Como vimos en el capítulo anterior, el scooter no solo es el vehículo mejor adaptado a los desplazamientos en una ciudad. En este capítulo veremos que, también es el que mejor conciencia ecológica tiene, contaminando y ocupando lo mínimo, y, a la vez, se adapta a las necesidades y ergonomía del usuario.
Respetuoso con el medio ambiente
Tu ciudad no es un caso perdido en el tema de contaminación. Apúntate a mostrar tu preocupación para solucionar el transporte urbano aparcando el coche (empleándolo sólo en trayectos largos fuera de la ciudad o con alta ocupación) y utilizando un medio menos contaminante, rápido y ligero como el scooter. Cuantos más seamos, conseguiremos que el aire de la ciudad sea más limpio, el ruido será menos molesto, no se despilfarrará la energía (sobre todo de combustibles fósiles), todos los ciudadanos mejoraremos en salud, y evitaremos la saturación de las calles y avenidas.
Adaptarse al usuario y a su uso
Es importante adaptar el scooter a nuestra medida para conseguir que nos siente “como un guante”, nos encontremos cómodos y rodemos con la máxima seguridad posible. Estos son los ajustes que debes tener en cuenta.