• Autor del texto – Antonio Cuadra
  • Autor de fotos – AC/Jordi Blondie
  • Autor acción – Antonio Cuadra
  • Fecha – 09/06/2011

La marca francesa Goes, importada por Jets Marivent, se ha labrado un reconocimiento en el segmento de los quad y ahora lo están extendiendo al mundo de las dos ruedas. Su última creación es este G125 Max (nada que ver con el modelo de 250 cc ya existente) que combina un gran tamaño y alto nivel de equipamiento con un precio muy asequible.


La dura crisis que estamos pasando hace que las marcas se las ingenien para ofrecer un buen producto a un precio asequible. Goes, por ejemplo, busca conseguir el mejor compromiso calidad-equipamiento-precio, diseñando en Europa sus modelos y fabricándolos en China, bajo su estándar de calidad, para, así, abaratar costes. Le ha funcionado muy bien en el mundo de los quads y ahora se están haciendo un hueco en el de las motos.

Aquí tienes su última creación: el G125 Max. Se trata de un scooter de aspecto muy ostentoso y que llama la atención por su gran tamaño para la cilindrada de 125 cc, algo fundamental para el usuario de la convalidación que busca tener mucha presencia aparentando incluso que lo que conduce es un megascooter de gran cilindrada. Y es que, casi nos atreveríamos a decir, que no hay ningún 125 cc que ose hacerle sombra en dimensiones, las cuales son muy similares a las de un 500 cc. Si lo comparas con un T-Max 500, se queda a centímetro y medio del modelo de Yamaha en longitud máxima, pero es que ¡lo supera en distancia entre ejes por poco más de 10 cm!

Las frías cifras lo dicen todo y comprenderás que, por alto que seas, no tendrás problema de acomodarte en su puesto de conducción: es amplísimo y vas sobradísimo. Lo natural es llevar las piernas extendidas en plan custom y, sin llegar a extremos de ir encogido de piernas, también puedes apoyar los pies en las plataformas horizontales, las cuales llevan un recorte justo por delante de las plataformas-estriberas del pasajero para “echar el ancla” sin separar mucho las piernas. En ese puesto de conducción se agradece el detalle de que el manillar se puede regular en altura, como el de una moto: ventajas de no carenarlo dejándolo a piñón fijo para todos los usuarios. Pero lo que no se entiende es que carezca de cualquier tipo de parabrisas, elemento que va a ofrecer Jet Marivent como accesorio.

El espacio para el acompañante es también “sobrao”, en todos los sentidos, con una longitud en la que, de no ser por el aire de marcha, podríamos separarnos del conductor para leer holgadamente un periódico. En ese manillar desnudo, encontramos un elemento que creíamos casi extinguido: la palanca del freno de estacionamiento. En el G125 Max se aprovecha el antiguo freno de tambor (lleva disco trasero) con esta función. Más que un hueco del casco bajo el asiento, el G125 Max esconde un auténtico trastero. El volumen encerrado marca récord en la categoría. Hay dos compartimentos: en el trasero caben dos cascos integrales sin dificultad: los echas por las buenas y cierra el asiento sin problemas, y hasta queda hueco alrededor de ellos para llevar otros objetos más pequeños; pero es que, además, existe una segunda bandeja, junto a la bisagra del asiento, para seguir metiendo cosas. Como detalle de calidad, el asiento se mantiene abierto con un hidráulico y se abre desde el contacto. A esa increíble capacidad de carga se añade una amplia guantera central (preparada para recibir una toma de corriente de 12 V) a la que se le echa de menos la cerradura, como también en las bandejas a los lados de la base del manillar: cuidado con dejar algo en su interior.


Las primeras sensaciones

Puño en mano

Impone ponerse en marcha con un scooter de tan gran tamaño, pero lo cierto es que pesa menos de lo que aparenta y se mueve con soltura. En realidad, está un poco “hueco” y lo descubres a través de la trampilla que da acceso al tapón del tanque de gasolina con 12 litros de capacidad. Goes declara unos discretos 147 kilos en la ficha técnica. No es para tanto el “transatlántico”, eso sí, guarda las distancias para moverte entre coches porque lo que no te quita nadie es que “abulta”.

Con todo esto, no te pienses que el motor es última tecnología y apura los 15 CV. Nada de eso: se trata de un sencillo 4T de 2 válvulas con refrigeración por aire forzado. Es otra de las claves para conseguir un precio ajustado. La marca declara justo la mitad del límite permitido, y en nuestro primer contacto en recorridos urbanos aceleraba dignamente, aunque es de prever que no saque pecho en cuanto a velocidad máxima. Bien por el equipamiento de frenos con discos en ambos ejes que resultan más que sobrados para lo que desarrolla.

Trenes

En el fondo, como ya te hemos comentado, es ligero, pero la distancia entre ejes tan larga no ayuda para “culebrear” con alegría en horas punta. Fuimos de los primeros en estrenarlo y acusaba un cierto balanceo al que, o bien nos terminamos por acostumbrar, o se disipó. La medida de 13 pulgadas en ambas ruedas está bien escogida, incluso no se harían ascos a algo superior, dado el más de metro y medio de distancia entre ejes. Lo que no estaban muy acertados eran los neumáticos, con un dibujo de tacos que parecían más apropiados para practicar el offroad. En lo que respecta a suspensiones, cumplen su cometido, con la única pega de que, al pasar un bache, se recuperan con mucha brusquedad.

Instrumentación

Otro de los puntos fuertes del Goes G125 Max está en su tablero de instrumentos. La verdad es que, en lo que se refiere a cantidad de información, no va muy sobrado -poco más de lo imprescindible-; lo mejor es la originalidad de su diseño, que seguro va a llamar la atención. Es completamente digital, aunque en la esfera central se ha simulado el funcionamiento analógico de su velocímetro. Ofrece un discreto contraste de gris sobre fondo negro, pero se hace ver muy bien por los cristales mates y no producen molestos brillos. Entre sus funciones, se incluye un nivel de carga de la batería, para evitar que nos deje tirados cuando llegue el final de su vida útil; aunque no hay nada que temer, porque el motor incorpora pedal de arranque.



Primer vistazo

El motor es un sencillo “dos válvulas” con refrigeración por aire forzado, que hace un buen papel en distancias cortas. La forma del cárter nos recuerda al motor MASTER de 400 ó 500 cc. Dispone de pedal de arranque: ventajas de seguir con el carburador. La trampilla que da acceso al tapón de gasolina (con cerradura) en el travesaño central deja ver a su alrededor que está “hueco” , precibiéndose la ausencia del radiador detrás de la rejilla del paso de rueda delantera. Buen detalle el de disponer de un caballete lateral que no se pliega solo, ya que cuenta con un cortacorrientes. Las plataformas del pasajero son tan amplias que no obligan a arquear las piernas. Delante de ellas, el recorte para facilitar poner los pies en el suelo.
El espacio “a mano” es amplio: la guantera central con profundidad (aunque no te fíes del lóbulo izquierdo con agujeros que se salen a la calle), y dos bandejas a los lados de la base de manillar. Por cierto, éste es regulable en altura, como en las motos. Otro detalle que le da “caché” es la cerradura de contacto que incluye un obturador para que nadie hurgue en su interior. Se activa con un enganche especial adosado a la llave. Desde la cerradura de contacto se abre el asiento. Delante hay buena luz: doble óptica con parábola multicónvex e iluminadas por sendas bombillas halógenas. Un poco más arriba de estas ópticas, las bombillas de posición y, arriba del todo, los intermitentes delanteros con bombilla naranja.
Por este lado se descubre que el motor es por refrigeración de aire forzado: hay un “caracolillo” en lugar de la bomba de agua. El tubo que se comunica con el escape es el del aire secundario. El freno trasero es de disco con el perímetro lobulado. Delante encontramos una robusta horquilla de botellas cromadas, rueda de 13 pulgadas con los cercos de las llantas cromados, y disco de freno lobulado. El neumático no es de fiar, con un dibujo de tacos más propio de una offroad. Comodidad tanto para el conductor como para el pasajero. El primero dispone de un envolvente respaldo lumbar, mientras que el segundo no se podrá quejar por lo largo de su asiento y unas estriberas amplias para apoyar sus pies.
Los puedes poner como quieras, y es que caben holgadamente dos cascos integrales de cualquier modelo y talla bajo el asiento. Incluso hay espacio para algunas cosas más. En los laterales hay dos compartimentos para guardar herramientas o la documentación. Y delante de este hueco, encontramos junto a la bisagra del asiento una segunda bandeja también con profundidad para llevar cosas. Fíjate en el detalle del hidráulico, que mantiene abierto el asiento. Una costumbre que se va perdiendo y que cada vez cuentan menos scooters de 125 cc es el freno de estacionamiento. El G-Max posee uno muy efectivo que se acciona con la palanca fijada debajo de la piña izquierda.

La dolorosa

No es tan hostil para el bolsillo. Pese al ostentoso aspecto del G-Max, tanto por dimensiones de megascooter grande, como por capacidad de carga, confort y equipamiento, Goes ha hecho un gran esfuerzo en estos tiempos tan difíciles ofreciéndolo por tan sólo 1.845 €. Donde no podrás escoger es en colores, ya que el G-Max se ofrece solamente en color negro.

Empaque general
Confort
Capacidad de carga
Acabados interiores
Velocidad máxima
Neumáticos

 

 

Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes 


Ver FICHA TÉCNICA/EQUIPAMIENTO/PRECIO/FOTOS del Goes G125 Max

 

 

Related Article