• Autor del texto – Antonio Cuadra
  • Autor de fotos – AC
  • Autor acción – Antonio Cordero
  • Fecha – 19/08/2012

La última novedad de la marca francesa Goes es un scooter ciudadano. Un cóctel con muchos ingredientes que pretenden influir en su éxito: ruedas de 14 pulgadas en ambos ejes, ligereza, agilidad, amplio hueco de casco, sencillo y económico motor con refrigeración por aire forzado en la cilindrada de la convalidación, estética “superventas” y precio asequible.


Pues aquí tienes la última novedad de la marca Goes. Llega en pleno verano y justo antes del temido aumento del IVA, pero no es un scooter de capricho para emplear los meses estivales sino de un scooter para emplear a diario en los desplazamientos urbanos con muchas cualidades para ganarse al público de la convalidación.Lo primero que resalta de este modelo es la utilización de ruedas de 14 pulgadas, a mitad de camino entre las de 12 empleadas tradicionalmente en los modelos ciudadanos y las de 16 de los “rueda alta”. Una solución que busca el punto medio de las virtudes de ambos diámetros: manejabilidad y estabilidad al 50%. Los frenos empleados son de disco en el tren delantero y un clásico tambor en el posterior sin combinarlos.

La posición de conducción parece cómoda y amplia con un asiento muy envolvente y descansando los pies sobre sendas semiplataformas; nada de superficies planas como en la mayoría de los vehículos con vocación urbano, puesto que el depósito de 8 litros de capacidad discurre entre los pies. En la parte superior del travesaño central que forma se encuentra la trampilla con cerradura que da acceso al tapón para repostar.

Con este cambio de ubicación del depósito, se libera mucho espacio bajo el asiento. Este se abre desde la cerradura de contacto y da cabida a un casco integral con holgura para acompañarlo de otros objetos más pequeños, sobre todo sobre la tapa que esconde la batería.

El manillar también rompe con tradicionalismos al ser de tubo desnudo desprovisto de carenados. En cualquier caso resulta cómodo por sus formas con todos los mandos repartidos en sus dos piñas de conmutadores.

Aunque el tamaño del vehículo es muy inferior al de su hermano G 125 Max, ambos scooters comparten el mismo propulsor: un sencillo 2 válvulas con refrigeración por aire forzado y alimentación tradicional por carburador con unas formas exteriores que nos recuerdan a los motores de 400/500 cc de Piaggio.

Estéticamente, su parecido con otro modelo conocido le resta personalidad aunque lo compensa con un contenido precio de adquisición que no supera la barrera de los 1.700 euros.


Instrumentación

Muy vistoso. Preside el tablero de instrumentos, un reloj velocímetro central con “zona roja” marcada a partir de los 100 km/h (Goes declara una velocidad máxima de 110 km/h) y un par de pantallas digitales estrechas para mostrar el resto de la información. El resto de los huecos se rellena con testigos luminosos.

De la información mostrada en las dos pantallas digitales, prescindiríamos de la que nos informa de la tensión de la batería, innecesaria para un scooter de carburación con pedal de arranque. En su lugar resultaría más práctico un sencillo reloj horario.


De lejos



De cerca

(Haz click en la imagen para ampliar)

Una de las principales virtudes del TGX son las llantas de aleación de 14 pulgadas con cinco palos dobles. El tren delantero monta freno de disco mordido por una pinza de doble pistón paralelo. En el tren posterior también encontramos llanta de 14 pulgadas con la misma medida de balón que el neumático delantero. El filtro del aire no aspira de la zona de la rueda trasera sino del interior del vehículo: más limpio. Complementando al caballete central, el Goes TGX dispone de pata de cabra o caballete lateral para los aparcamientos rápidos. Proporciona un apoyo estable y es de las que no se recogen solas (con cortacorrientes).
La llave de contacto lleva adosada al mango un vaso hexagonal con el que se abre el obturador que incorpora la cerradura de contacto para evitar que nadie hurgue en el interior. La única ventaja de seguir confiando en los tradicionales carburadores es disponer de un pedal de arranque para cuando falla la batería. Algo de lo que pocos scooters urbanos sin inyección pueden presumir. El pasajero descansa los pies sobre unas estriberas abatibles situadas en la parte final de las semiplataformas. Con un poco de práctica se pueden extender con los pies sin necesidad de agacharse.
Todo el grupo óptico posterior está recubierto por un cristal o tulipa transparente, incluyendo los intermitentes. Hay mucha superficie iluminada (para hacerse ver) y su iluminación se confía a diodos LEDs. La única guantera delante de las rodillas del conductor es bastante profunda, boca estrecha y sin protección de cerradura. Ojo con lo que metes en su interior porque, si es pequeño, te costará sacarlo. La cerradura de contacto incluye un obturador que impide su manipulación. Desde esta cerradura se tienen las mismas funciones de una convencional más la apertura del asiento.
La forma del silenciador es un tanto original ya que se va agrandando y elevando conforme se llega al extremo final. Por el lado derecha se dispone de un semibasculante en el que se apoya el segundo amortiguador. La situación del depósito en el travesaño central obliga a poyar los pies en dos semiplataformas independientes. En marcha no llega a molestar para nada la separación de los pies. El manillar también se aparta de los cánones tradicionales de los scooters urbanos ya que está desprovisto de los carenados dejando a la vista el tubo desnudo. Eso sí cromado como la base.
Este es el asiento del pasajero, fácil de acomodarse por la baja altura del vehículo. El spoiler posterior se prolonga hacia delante formando unas cómodas asideras para que se sujete nuestro acompañante. El depósito de gasolina cuenta con ocho litros de capacidad. Se accede a él a través de esta trampilla con cerradura. El plástico de color negro que recubre la parte superior es más sufrido para aguantar el roce de los pies al pasar sobre él. Bajo el asiento hay espacio de sobra para un casco integral y otros objetos de menor tamaño que se apoyan sobre la tapa que da acceso a la batería en la parte posterior. Se abre desde el contacto.
Con el casco en la cabeza, este es el volumen que queda libre para transportar objetos. En el fondo de donde se sitúa el casco encontramos una trampilla para acceder al carburador y cable de acelerador. La piña derecha incluye, además del botón de arranque, el interruptor para el “Warning” o los intermitentes de emergencia (se iluminan los cuatro a la vez). Otro accesorio muy práctico. Todo el faro es de una pieza con gesto sonriente. En la parte inferior y central se incluye una doble óptica con sendas bombillas halógenas H4. Los intermitentes delanteros se sitúan en los extremos superiores y los iluminan bombillas con cristal naranja.
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes 


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