- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – AC
- Autor acción – Marta de la Cuadra/Miguel Ordovás
- Fecha – 24/5/2020
Cuando desconoces la respuesta correcta, el “comodín del público” es el recurso de los concursos televisivos para ser asesorado por los espectadores que asisten en el plató. Algo parecido le ocurre al Agility City 125 de Kymco, un auténtico superventas del mercado que ha logrado un reconocimiento popular de scooter robusto y económico de adquisición y consumo y que, este 2020, estrena un nuevo ‘look’ más Premium acompañado de una versión de 50 cc a imagen y semejanza.
Apareció justo a finales del 2008, aunque se debería considerar que fue un modelo de 2009 ya que sólo se llegaron a contabilizar 62 unidades en aquel año. Por aquellos tiempos se estaba iniciando una dura crisis, que incluso se compara con la actual, y su llegada fue un soplo de aire fresco aportando esa movilidad necesaria para los que tenían el carnet de coche en la cartera pero con los bolsillos algo precarios para poder estrenar un scooter utilitario de 125 cc. Todo un “Anti Crisis” como así parecen indicar las iniciales de su denominación.
Si bien el “inventor” de la fórmula “rueda alta” fue el Honda SH “Scoopy”, con el Agility City Kymco tuvo el mérito de popularizar las 16 pulgadas en todo la geografía nacional y no sólo en las provincias de Barcelona y Guipúzcoa donde domina con autoridad el SH. Desde entonces, el público de la convalidación asocia la “rueda alta” con la seguridad que imprime en estabilidad, aunque la campaña inicial de Kymco para este modelo (“El bache maldito”) hacía referencia a otra ventaja de las ruedas de gran diámetro que es el suavizamiento de los baches.
El caso es que el fenómeno Agility City contabiliza unas 60.000 unidades vendidas sólo en España en esa su primera década (en Italia también se vende muy bien aunque con el nombre Agility R16 y 16+), que no está nada mal, y en ese histórico del modelo hay tres primeros puestos (el último conseguido el pasado 2019) y otros tantos segundos puestos. No siempre ha sido el mismo modelo; de hecho con el cambio de la directiva de homologación Euro 3 a 4, el modelo original (cuya prueba podéis consultar aquí dio paso a la versión €4 aparecida a mediados del 2016 y con la que se estrenaba la inyección electrónica y un nuevo bastidor con llanta trasera de 14 pulgadas (la delantera sigue siendo de 16) y depósito de combustible bajo la plataforma plana para apoyar los pies.
Y llegamos al 2020 para daros a conocer el nuevo Agility City, o mejor dicho, los nuevos Agility City porque son dos: el 125 cc y un 50 cc homologado como ciclomotor. Entre tú y yo, el AC 2020 es el mismo 2ª edición del 2016, pero con modificaciones cosméticas propuestas por Kymco España. Ya lo hicieron modificando las suspensiones, mullido del asiento y capacidad del compartimento bajo el asiento de la 2ª edición, y ahora le hacen un ‘restyling’ con nuevos colores (blanco, negro y un elegante marrón bronceado), tapizado de asiento bitono y además en dos materiales diferentes (el que sirve de apoyo a pasajero y piloto con tacto de gamuza antideslizante), logotipo del modelo en negro brillante (o cromado para la versión negra), nuevo fondo del cuadro de instrumentos así como el marco triangular que lo envuelve, y protector del silenciador en color grafito.
Mantiene el mismo precio del AC 2019, 2099 €, aunque con el nuevo traje más elegante y Premium, se pierde el baúl trasero SHAD de 33 litros, que podrás añadir como accesorio por unos 200 € más (herrajes y baúl, pero sin tapa superior a juego). El nuevo de 50 cc también se ofrece de tarifa por 2.099 €, aunque está en oferta hasta el 30 de junio por 1.999 €. Es exactamente el mismo que el 125. Con casi los mismos cambios cosméticos pero, obviamente, utilizando un propulsor 4T de 50 cc alimentado por inyección, un solo amortiguador trasero, freno trasero de tambor, pinza delantera de un solo pistón sin funcionamiento combinado CBS, y un cuadro de instrumentos con fondo de escala en 80 km/h. En esos precios se incluye el regalo del seguro a terceros por un año (con opción a Todo Riesgo en el 125 cc por 165 € más), un regalazo muy destacable en el 50 cc ya que es la única marca que lo hace en esta cilindrada.
A bordo
Hay dos principales ventajas a la hora de reducir el diámetro de la rueda trasera de 16 a 14 pulgadas: que la altura del asiento baje y que se gane en capacidad de carga. Pues lo cierto es que ninguna de las dos ventajas se aplica al Agility City. Para empezar, el asiento se eleva por encima de los 800 mm (nivel crítico), concretamente a los 820 mm y curiosamente 815 para la 50 cc, cuando para ambas se declara el mismo recorrido de la suspensión trasera (81 mm). Más que un problema de altura es de anchura: las piernas se abren más y se complica lo de llegar al suelo con las dos plantas de los pies, sobre todo para las tallas por debajo de los 165 cm. Con respecto al volumen de carga, se ha ganado mucho espacio con respecto al AC 1.0, incluso Kymco España se lo ha trabajado para sacarle un poco más, pero no lo suficiente para poder guardar un casco integral como están haciendo las nuevas generaciones de scooters “rueda alta”; además, la ausencia de baúl trasero lo complica. Por cierto, los 5 mm de menos de la 50 cc no se notan.
Dinámicamente, reducir esas dos pulgadas de atrás no le resta demasiada firmeza en el trazado de curvas. Siguen mandando mucho en estabilidad las 16 pulgadas de la rueda directriz y detrás deja de ser tan rígida para entrar en las curvas, hasta “colea” un poco siempre bajo control, pero le da un plus en agilidad urbana para reforzar la virtud que declara por definición en su denominación.
Subiendo los pies a la plataforma plana, se adopta una postura cómoda y relajada con todos los mandos del manillar en su lugar correcto. Además, el nuevo fondo del cuadro de instrumentos ayuda a consultar la información de un rápido vistazo, lo malo es que el antiguo fondo lo hereda la hermana pequeña.
El aporte de la inyección le imprime mucha suavidad al motor. No es precisamente un “dragster” acelerando a la salida de los semáforos porque en comparación con la primera versión de carburador se le ha alargado del desarrollo final, y eso le da ventaja si vas a hacer carretera o vías de circunvalación ya que conseguimos superar por los pelos la barrera de los 100 km/h reales (unos 108 según la aguja del velocímetro). El bajo consumo conseguido con la inyección, refuerza aún más el carácter económico del Agility City.
Línea de tierra
Seguimos sin poder probar en mojado los neumáticos Kenda del Agility City. Pero prometen, ya que al menos dan mucha confianza en seco. Comparados con los CST anteriores están a años luz, sobre todo en rigidez de la carcasa delantera que terminaba desequilibrando el neumático y produciendo un molesto efecto de bacheado.
Los frenos de disco ofrecen mucha potencia y dosificación. El efecto combinado es muy suave (todo lo contrario de su hermano Miler que parece compartir los mismos elementos) y con una pinza de doble pistón mordiendo un disco de 240 mm, se consigue una potente frenada trasera que no se fatiga nada si se abusa de él, algo muy necesario en un scooter automático con nula retención del motor. En el caso del 50, pues ya sabes que somos detractores de los tambores pero dado su bajo peso (11 kilos menos de diferencia oficial) y con una velocidad máxima real que no pasa de los 45 km/h aunque veas que la aguja se pone en casi 55.
Las suspensiones van bien: la horquilla con barras de 33 mm absorbe bien las irregularidades y, detrás la pareja de amortiguadores de la 125 cc esta bien conjuntada funcionando sin rebotes secos. La precarga viene de serie en la posición más baja y mejor ni la toques, ni siquiera para llevar pasajero. El único amortiguador trasero de la 50 cc lo hace bien de muelle (también cuenta con doble paso) pero sí que acusa unas recuperaciones un pelín bruscas.
En compañía
El Agility City cuida muy bien al pasajero con un asiento lo suficientemente largo para dar cabida a las dos plazas sin apreturas. Además, los pies descansan en unas estriberas que se despliegan presionando simplemente un botón con el pie (sin agacharse ni tocarlas). La ausencia del baúl se lo pone fácil para pasar una pierna al otro lado, y los prolongaciones delanteras del portabultos hacen de asideras laterales con un agarre fácil y cómodo.
Con lupa
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El detallazo
Siempre hemos comentado que lo mejor para el pasajero es apoyar los pies en unas estriberas desplegables (mejor que las fijas que montaba la primera serie del AC) y, cuando viajemos solos, recogerlas para ganar unos centímetros de anchura. La solución que encontramos en el Agility City reúne esos requisitos pero va más lejos aportando un botón que las despliega automáticamente sin necesidad de agacharse (se activa con el mismo pie) y sobre todo de utilizar las manos: muy higiénico, vete a saber lo que habrá pisado nuestro acompañante.
Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
Aceleración 0-50 m | 5,65 s (47,4 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 9,01 s (58,5 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 23,93 s (81,8 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 48,12 s (93,1 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | 105,10 s (2.525 m) |
Velocidad máxima | 100,1 km/h |
Consumo | 3,07 l/100 km |
Autonomía | 228 km |
Peso total lleno | 134,9 kg |
Reparto tren delantero | 38,1% |
Reparto tren trasero | 61,9% |
Frenos Comportamiento Fiabilidad |
4 cerraduras Guantera pequeña Pata de cabra autoplegable |
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes
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Rivales directos | Daelim S16 125 Hanway Flash 125 Honda Vision 110 Kymco Miler 125 Peugeot Tweet 125 |
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