibilidad superior a la mecánica. El capó trasero se abre retirando dos tuercas a cada lado. Se puede ver a la izquierda la batería, en el centro el carburador y a l fondo a la derecha el filtro del aire. El motor (denominado PAX 200) se encuentra más abajo. El tapón de llenado del depósito de gasolina se encuentra en la exterior derecho posterior. Dispone de carreradura y, para que no se pierda, en los repostajes una cuerda (solución “rústica” pero efectiva).
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Todas las ruedas son de 8 pulgadas y siguen el esquema de ser intercambiables, con llantas en dos piezas para cambiar fácilmente el neumático o la cámara. Sin embargo no encontramos rueda de repuesto que sí está contemplada en el Calessino HL (de lujo). El alumbrado posterior está confiado a tres ópticas independientes a cada lado del motocarro sobre una moldura de plástico. De arriba a abajo, el intermitente, piloto/luz de freno y la luz de marcha atrás. Las puertas son muy simples: un marca de tubo de acero pulido con una lona fijada con velcro. Disponen de bisagras y una apertura sin cierre de seguridad. Opcionalmente para los meses fríos se ofrece una lona con ventana plástica para la parte superior de las puertas.

 

 El detallazo

Ape Calessino 200

A la vista está que el Ape Calessino es un vehículo simpático con el que vas a llamar la atención. Una de sus particularidades que encaja muy bien con muy bien con la simplicidad del vehículo es su carácter descapotable. Justo sobre el marco que separa la plaza delantera de la trasera encontramos una cremallera que separa la lona del techo delantero y trasero. Una vez separada de la parte delantera, la lona trasera se recoge enrollándola con unas cintas y se pliega la estructura que le da forma. La lona delantera es más difícil de desmontar pero también lo podrás hacer.

También se puede abrir la pieza trasera de lona junto con su correspondiente ventana plástica, desenganchándola de su parte inferior, abriendo las dos cremalleras verticales y enrollándolo hacia arriba. De esta manera conseguiremos que corra el aire manteniendo la sombra.

 

 Con carnet de coche y moto

Ape Calessino 200

El Ape Calessino es un vehículo de tres ruedas o “triciclo a motor” por lo que se conduce con el carnet B de coche. Sin embargo, su motor de 200 cc de ciclo 4T entrega una modesta potencia de 7,5 KW (10,2 CV) y gracias a ello se puede conducir desde los 16 años con el carnet A1. Lo deja bien claro el Reglamento General de Conductores en el artículo 4, apartado 2 b): “El permiso de conducción de la clase A1 autoriza para conducir … y triciclos de motor cuya potencia máxima no exceda de 15 kW”. Ojo que solo habla de potencia y no de cilindrada. Además de superar los 125 cc el chaval de 16 años que lo conduzca puede llevar legalmente dos amiguetes de pasajero. Esos 15 kW son 20,4 CV. Sobre este apartado del Reglamento ya hemos hablado en alguna ocasión comentando por qué Piaggio no comercializa un MP3 250 LT económico limitado a 20,4 CV que se puede conducir con el carnet A1 (además del de coche) y que, por no sobrepasar los 250 cc, está exento de pagar un impuesto de matriculación del 14,75%.

Uso urbano
Tres plazas desde 16 años
Descapotable
Acabados espartanos
Bajas prestaciones
Cambio impreciso

Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes


 Ver FICHA TÉCNICA/EQUIPAMIENTO/PRECIO/IMÁGENES del Ape CALESSINO 200

Rivales directos Ape Calessino HL 200

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