- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – AC
- Autor acción – Franco Guitart
- Fecha – 21/06/2015
No te puedes ni imaginar de lo que son capaces las motos eléctricas de offroad: enérgicas, potentes, rápidas, fáciles de conducir y además respetan el medio ambiente en todos los sentidos (emisiones de gases y ruidos). Con la Freeride EXC, KTM va más allá de lo que conocíamos estampando su sello deportivo de “Ready To Race”.
Desde luego, no hay un vehículo que deba dar mejor ejemplo de ecología que una moto offroad eléctrica por el simple hecho de estar en contacto íntimo con la naturaleza. Desgraciadamente no se fomenta su uso, porque al estar impulsadas por un motor, la ley las agrupa con las motos con motor de explosión. Se debería de hacer ver a los legisladores que una offroad eléctrica es tan inofensiva como una bicicleta de montaña o muy similar a una de pedalada asistida de campo. o incluso a la moto-bike de Bultaco. Hay países como Suiza que dan libertad total a las offroad eléctricas para circular por caminos de montaña.
Con la KTM Freeride e-XC que hemos tenido de pruebas descubres muchas cosas nuevas. Imagínate recorrer caminos sin hacer nada de ruido y sin contaminar gases por el escape: total respeto al medio ambiente. El único ruido que se emite es el discreto silbido del motor. Incluso descubres con esa ausencia de ruidos, sonidos que eran imperceptibles rodando con una offroad tradicional: el crujido al pisar una ramita con las ruedas o el contacto de los tacos de las ruedas compactando la arena suelta.
No es la primera offroad eléctrica que cae en nuestras manos. Hace tiempo que probamos la Quantya suiza. Fue la primera moto offroad eléctrica de serie. Sus creadores tenían una gran obsesión por reducir el peso recurriendo a baterías de polímero litio, suspensiones delgadas y neumáticos ultraligeros de escasa sección y lonas con los que reducías su agarre y arriesgabas más ante los pinchazos. Al final la báscula entregaba 91 kilos mucho menos que los 110 que pesa esta Freeride, y en la línea de una enduro 2T de 125 cc (94 kilos en la propia gama KTM) que sería su equivalente. Está claro que KTM no quiere adelgazar a costa de sacrificar con unas suspensiones de enduro firmadas por White Power o auténticos neumáticos de enduro.
El chasis empleado es un perimetral de tubo de acero simple cuna interrumpida combinado con unas placas en fundición para la parte central (soporte estriberas, anclaje superior del monoamortiguador y eje de basculante) y una pieza de plástico que hace de subchasis trasero. El basculante es de aluminio con anclaje directo (sin bieletas) para el amortiguador como ya acostumbra KTM.
El motor forma parte de la estructura de la cuna del chasis. Está refrigerado por agua y es capaz de entregar 22 CV de potencia pico, aunque la nominal es de 15 CV (o 11 kW) para adaptarse al carnet A1 y a la convalidación moto-coche. Pero lo mejor, y aquí es donde sacan pecho los motores eléctricos, es el empuje o par motor que es nada menos que de 42 Nm prácticamente constantes desde 0 revoluciones. Para que te hagas una idea, un motor de 125 cc puede dar poco más de 12 Nm de par (a más de 8.000 rpm), y sin salir de Moto125.cc tenemos la Piaggio MP3 500 con un par de 45,5 Nm: ¡casi lo mismo que la Freeride!
Encima del motor se encuentra el pack de baterías. Su peso es de 28 kg (la cuarta parte del peso total) y está pensada para ser extraída de su alojamiento y sustituirla por otra (Power Pack la llama KTM). De hecho tiene un asa para transportar, aunque se deberán aflojar cuatro tornillos con un vaso de 10 mm. El cargador también abulta y pesa lo suyo. Dispone de tres modos de carga: una de mantenimiento para dar una pequeña carga a la batería si se almacena un tiempo prolongado, otra normal y el de carga rápida que te permite cargar al 80% la batería en 50 minutos y al 100% en 80 minutos.
A bordo
Cuesta acomodarse en la Freeride. Su asiento se encuentra a 870 mm de altura sobre el suelo pero una vez arriba las suspensiones ceden y podrás hacer pie (en singular) si tienes 1,65-1,70 de estatura. Fundamental para apoyarte en parado para también para remar en trialeras y zonas difíciles. Como cualquier buena enduro que se precie de ello (y KTM entiende), la Freeride dispone de un asiento estrecho y con mullido tirando a duro. Estriberas y manillar caen bien con un tacto de mandos exquisito.
La autonomía de la Freeride es el talón de Aquiles como en cualquier vehículo eléctrico. Cuenta con tres modos de funcionamiento: el 1 con par motor reducido a la mitad y velocidad máxima de casi 60 km/h y los otros dos más cañeros, el 2 para contar con potencia a bajo régimen y el 3 para estirarlo al máximo con potencia a alto régimen. En plan excursión te sobra con el modo 1 y más en offroad sin pretensiones deportivas; piensa que a casi 60 km/h por campo vas a ritmo rápido. Lo normal en paseo es hacer medias de 45 km/h y saliendo de excursión con la batería llena sin dar mucho gas a tope tienes para hora y media aproximadamente, o lo que es lo mismo unos 60 km de autonomía. La Freeride es un vehículo legal y como tal puedes usarla por carretera; para ello viene equipada con luz halógena en el faro, piloto/luz freno trasero por LEDs y los intermitentes (que no equipaba nuestra unidad de prueba). Pero cuidado con los neumáticos sobre asfalto; no solo se desgastan más sino que su agarre es muy deficiente y peligroso en cuanto caigan cuatro gotas. Casi mejor moverse con la nueva Freeride SM que acaba de salir calzada con neumáticos de carretera en 17 pulgadas.
El modo 2 es el más indicado para un uso más alegre y autonomía media. Cuentas con toda la tracción desde parado (es fácil excavar un agujero en el suelo con tanta tracción de golpe) y aunque llegas a ver casi los 80 km/h en su velocímetro (muy de fiar, por cierto) puedes dosificarlo y conseguir autonomías de casi una hora.
En el campo se maneja con mucha agilidad. Se te cambia el chip sin querer y piensas que estás conduciendo una offroad normal y lo primero que echas en falta es que no tiene pedal de freno (lo segundo es la ausencia de cambio de marchas). En realidad los dos mandos de frenos se encuentran en las manetas del manillar como si se tratase de un scooter automático. Esos cambios de chip les debe pasar a muchos usuarios y puedes ver junto a la estribera derecha que lleva los anclajes para poner pedal y bomba de freno.
Línea de tierra
Los neumáticos que calza, son unos Maxxis Trialmax en el tren delantero y Maxx EnduPro en el trasero con las típicas medidas camperas (21 pulgadas delante y 18 detrás) se agarran bien en offroad, pero como ya te hemos adelantado, no son lo más conveniente para utilizar sobre asfalto en vías públicas.
La Freeride EXC es una enduro fácil de llevar y, con la marca KTM, no defrauda ni por suspensiones ni frenos. Centrándonos en el primer punto se emplean, como es habitual en la marca, elementos White Power en ambos trenes: horquilla invertida delante con barras de 43 mm y 250 mm de recorrido, acompañada por un monoamortiguador sin bieletas (el sistema PDS de KTM) que otorga 260 mm. De lo mejorcito que hay ya que la horquilla cuenta con regulación de la compresión (mediante unos tornillos en la parte inferior de las barras) y extensión (en la parte superior de las botellas). El amortiguador, por su parte, es oleoneumático con muelle de paso variable para conseguir progresividad y ajustable también en compresión y extensión, además de la precarga. KTM da la pauta en tres tipos de uso: confort, estándar y sport. De serie monta la estándar y te aseguramos que para uso excursión resulta excelente tragándose las irregularidades sin transmitirlas al conductor.
En cuanto a los frenos, la Freeride va más que sobrada dado su peso y velocidad punta. Confía en discos de 260 y 230 mm, con pinzas de doble y simple pistón -respectivamente- y ambas de anclaje radial. A todo ello añade una dosificación de muy buen tacto en las manetas del manillar.
En compañía
Aunque pueda parecer que el asiento es suficientemente largo para acoger dos plazas, lo cierto es que en la documentación de la Freeride aparece que es monoplaza, algo habitual en las motos de trial y enduro de competición y, con más motivo, en un vehículo eléctrico cuya autonomía se resiente por el peso extra de un pasajero. De ahí que no cuente con las necesarias estriberas y se confíe el subchasis trasero a una estructura plástica que soporta menos peso.
Con lupa
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El detallazo
El motor eléctrico de la Freeride es muy compacto y avanzado disponiendo de refrigeración líquida movida por una bomba por el lado izquierdo. Su potencia nominal es de 11 kW ó 15 CV lo que permite incluirlo en el catálogo de vehículos que se pueden conducir con el carnet de coche o con el A1. Pero proporciona picos de potencia máxima de 16 kW ó 22 CV. Sin embargo, lo más espectacular es el empuje o par motor de 42 Nm prácticamente constante en toda su gama de revoluciones que empieza desde 0 rpm, ya que los motores eléctricos no necesitan embrague. Otra característica es la ausencia de cambio de marchas. Más fácil de conducir, imposible: acelerar y frenar.
Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
MODO 1 | MODO 2 | MODO 3 | |
Aceleración 0-50 m | 5,09 s (51,5 km/h) | 3,84 s (70,2 km/h) | 3,59 s (71,3 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 8,45 s (54,7 km/h) | 6,25 s (77,4 km/h) | 5,98 s (78,0 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 27,79 s (56,2 km/h) | 22,97 s (79,3 km/h) | 19,52 s (80,0 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 66,25 s (93,2 km/h) | 50,21 s (79,3 km/h) | 46,49 s (80,1 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | NO LLEGA | NO LLEGA | NO LLEGA |
Velocidad máxima | 56,2 km/h | 79,3 km/h | 80,1 km/h |
Peso total lleno | 110,3 kg | ||
Reparto tren delantero | 48,3% | ||
Reparto tren trasero | 51,7% |
Prestaciones Facilidad de manejo Ecología |
Precio elevado Autonomía Peso |
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes
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