• Autor del texto – Vicente Arenas
  • Autor de fotos – VA/AMZ/AC
  • Autor acción – V.A.
  • Fecha – 05/03/2017

En Zamora hay muy buena afición por las motos. Allí nació nuestro campeonísimo Ángel Nieto y allí está la AMZ (Asociación Motociclista Zamorana) que preside Enrique González y que ha animado a David Martínez a exponer su colección de recuerdos de Kevin Schwantz en el mismísimo Museo Etnográfico de Castilla y León. La excusa perfecta para visitar Zamora y conocer más detalles de uno de mis pilotos favoritos. Desde Madrid sobre una Burgman 125 ABS… de Suzuki, por supuesto.


Suzuki Burgman Kevin Schwantz Si has pasado los cuarenta, sabrás perfectamente quién es Kevin “Pajarito” Schwantz. Piloto estadounidense, icónico de finales de los 80 y los 90 hasta su retirada en 1995. SI no tuviste la oportunidad de verle en directo, siempre podrás ver los múltiples vídeos que existen de sus carreras. Es un auténtico espectáculo.

Personalmente es mi piloto preferido junto con Freddie Spencer. Y la exposición de la mayor colección privada sobre él en el Museo Etnográfico de Castilla y León, Zamora, era la excusa perfecta para marcarnos una nueva aventura y probar en ruta el Burgman 125 ABS de Suzuki, la única marca con la que corrió Schwantz durante su participación en el mundial. Quisimos haber contado con una unidad ABS Euro4 de las nuevas, idéntica exteriormente a la conocida, pero no llegó a tiempo para el viaje y nos tuvimos que conformar con la Euro3 de las que ya quedan contados ejemplares en los concesionarios y cuya prueba podéis consultar aquí.

Suzuki Burgman Kevin Schwantz


En ruta

Suzuki Burgman Kevin Schwantz

Disponía del sábado 18 de febrero libre y me planteé acudir a la exposición, haciendo el viaje Madrid-Zamora ida y vuelta en el Burgman el mismo día. Quise salir a las 9 de la mañana, pero el cansancio acumulado de toda la semana me retrasó media hora. Depósito lleno, que estaba en reserva, con 8,8 litros y a las 9:45 emprendimos el Burgman y yo viaje en dirección Zamora.

El Burgman se comportaba perfecto y mantenía sin dificultad una velocidad de crucero entre 100 y 105 km/h de velocímetro a unas conservadoras 8.500 vueltas. Cuesta abajo se ponía más contento y llegaba al corte de las 10.000 revoluciones que se corresponde con 125 de marcador.

A ese ritmo, el testigo ECO del cuadro de instrumentos permanecía constantemente iluminado indicando que circulábamos con un consumo contenido, mientras que el ordenador de abordo indicaba un consumo entre 2,7 y 2,8 litros a los 100 km. Las fuertes pendientes hacían que se apagase el testigo, lo que correspondía a un inevitable aumento del consumo.

La protección es más que correcta, echando sólo de menos unos cubremanos en plena meseta castellana a mediados de febrero, elemento que no está disponible en el catálogo oficial de recambios de Suzuki, aunque sí unos puños calefactables.

La ruta transcurría con normalidad con las bajadas y subidas de velocidad según los desniveles de la carretera, pero siempre intentando mantener nuestra velocidad de crucero marcada de 100-105, para intentar cubrir los 242 km que nos separan de Zamora en dos horas y media.

Llegamos a Tordesillas sin novedad tras haber pagado los más de 12 € del peaje. Siempre me ha parecido muy injusto que paguemos lo mismo que los coches, pero la prisa por llegar a tiempo para hacer el reportaje y terminar antes de las 14:00, hora de cierre del museo al medio día, nos hizo recurrir a la AP-6.

Tras coger el desvío hacia Zamora, nos sorprendió la lluvia durante 40 km, percatándonos que el comportamiento ejemplar que habían tenido en seco los neumáticos IRC, dejaba de serlo. No llegan a ser peligrosos pero si se notaban más “nerviosos”. En un momento en el que me quedé solo en la carretera me dio por probar la efectividad del sistema ABS de Nissin con dos canales que equipa el Burgman; como siempre, en la parte posterior, salta con facilidad (muy intrusivo) y te detiene bien; delante, con suelo mojado, no es nada perezoso para entrar en acción (lo contrario en seco), pero recuerda que en estas condiciones los neumáticos IRC no se encuentran muy a gusto.


En la exposición

Suzuki Burgman Kevin Schwantz

A las 12:20 llegábamos a Zamora y nos dirigimos al Museo Etnográfico de Castilla y León, situado cerca del centro en el Parque Viriato.

Nos recibe, Enrique González, presidente de la AMZ, Asociación Motociclista Zamorana y nos presenta al dueño de la exposición, David Martínez que precisamente conmemora 25 años desde que empezó a recopilar material de Kevin. Al principio, lo recolectaba en los mismos circuitos de los Grandes Premios y en alguna tienda y, más recientemente, a través de internet y redes sociales, aunque nos reconoce que cuesta mucho conseguirlo en buen estado. Entablamos una amena conversación a la que se unen Luis Fernández, vicepresidente del club y Mario Bernal, colaborador de la exposición. Tras la charla e intercambiar tarjetas, nos dispusimos a ver Zamora rápidamente para que nos diera tiempo a regresar de día.


Un mechero

Suzuki Burgman Kevin Schwantz

Gracias a que se trata de una capital pequeña, pudimos recorrer los puntos emblemáticos de la ciudad en poco tiempo y a las 14:45 salimos en dirección a Madrid. El cuentakilómetros parcial marcaba 250 km y aún quedaban dos ladrillitos del nivel de gasolina. El consumo parece que es mínimo.

El tiempo, aunque nublado, nos está respetando con ligero viento y 9 grados de temperatura ambiente. Tras pasar de nuevo Tordesillas y llevar 320 km de viaje, se enciende el chivato de reserva por lo que nos desviamos en la primera gasolinera que encontramos y aprovechamos para comer algo. Muy buena autonomía la del Burgman 125 y el consumo mínimo para el buen ritmo mantenido, 2,75 l/100 km, exactamente lo que nos estaba indicando el ordenador de a bordo y pensábamos que pecaba de optimista.

Tras repostar moto y pilotos, nos quedan 170 km para llegar a Madrid. Esta vez decidimos volver por el Alto del León que hace de frontera entre las provincias de Segovia y Madrid. Además de ahorrarnos el peaje, nos divertirnos un poco con las curvas del puerto, donde el Suzuki nos hizo esbozar alguna sonrisa en las curvas cuesta abajo donde pudimos comprobar lo bien que se sujeta y la confianza que transmite. Y eso que calza ruedas de 13 y 12 pulgadas.

Suzuki Burgman Kevin Schwantz

Una vez en la A-6 sólo nos quedaba el trámite de llegar a Madrid, lo que conseguimos a las 17:45 sin el más mínimo problema. Nuestro Burgman se comportó de maravilla y nos permitió acudir a la exposición sobre Kevin Schwantz en Zamora, con un coste mínimo.

Como os decimos siempre, querer es poder y con nuestras 125 podemos ir al fin del mundo, como os iremos demostrando en sucesivas pruebas en ruta.


Quién es Kevin Schwantz

Suzuki Burgman Kevin Schwantz

Nació en Houston (Texas) en 1964 y participó en el Campeonato Mundial de Motociclismo en la década de los ’80 y ’90 en la que disputó 105 carreras. Llegó a ser campeón de la categoría reina (500 cc en aquellos tiempos) en 1993 y acumuló 25 triunfos, subiéndose al podio en 51 ocasiones. Fue fiel a la marca Suzuki en todas las temporadas portando su personalísimo número 34 excepto en la temporada ’94 que lo cambió por el número 1. Una vez se retiró, la FIM le rindió homenaje impidiendo que ningún otro piloto lo utilizara.

Fue un piloto muy querido por la afición de aquella época sobre todo por su peculiar pilotaje que compensaba la inferioridad mecánica de su montura. En este sentido, sus apuradas de frenada hicieron historia: “Cuando veo a Dios, sé que es el momento de frenar”.

Tras su retirada llegó a participar en el Nascar, uno de los más famosos Campeonatos automovilísticos de USA. Y de vez en cuando aparece en alguna carrera demostrando que sigue en forma. La última fue en 2014 en las Ocho Horas de Suzuka (Japón) donde acabaría tercero… ¡a sus 50 años!

 


Con lupa

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Suzuki Burgman Kevin Schwantz Suzuki Burgman Kevin Schwantz Suzuki Burgman Kevin Schwantz
Llegada a las puertas del Museo Etnográfico de Castilla y León en el centro de Zamora donde tuvo lugar la exposición dedicada a Kevin Schwantz. David Martínez, el dueño de la exposición, en una de las salas donde se encuentra un maniquí vestido de Kevin Schwants, una Suzuki con el número 34 y muchos recuerdos. Para recordar la moto de Kevin se utilizó una Suzuki RGV 250 con motor bicilíndrico dos tiempos decorada en plan réplica de los modelos de 500 cc que pasaron por sus manos.
Suzuki Burgman Kevin Schwantz Suzuki Burgman Kevin Schwantz Suzuki Burgman Kevin Schwantz
Una pared de esta sala recoge las camisas y camisetas de manga corta utilizadas por el campeón así como varios paraguas que le daban sombra en la parrilla de salida. Esta vitrina recoge un par de cascos con la decoración Lucky Strike utilizados en diferentes etapas de su trayectoria, junto con las correspondientes botas. Los dos paneles recogen la evolución cronológica de los monos de cuero utilizados por Kevin en las diferentes temporadas con sponsors principales de Pepsi y Lucky Strike.
Suzuki Burgman Kevin Schwantz Suzuki Burgman Kevin Schwantz Suzuki Burgman Kevin Schwantz
En la parte inferior de esa sala se encontraba esta vitrina en la que se reúnen diferentes gorras que utilizó en su carrera deportiva junto con revistas y fotografías. En esta sala preside la bandera de su estado natal de Texas. La vitrina encierra recuerdos de su etapa posterior a su retirada cuando participó en las carreras automovilísticas del campeonato Nascar de USA. Vicente Arenas, en el centro del grupo, posa con cuatro de los responsables de la exposición: a la izquierda Luis Fernández y Enrique González, y a la derecha, David Martínez y Mario Bernal.

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