• Autor del texto – Antonio Cuadra
• Autor de fotos – AC
• Autor acción – Vicente Arenas
• Fecha – 18/7/2021

Con este nuevo Fasty, la marca sevillana Motorhispania se posiciona entre los mejores “rueda alta” del mercado con un modelo que recupera la base Aprilia Scarabeo impulsado por su sofisticado motor que rinde 13 CV bajo Euro 5 entregando unas brillantes prestaciones, y un equipamiento muy tecnológico al que no faltan los frenos ABS Bosch, faro Full LED, cuadro de instrumentos por pantalla a color TFT e incluso conectividad con el móvil a través de una APP.

A Motorhispania o MH se la conoce desde siempre por su especialidad en motos de marchas, sobre todo en el ‘offroad’ tanto en su época anterior como fabricante, como en la actualidad como importador. Pero siempre ha tenido el deseo de contar con un scooter en su gama de 50 y 125 cc. Hasta el momento contaba con modelos utilitarios como el Sense en 50 cc y el “retro” Vince en 125 cc.

Pero con el Fasty 125, la firma sevillana va más lejos con un modelo que declara nada menos que 13 CV en tiempos de Euro 5 en los que resulta tan difícil alcanzar el límite permitido para la categoría de la convalidación moto con carnet de coche. Lógicamente, para conseguir esa potencia se recurre a soluciones tecnológicas como la refrigeración líquida o la culata con doble árbol de levas y cuatro válvulas, características junto con el aspecto exterior del cárter de la transmisión, la gestión electrónica de la injección por Magneti Marelli y las medidas internas del cilindro (58 x 47 mm) nos han recordado su procedencia: el motor que desarrolló Aprilia para su Scarabeo 125, y que tras la absorción por el grupo Piaggio, dio pie al motor de marchas (combinando básicamente el grupo termodinámico de este motor con la caja de cambios de una Derbi Senda de 50 cc) que está tan extendido no sólo en la marca Aprilia, sino en muchas otras marcas fuera del grupo. Una vez descatalogado el Scarabeo 125, el grupo Piaggio dio por finalizado el ciclo de vida de esta mecánica cuyos moldes se quedaron en China y se siguió produciendo para modelos como el Italjet Dragster 125 (que aún no se comercializa en nuestro mercado) o el Royal Alloy GP125S con radiador ubicado bajo el suelo del scooter y que no ha pasado aún por nuestras manos.

Esa procedencia Aprilia Scarabeo 125 se extienda a más componentes del MH Fasty como el diseño de los botones de las piñas, el de las llantas de 5 palos en 16 pulgadas para ambos ejes, su silenciador y protector de escape, el portabultos trasero y su superficie “a tiras”, y el bastidor y partes de la carrocería como lo delatan las elipses en los laterales y las formas del asiento.

Estamos hablando de un modelo que se dejó de producir en el 2010 y que para rehabilitarlo ha habido que rediseñarlo por supuesto con un alumbrado LED al 100% que afecta tanto al faro como al piloto trasero e intermitentes. La carrocería también recibe algunos retoques para conseguir una personalidad propia, con el detallazo de cambiar su instrumentación analógica tradicional por una pantalla TFT a color con botones táctiles que se acompaña de conectividad al teléfono móvil a través de una APP tanto para sistemas Android como iPhone. Toda una revisión a fondo para poner este base al día.

A destacar de esta base su amplia plataforma plana para apoyar los pies, parabrisas corto sobre el faro, guantera central con tapa de gran superficie aunque con escasa profundidad, dos tomas USB (5V) a ambos lados del manillar y una tipo mechero (12V) en el hueco del casco que, como ocurría en el modelo original, no da cabida a un casco integral, y que MH lo remedia parcialmente regalando un baúl trasero que nuestra unidad de prueba no incluía.

El precio, 3.545 € en oferta (3.695 € de tarifa), no está en lo que se espera de un modelo que todavía no se ha ganado la confianza del público. El SH125 de Honda (el Scoopy de toda la vida) marca el precio máximo con 3.850 € en versión TopBox inteligente, mientras que un Piaggio Medley con su espacioso compartimento de carga bajo el asiento está en promoción por 3.499 € (en tarifa 3.699 €), y aún puedes encontrar versiones Euro 4 en oferta por 3.299 €.

A bordo

MH no declara la altura del asiento pero debe superar por poco la barrera de los 800 mm, porque si tu estatura ronda los 170 cm apoyarás ambos pies de puntillas. Es lógico cuando no recurre al recurso de emplear una rueda posterior de 14 pulgadas, cuyo menor díámetro también repercute en conseguir una buena capacidad de carga bajo el asiento. No es el caso del Fasty porque el espacio que encierra solo da cabida a un casco abierto, compartido con los ocho litros de capacidad del depósito de gasolina. La distribución viene heredada del Scarabeo; quizá reorganizando el espacio sí que daba para uno integral pero eso lo complica afectando a un nuevo bastidor y carrocería.

Eso sí, cuando subes los pies a su amplia plataforma plana se adopta una postura realmente cómoda con la espalda erguida y los pies casi colgando del asiento. Las formas y mullido del asiento también contribuyen a ese confort de conducción, con mucha habitabilidad incluso para los usuarios de tallas altas ya que el salvapiernas queda bastante distante de las rodillas.

Si bien la rueda posterior de 14 pulgadas tiene sus ventajas, disponer de ambas ruedas en 16 pulgadas intensifica su autoalineación y estabilidad haciendo que no le tiemble para nada el pulso cuando se trazan curvas… siempre que las suspensiones hagan bien su trabajo, cosa que trataremos en el siguiente apartado.

Por ciudad se maneja bien. El motor muestra su genio cuando se retuerce el acelerador pero nos trae recuerdos de aquella primera versión de los motores Piaggio de marchas que estrenaron las Derbi 125 de carburador (con el mismo cilindro, culata y pistón del motor de este Fasty) y que criticamos por el ruidoso mecanismo de los accionamientos de válvulas: le falta finura, algo que ya han conseguido las últimas versiones de la mecánica Piaggio. Afortunadamente eso no se transmite en vibraciones. MH declara una potencia de 13 CV exactamente la misma que Honda atribuye a su SH125. Sin embargo, mientras que la marca del ala extendida consigue una velocidad máxima real de 110,6 km/h en llano, el Fasty se conforma con 105,5 km/h de verdad (que no está mal simplemente por el hecho de superar la barrera de los cien), medidos con la misma telemetría, y que se corresponden con unos optimistas 120 km/h de velocímetro. Y no es que el SH tenga un desarrollo largo; nada de eso como puedes comprobar si comparas las aceleraciones que registramos para el modelo de Honda. En cuestas abajo, el Fasty hace honor a su denominación y se pone mucho más contento llegando a ver los 130 km/h de velocímetro.

Obviamente, si le das a elegir se encuentra más cómodo el Fasty rodando por carretera abierta. Aquí también hace una buena función el pequeño parabrisas anclado al manillar que desvía el aire de marcha justo a la altura de tu barbilla, y así quita presión sobre el pecho y frío en invierno.

Línea de tierra

El freno de disco delantero nos dejó un buen recuerdo por potencia y dosificación. Está claro que sus de 260 mm de diámetro y la pinza de triple pistón hacen mucho. En cambio, el disco trasero de 220 mm no se hace notar tanto, posiblemente porque se encuentra centrado con la rueda posterior y no se refrigera del todo bien. A todo esto, conviene subrayar el sistema ABS del Fasty encomendado a un Bosch de generación 10; sus latidos cuando entra en acción son casi imperceptibles en la maneta y curiosamente no es tan propenso a actuar en la rueda trasera y apura más el bloqueo como pasa también en la delantera.

Por suspensiones nos encontramos con un conjunto cómodo por su excesivo tarado blando que se hace extensible también a la horquilla, algo que no nos suele ocurrir. Los amortiguadores traseros cuentan con precarga ajustable en cinco posiciones y tal como vienen de serie se encuentran en la posición más blanda. Casi seguro que endureciéndolos a la posición intermedia ganaría mucho el Fasty sobre todo evitando “flanear” a alta velocidad, pero no lo pudimos probar por la poca accesibilidad que ofrece el ajuste.

En cuanto a los neumáticos, parece que la nueva marca oriental Timsun cuenta cada vez más con más marcas adeptas, sobre todo por la confianza que dan en seco, así como las pocas ocasiones que pudimos probarlos en mojado que no es el caso del modelo que nos ocupa.

En compañía

El Fasty tiene una gran envergadura y de ello se aprovecha un ocasional pasajero disponiendo de un asiento amplio, mullido y bien limitado del piloto. Sin baúl resulta fácil acomodarse en el asiento de atrás y dispone de sólidas asideras laterales para agarrarse que forman parte del portabultos. Los pies descansan en unas estriberas fijas bien diseñadas para no tener que arquear las piernas.

Con lupa

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Espectacular el disco delantero con 260 mm dando un buen “bocado” la pinza que le acompaña con tres pistones y latiguillo de trenzado metálico exento de deformaciones por excesivas presiones. En el centro se ve la rueda fónica del ABS Bosch.	La forma de los cárteres delata la procedencia Scarabeo del motor del Fasty situando el bulto de la polea conducida del embrague más adelantada de lo habitual. Es un motor muy compacto y en el que se aplica mucha tecnología.	La pata de cabra o caballete lateral se encuentra muy adelantada. Es corta e inclina mucho el scooter pero consigue darle mucha estabilidad en los estacionamientos rápidos. Por supuesto, desconecta el encendido cuando está extendida.
De primeras somos reacios a aceptar unas estriberas fijas para el pasajero. A ciegas preferimos para él unas desplegables. Pero lo cierto es que las del Fasty resultan cómodas y no obligan a arquear las piernas.	Como mandan los cánones del “rueda alta”, la plataforma para apoyar los pies es plana. Esto facilita subirse y bajarse del scooter, sobre todo en uso urbano, emplearlo para transportar objetos grandes entre los pies y, para el público femenino, vestir falda.	En teoría, un disco trasero situado en el plano de simetría permite que el vehículo no se desvíe a un lado. En la práctica, no somos capaces de apreciarlo y además se “achicharra” por escasa refrigeración perdiendo potencia si se abusa mucho de él.
Los amortiguadores traseros son largos y dan mucho recorrido a la rueda. Cuentan con doble paso de muelle y un almenado de ajuste de precarga en cinco posiciones, ajustado de serie en la posición más blanda. Le falta accesibilidad para el ajuste.	El Fasty cuenta con un parabrisas de media altura completamente transparente, aunque la vista del piloto siempre está por encima de su canto superior. El aire lo desvía a la altura de la barbilla, quitando presión en el pecho y frío en invierno.	A ambos lados de los cantos del escudo delantero se encuentran estas rejillas que ayudan a evacuar el aire de marcha recalentado al atravesar el radiador sin dirigirlo a las piernas del piloto (aunque en invierno sirva como calefacción).
El faro en el manillar se pone al día adoptando una óptica con dos intensos módulos LED: el superior para las cortas (siempre encendidas) y el inferior para las largas. En el perímetro se encuentra esa guía luminosa iluminada también por LEDs.	El escudo frontal se ha remodelado por completo consiguiendo una personalidad propia que le distingue del Scarabeo. Los intermitentes pasan del manillar al escudo en formato LED, situando el radiador tras el panal de abeja.	El pasajero está bien cuidado en el Fasty con un amplio y cómodo asiento tapizado en símil cuero. A ambos lados se fijan las prolongaciones delanteras del portabultos que hacen de asas laterales.
Hasta las llantas de aleación en 16 pulgadas con cinco palos son las mismas del Scarabeo, solo que pintadas de negro y calzadas para la ocasión con neumáticos de la nueva marca Timsun que dan confianza en seco.	La tapa del lado derecho del motor esconde sólo el alternador, dejando en la parte inferior la varilla de nivel de aceite y, a su derecha, la bomba del agua. En el tubo colector se aprecia el abultamiento de un catalizador.	El silenciador de escape parece que no cambia exteriormente con referencia al Scarabeo. Está recubierto por una placa de acero inoxidable que protege de posibles quemaduras.
Nuevo diseño para el piloto trasero iluminado por una matriz de diodos con doble intensidad para la luz de freno y posición. Los intermitentes traseros, también de LEDs, dejan de formar un conjunto con el piloto y se fijan al guardabarros.	También reconocerás los componentes de la piña izquierda con el conmutador de luces que incluye posición de ráfagas, el de intermitentes y el botón de claxon. Los extremos del manillar no cuentan con contrapesos.	También son los mismos, los mandos de la piña derecha: conmutador eco/sport (en la práctica no encontramos ninguna diferencia de comportamiento), el botón de Mode que no sirve para nada, y el botón de arranque eléctrico.
La cerradura de contacto se encuentra a la derecha de la base del manillar. Además de las funciones habituales de contacto y bloqueo de la dirección permite la apertura del asiento.	La guantera central engaña por la gran superficie que ofrece su tapa. Sin embargo, cuando la abres descubres la escasa profundidad que tiene. Al final sólo sirve para llevar documentación.	Junto a cada piña se han incluido sendas tomas USB protegidas por tapones de goma. Están pensadas para utilizar el móvil como navegador en un soporte sujeto a los espejos retrovisores.
Al compartimento principal de carga bajo el asiento le falta profundidad y sólo podrás introducir un casco abierto. En la época del Scarabeo no estaba tan extendido el alojamiento para un integral en “rueda alta”.	Justo detrás del hueco para el casco se encuentra el depósito de gasolina con capacidad para 8 litros. Buena idea la de unir con un cable el tapón al bastidor para que no se nos pierda en los repostajes.	El cromado de los espejos retrovisores aporta elegancia al Fasty. Sobresalen ligeramente de los extremos del manillar, pero no hay peligro de golpearlos con otros vehículos. El anclaje inferior del mástil está protegido por una funda de goma.
Tercera toma de corriente en el Fasty, esta vez de 12V y tipo mechero de coche. Se encuentra en el mismo hueco del casco protegida por una tapa de goma. Si quieres cargar el móvil necesitarás un adaptador.	En la parte delantera del asiento se ha buscado la ubicación de otro elemento fundamental en un scooter: el gancho porta bolsos y bolsas. Cuando no se usa se pliega y no hay riesgo de enganchar la ropa.	Retirando la carrocería central queda la descubierto el grupo termodinámico del Fasty. Los que conozcan el motor Piaggio de marchas reconocerán de inmediato las formas del cilindro y tapa de balancines aunque con diferente inclinación.

El detallazo

El Fasty se pone a la última adoptando como cuadro de instrumentos una pantalla TFT a color legible incluso a plena luz de día. La pantalla muestra con grandes dígitos la velocidad de crucero, y concéntrico a esta se sitúa el cuentavueltas, y los niveles gráficos de temperatura del refrigerante y gasolina. En la misma pantalla aparece el reloj horario, temperatura ambiente, voltímetro y cuentakilómetros parcial y total. Los 8 testigos luminosos se sitúan a ambos lados de la pantalla, así como tres botones “táctiles” para los ajustes. La pantalla cuenta con un sensor crepuscular que en condiciones de baja luminosidad exterior (túneles, noche, etc) invierte los colores de la pantalla para no deslumbrar al piloto. Al ponerla en marcha, la pantalla saluda con el logotipo de Motorhispania y es posible la conectividad con el móvil a través de una App gratuita para los sistemas Android e iPhone.

Prestaciones con nuestro equipo de telemetría

Instrumentación Posición conducción Freno delantero	Precio Suspensiones blandas Hueco casco abierto