• Autor del texto – Antonio Cuadra
• Autor de fotos – Bordoy/QJ
• Autor acción – AC
• Fecha – 28/4/2024

QJ Motor está apostando fuerte para introducir la marca en España. En menos de dos años ya conocíamos su amplia tarjeta de visita compuesta por modelos de motocicletas en todas las especialidades que cubren las cilindradas desde los 125 hasta los 800 cc. Pero no estaba del todo completa. De hecho, se echaban de menos los scooters.

Y para cubrir esta especialidad nos sorprendieron en Castelldefels con tres novedades: el polivalente compacto MTX 125 que os mostramos la semana pasada, un Gran Turismo de media cilindrada Fort 4.0, y para completar el podio este LTR 125: un scooter clásico de diseño Neo-Retro. Con estos tres modelos, la gama de QJ Motor agrupa 16 modelos, y todavía queda por llegar el ATR 125, un scooter CrossOver siguiendo las tendencias del mercado.

QJ Motor LTR 125

La segunda novedad de QJ en 125 cc es el scooter clásico o retro LTR. Como su hermano, el LTR está impulsado por un motor refrigerado por agua con culata de cuatro válvulas que rinde también 14,7 CV a 8.750 rpm pero se trata de una base mecánica diferente y sin el sistema híbrido. Sí incluye también el sistema de parada a ralentí Start&Stop. Ni por potencia, ni por refrigeración, el motor de la LTR tiene rival en su categoría.

Lo que más nos ha llamado la atención de este LTR es la originalidad de su asiento con un tapizado guateado con formas de rombos. Además, te adelantamos que es un asiento amplio en el que presumiblemente se acogen holgadamente dos plazas. Bajo el asiento con apertura junto a la cerradura de contacto (con obturador del bombín) solo se da cabida a un casco jet, pero lo compensa el baúl Shad SH33 que se incluye de serie en el que sí cabe un casco integral y muchas cosas más y que, como en el MTX, monta una tapa superior a juego con el color de la carrocería. El hueco del casco comparte espacio bajo el asiento con un depósito de 6 litros de capacidad.

También resulta original el “mascarón de proa” del emblema QJ montado en la parte inferior de la nariz del escudo.

El cuadro de instrumentos es más sencillo y se basa en una pantalla LCD de gran nitidez. El manillar incluye un faro rectangular que trae recuerdos al de las antiguas Lambretta pero con el toque moderno del doble foco LED con guía luminosa en forma de ceja que hace de luz de posición. Detrás, el piloto tiene forma de arco con una guía luminosa en su perímetro y matriz de diodos en el interior para las luces de posición y frenado. Los cuatro intermitentes se enrasan con la carrocería y lo forman hileras de LEDs.

Ruedas de 12 pulgadas en ambos ejes con discos de 220 y 190 mm y sistema ABS de dos canales, algo inédito en el segmento de los scooters “vintage”.

El puesto de conducción es muy amplio (por alto que seas, jamás te golpearás las rodillas) disponiendo de plataforma completamente plana para apoyar los pies. En el salvapiernas se han dispuesto dos sencillas guanteras abiertas, disponiendo junto a la de la izquierda de una toma de corriente USB bajo una tapa de goma.

En marcha, aún empatando ambos scooters en cuanto a potencia máxima, nos ha parecido mucho más enérgico en la respuesta el LTR e incluso hasta más rápido, llegando a ver en su velocímetro los 122 km/h, lo que le permite moverse con soltura en vías de circunvalación y hasta en cortos recorridos por carretera abierta, sin olvidar su excelente manejabilidad en los desplazamientos urbanos que es donde se encuentra más cómodo.

El motivo de esa mayor velocidad que pudimos comprobar en tramos de carretera, se debe casi con total seguridad al menor peso del LTR frente al MTX: nada menos que 20 kilos en orden de marcha (118 kg para el LTR y 138 para el MTX).

En el precio, el LTR coincide con el MTX ofreciéndose por 2.999 € con baúl trasero y la exclusiva garantía de 6 años que ofrece QJ a todos sus modelos. Se puede elegir en tres colores: blanco, azul y negro.

En definitiva, dos modelos de scooters dirigidos al público de la convalidación coche-moto que tienen buenas virtudes para destacarse en sus respectivos segmentos.

Primer vistazo QJ LTR

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La cerradura de contacto es mecánica con obturador para proteger el bombín de su manipulación. La misma llave sirve para abrir el baúl Shad SH33. Junto a la cerradura encontramos el botón para abrir el asiento.	La pantalla del cuadro de instrumentos se basa en una pantalla TFT de alta nitidez con el velocímetro en su centro, niveles de gasolina y temperatura en el arco por encima, y totalizador/parcial con reloj debajo. En la parte superior vemos 5 testigos.
El tapizado del asiento es guateado con forma de rombos. Le aporta originalidad y un toque “vintage”. Es amplio incluso para acomodar a un pasajero.	El espacio principal de carga solo da cabida a un casco abierto situando detrás el depósito de gasolina con capacidad para 6 litros. En uno de los rincones del hueco del casco se encuentra el vaso de expansión del circuito de refrigeración.
Resulta poco habitual encontrarnos con un scooter “retro” con motor refrigerado por agua, para lo cual sitúa el radiador adosado al lado derecho del motor. Y además con casi 15 CV de potencia.	A modo de “mascarón de proa” sobre la nariz del escudo frontal encontramos una figurita cromada con el emblema de QJ.
El faro es 100% LED con forma rectangular de inspiración Lambretta. La guía luminosa hace de luz de posición a modo de ceja en la parte superior.	Los cuatro intermitentes son verticales y están enrasados con la superficie de la carrocería iluminándose por una hilera de diodos LED.
Ruedas de 12 pulgadas con un diminuto freno de disco delantero de 220 mm mordido por una pinza de doble pistón y ABS de dos canales.	Amplia plataforma plana para apoyar los pies. La tapa que vemos en el lado derecho de la plataforma da acceso a la batería.
En el salvapiernas se sitúan dos guanteras abiertas y en medio de ellas el práctico gancho para colgar mochilas, bolsas y bolso. Por encima de la guantera izquierda vemos una tapa de goma que oculta una toma USB.	El piloto trasero es muy retro con forma de arco. La guía luminosa tiene forma de arco recogiendo en su interior una matriz de diodos LED para las luces de posición y freno.
El motor es muy compacto con refrigeración líquida, culata de cuatro válvulas y 14,7 CV de potencia. Dado el bajo peso del LTR, se muestra muy brioso.	La piña derecha agrupa el interruptor para el sistema Start&Stop, intermitentes de emergencia (en rojo) y el botón del claxon. El sistema de parada a ralentí, parará el motor si el scooter no se mueve más de 3 segundos y si la temperatura del motor supera los 65º.
La piña izquierda reúne los mandos habituales: el conmutador de cortas largas, intermitentes y botón del claxon.	En el equipamiento de serie se incluye un baúl de la marca española Shad con capacidad para 33 litros en el que cabe de sobra un casco integral y algunas cosas más. La tapa superior va a juego con el color de la carrocería: blanco, azul y negro.