- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – AC
- Autor acción – Vicente Arenas
- Fecha – 23/3/2025
La joven marca china Kove se estrena en el segmento de la convalidación moto-coche con esta NK125R y con la clara intención de erigirse como un férreo muro infranqueable que cierre el paso a sus rivales en el mercado de las Naked Deportivas Premium. Cualidades y argumentos no le faltan como su potente motor de 14 CV y el exclusivo basculante monobrazo, y todo ello acompañado de un precio muy competitivo:3.299 €.

Sorprende que una marca china como Kove haya tenido una trayectoria tan meteórica ya que nació en el 2017 y ya se ha dado a conocer a nivel mundial participando en las tres últimas ediciones del Rally Dakar. En el 2023 sus tres motos participantes, 450 Rally Factory Edition, terminaron la prueba, al año siguiente fueron cinco de las seis motos inscritas que llegaron a meta en la categoría “Original”. Y ya en el último Dakar 2025 la participación de Kove ha sido mucho mayor entre los que se encontraba nuestro compatriota Javi Vega que concluyó las 12 etapas y 7.706 km de duro recorrido en el puesto sexto de la categoría “Original” (motos de serie) y 34º en la general. Incluso Vega, después de su llegada triunfal del Dakar, se inscribió junto con Marc Truyols en la Bassella Race 2025 acabando quinto en su categoría MaxiTrail Media después de sufrir una dura caída, mientras que Truyols se coronó campeón en Trail Race Ligera.
Si bien la especialidad de Kove se orienta hacia el offroad con modelos de enduro y rally, su importador en España, Motos Bordoy, ha querido que también participase en la competitiva categoría de las motos naked deportivas premium adaptando la 321R de su mercado doméstico con motor de 40 CV de potencia a la convalidación. Y no podía ser mejor el resultado ya que no es una moto pesada (declara 135 kg en orden de marcha y nuestra báscula lo corrobora con el depósito de 13 litros con 136,5 kg bien repartidos), recibe un bastidor multitubular más que sobredimensionado en el que se incluye su icónico basculante monobrazo así como las suspensiones de primera categoría con horquilla invertida de 41 mm y 145 mm de recorrido y monoamortiguador regulable en precarga con recorrido de amortiguador de 57 mm (que serán más aplicados a la rueda). Tampoco ha hecho falta cambiar los frenos, adoptando un voluminoso disco delantero mordido por una pinza de anclaje radial con 4 pistones y, detrás, uno de 240 con pinza de doble pistón, todo ello acompañado de un ABS que puedes ajustar en tres niveles (activado en ambas ruedas, solo en la delantera y completamente desactivado).
A toda esta buena base ciclo, Kove ha recurrido a una mecánica proporcionada por el grupo Loncin, que es la misma que equipa la Voge 125R y que es de origen Honda (la que monta la CB125R) caracterizada por su culata con doble árbol de levas y cuatro válvulas y caja de cambios de seis velocidades. Aquí cada marca personaliza la mecánica con una electrónica diferente en lo que respecta a encendido e inyección (al montar nuestra telemetría hemos visto que utiliza encendido por descarga inductiva), recurriendo al modelo que nos ocupa a una centralita Bosch para la inyección. Buena elección con un resultado final de 14 CV declarados a 9.500 rpm y un par de 10,8 Nm a 8.500 rpm.
Completa esta 125 el ya obligado alumbrado Full LED con faro de doble óptica superpuesta, un cuadro de instrumentos basado en una pantalla LCD a color con mucha información pero sin conectividad, escape recortado Slip On, batería de litio para contribuir a su bajo peso y unas formas de lo más agresivas. Se ofrece en tres colores, blanco, negro y rojo, a un precio de 3.699 € en oferta a 3.299 €.
A bordo
Kove declara que el asiento del piloto se eleva a 820 mm, una cifra elevada que puede echar para atrás a muchos potenciales usuarios, aunque, en la práctica, sirva como referencia que para tallas del metro setenta justo se llega con las dos plantas de los pies. Poniéndose en marcha se adopta una postura muy natural con la espalda erguida, para nada lo que aparenta su estética racing que te hace pensar en que tienes que cargar mucho peso en el manillar. Por cierto, el manillar es ancho casi más acorde con las offroad de mayor cilindrada aportando un mayor control sobre la dirección, aunque sea más propenso a golpearlo con los retrovisores de los coches.
En la ciudad se encuentra muy a gusto. Su contenido peso unido a una corta distancia entre ejes de 1.370 mm le dan mucha agilidad para moverse contribuyendo a esas buenas maneras el motor, que da tracción desde las 5.000 revoluciones, enlazando marchas con fluidez, suavidad y precisión. Tiene su doble personalidad: tranquilo sin tener que estar pendiente del cambio en regímenes medios, y divertido haciendo que suba de vueltas y jugando con el cambio. No hay vibraciones y el ruido de escape es ronco pero apagado. Los giros de maniobras los lleva bien.
En carretera también stampoco lo hace mal. No hay protección aerodinámica por lo que tendrás que pegarte al depósito para exprimir su velocidad máxima. En llano llegas a ver los 110 km/h en su velocímetro que se corresponden con 108,4 km/h de los de verdad (el error del velocímetro es bajo: 1,4%). Pero se pone más contenta cuesta abajo llegando a ver los 122 km/h de velocímetro que es cuando entra en acción el corte de encendido a 10.000 rpm. El desarrollo final es ligeramente largo.
En la piña de conmutadores derecha encontramos un interruptor etiquetado como Mode que debería ofrecer dos mapas para conducción económica o deportiva; el caso es que, en la práctica, no se nota ningún cambio de comportamiento y tampoco se ilumina ninguna indicación en la pantalla. Buena montura para divertirte en carreteras de montaña con muchas curvas, pero si vas de puntillas sobre las estriberas, notarás que el soporte de las estriberas del pasajero te molesta un poco.
En nuestra habitual prueba de consumo registramos 3,45 l/100 km en modalidad “cañera” los que se traduce en una autonomía mínima de 377 km sin visitar gasolineras.
Línea de tierra
Como te comentamos al principio, los frenos son los mismos que emplea un modelo de superior cilindrada y potencia. De ahí que nos encontremos con un gran disco de 320 mm de diámetro (así, de primeras, no recordamos ninguna 125 cc actual con ese tamaño) mordido por una pinza de anclaje radial con cuatro pistones: todo un lujo para una 125 cc. Detrás, los 240 mm del disco trasero también están sobredimensionados, aunque es una medida poco habitual pero sí que se ha empleado; este disco viene acompañado por una pinza de doble pistón. No decepcionan ambos frenos ni por potencia para detenerte ni por su dosificación, acompañados de un buen ABS poco intrusivo en ambos ejes que apura el bloqueo hasta el último momento y que podrás desconectar en la rueda trasera si te gusta tomar las curvas derrapando o en ambas ruedas, situaciones poco habituales en una moto para asfalto.
Las suspensiones de la NK125R trabajan en buena armonía destacando la buena contribución de la horquilla invertida por su rigidez ante la potencia del freno correspondiente. La trasera, aún sin disponer de funcionamiento progresivo por bieletas, hace una buena labor con el muelle de doble paso y sin tacto seco en rebote; cuenta con ajuste en precarga por tuerca-contratuerca en la parte superior con nula accesibilidad, aunque el tarado de serie te vale para uso en solitario o acompañado.
En cuanto a los neumáticos, volvemos a encontrarnos con la nueva marca Helios y con el mismo modelo, en idénticas medidas (110/70 y 140/60 sobre llantas de 17 pulgadas) que las utilizadas en la Voge 125R. Se trata de unas gomas con estructura interior de lonas radial muy habituales en motos de superior cilindrada y que proporcionan más rigidez a las deformaciones que las tradicionales diagonales. Dan muy buen agarre en seco (probamos la Kove antes de los diluvios).
En compañía
La NK125R le da un muy buen trato a nuestro pasajero. La única dificultad que tendrá será la altura para acomodarse en su asiento, pero una vez superada se encontrará cómodo disponiendo de unas estriberas bien situadas con una sólida asidera donde agarrarse que recorre todo su perímetro.
El detallazo
Sin lugar a dudas, lo que más va a llamar la atención de esta Kove NK125R (y eso que tiene muchos otros detalles para presumir) es en el basculante monobrazo: un detalle muy exclusivo que jamás habíamos conocido en una moto de 125 cc y que deja la rueda trasera completamente a la vista por su lado derecho. Los argumentos a favor de este tipo de basculante son su menor peso comparado con los de doble brazo, aunque, en contrapartida, requieren materiales especiales (fundición de aluminio para su brazo) y una mayor rigidez torsional para el eje trasero, detalles que repercuten en el precio, cosa que Kove ha sabido contener en un límite razonable. Destacamos además en este tren trasero la situación baja de la pinza trasera a favor del centro de gravedad y la del disco justo en el plano de simetría de la moto.
Con lupa
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Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
Aceleración 0-50 m | 6,38 s (51,1 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 9,41 s (66,6 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 22,54 s (94,6 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 43,86 s (104,3 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | 25,39 s (526 m) |
Velocidad máxima | 108,4 km/h |
Consumo | 3,45 l/100 km |
Autonomía | 377 km |
Peso total lleno | 136,5 kg |
Reparto tren delantero | 48,8% |
Reparto tren trasero | 51,2% |
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Componentes Premium Comportamiento Precio/calidad
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Sin conectividad Desarrollo largo Manillar ancho
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