• Autor del texto – Antonio Cuadra
• Autor de fotos – Moto125.cc
• Fecha – 26/04/2015

El período de rodaje es el más importante en cualquier vehículo. De ello dependerá su comportamiento en el futuro: longevidad mecánica, fiabilidad, prestaciones y consumo de combustible. Si a ello le añades un buen mantenimiento tendrás asegurada tu inversión a muy largo plazo.

Acabas de comprar tu nueva moto o scooter de 125 cc, pero no te impacientes lanzándote a carretera abierta o a una autopista para “estrujarle” su máxima velocidad. El motor de tu 125 cc necesita que sus diferentes componentes mecánicos se ajusten entre sí. Es lo que se conoce como etapa de rodaje. Y ese ajuste debe ser progresivo y meticuloso. Cualquier mal trato que se le de en la etapa de rodaje se arrastrará durante toda la vida del vehículo; no pienses que corrigiendo después lo que no has hecho en el rodaje, el motor se regenerará.

El ajuste entre los componentes consiste en un acoplamiento y asentamiento. Como consecuencia del rodaje, las piezas metálicas se van a pulir entre sí para encajar a la perfección. El rodaje no solo afecta al cilindro con el pistón, sino también a los accionamientos de válvulas en culata, a la caja de cambios, la reductora en los motores automáticos e, incluso, a unos neumáticos nuevos y a los frenos. Así que veamos cómo rodarlos uno a uno.

Cilindro-pistón

Es el principal rodaje de un vehículo. Aunque a la vista te parezca que la superficie interior del cilindro (la camisa) esté pulida como un espejo, lo cierto es que, a nivel microscópico, es muy irregular y, como consecuencia, se tiene adaptar al paso del pistón. Piensa que cada punto de la camisa va a ver pasar el segmento del pistón unas 10.000 veces por minuto de media (correspondiente a 5.000 rpm; en cada revolución se pasa dos veces por el mismo punto) o, lo que es lo mismo, a la supersónica velocidad de 167 veces por segundo. De ahí la importancia de este rodaje.

Esto es lo que deberás tener en cuenta:

	Al no estar pulidas las superficies del cilindro y segmentos, va a aumentar la temperatura entre ambos por la fricción que inevitablemente se produce. Cualquier sobrecarga que se le de al motor durante el rodaje puede aumentar aún más esa temperatura y producir un agarrotamiento entre ambos (gripaje). Nunca fuerces el motor en el rodaje.
	Además de calor, ese roce entre cilindro y pistón producirá pequeñas limaduras metálicas que se mezclarán con el aceite. De ahí que los fabricantes consideren que se debe hacer un cambio de aceite-motor a los primeros 500 ó 1.000 km (dependerá del fabricante) para sustituir ese aceite con limaduras por uno limpio.
	También se debe limpiar el filtro de tamiz y cambiar el cartucho del filtro de aceite. Piensa que si se obstruyen por las limaduras que retienen, el circuito de engrase se atasca y el gripaje, con todas sus consecuencias, será inevitable. En el taller también deberán limpiar los contornos de los cajeados de ambos tipos de filtros. Si quieres curarte en salud, haz dos cambios consecutivos de aceite-motor y filtros: si te recomiendan a 500 ó 1.000 km, hazlo a los 1.000 ó 2.000 km respectivamente y después respetas la frecuencia de las revisiones del Plan de Mantenimiento.
	Dosifica el esfuerzo del motor. Si en el manual de usuario el fabricante dice que hay que hacer 1.000 km de rodaje, haz los 500 primeros a medio gas, o no pasando de la mitad del régimen donde empieza la zona roja del cuentavueltas, o procurando no pasar de 50 km/h de velocímetro. Paciencia: hacer el rodaje una cientoventicinco es tedioso. Si te estrenas en la convalidación aprovecha para hacer tu rodaje con el de tu moto.
	En los siguientes 500 km sube un poco más el ritmo: no pases de 3/4 del recorrido de acelerador, 70% de la zona roja del cuentavueltas o unos 70 km/h de velocidad. Si tienes que pasar del límite ocasionalmente no pasa nada, siempre que no abuses.
	Nunca mantengas el mismo régimen del motor durante más de 2 ó 3 minutos. Si no se acostumbra a esas revoluciones y será perezoso para subir de vueltas. Por esa razón, huye de las carreteras abiertas y vías de circunvalación.
	El mejor campo de rodaje para una 125 cc es la ciudad. La velocidad máxima son 50 km/h y con los semáforos, cambios de dirección, y cedas al paso en glorietas o pasos de cebra, llevarás el motor en todos los rangos de revoluciones.
	Aunque el fabricante considere que a los 1.000 km se ha acabado el rodaje, notarás que pasado el rodaje oficial el motor se seguirá “soltando” y hasta que no llegues a los 2.500 km no le notarás que va redondo y es capaz de rendir al máximo.
	El tratamiento interior de la camisa del cilindro influye mucho en el tiempo de rodaje. Uno nickasilado o cerámico se suelta antes que un cilindro de hierro que ofrece un tacto más duro.
	Ojo con los modelos fabricados en China. No es por la calidad del motor sino por la de los aceites. La calidad no es la misma de los occidentales y si no quieres tener problemas, lo mejor es hacer un cambio de aceite en el km 0.
	Cuidado con los niveles. No se trata de verificar niveles cuando se rellena de aceite nuevo, sino comprobar de vez en cuando que no existe una pequeña fuga por defecto de fabricación que vacía el cárter llevando a un inevitable gripaje. Si lo detectas a tiempo, te lo deben arreglar en garantía. Tómatelo como costumbre después del rodaje.
	Al rellenar con aceite nuevo, verifica que el nivel se encuentre entre las marcas de máximo y mínimo. Si te pasas, el motor irá frenado, y si no llegas corres el peligro de griparlo.
	De origen la sección del cilindro es una circunferencia pero con el uso, el pistón lo desgasta hacia una ligera elipse. De ahí el desgaste que debe sufrir en el rodaje el cilindro y la cantidad de polvo o limaduras metálicas que se producen.

Culata-válvulas

Los motores 4T son mayoría en el segmento de las 125 cc. Así que, además del cilindro deberás tener en cuenta las válvulas. En principio casi va de la mano del rodaje del cilindro (piensa además que se mueven a la mitad de velocidad del pistón), pero no está de más recordar un par de consejos:

	Tómatelo como costumbre y no solo para hacer el rodaje: asegura una buena lubricación en frío de la culata. Para ello, cuando arranques el motor por las mañanas, déjalo al menos un par de minutos a ralentí para que la bomba impulse el aceite del cárter a la culata. No es un tiempo perdido: aprovecha para cerrarte la cazadora, ponerte el casco y los guantes.
	Después de esos 500 ó 1.000 kilómetros que fija el fabricante para hacer la primera revisión, comprueba el juego de válvulas. Puede que haya cambiado porque las válvulas se fijan más en sus asientos.

Caja de cambios

Otra parte del motor que no hay que olvidar en el rodaje. Las distintas parejas de piñones que corresponden a cada marcha, así como el mecanismo del selector necesita rodaje para “limar asperezas” entre los piñones y conseguir que el cambio sea más preciso. Unos consejos especiales para este mecanismo:

	Juega con el cambio. Procura moverte con todas las marchas porque si no dejarás las más rápidas sin rodar (quinta o sexta). Volvemos a insistir que el mejor campo de rodaje es la ciudad. Si lo que tienes es una offroad, el campo también les sienta muy bien pero sin buscar “trialeras” o pendientes difíciles donde se lo vas a hacer pasar mal.
	Antes, en el apartado cilindro-pistón te comentábamos que lo llevaras a medio o 3/4 de puño. Pero no lo hagas con marchas largas ya que le harás trabajar más al motor forzando su par motor. Lleva la marcha que necesites y utiliza las largas (quinta o sexta) para las cuestas abajo.
	En un motor 4T con cambio de velocidades se utiliza el mismo aceite-motor para el engrase del cilindro-culata que para el cambio. Al final, las limaduras de los piñones del cambio se mezclarán en el aceite con las del cilindro-pistón y culata, y en el cambio de aceite y filtros las eliminarás.
	Emplea el aceite que recomiende el fabricante. Para el cilindro-culata-pistón se emplean aceites con aditivos antifricción (bien para los scooters automáticos) y estos no se llevan bien con los embragues multidisco en baño de aceite.

Reductora

Todos los motores automáticos de los scooters necesitan reducir las revoluciones después de pasar por el variador para adaptarlas al giro de la rueda posterior. Lo habitual es encontrarnos con una reducción por engranajes en dos etapas, todo ello encerrado en un cárter independiente con su baño de aceite. Lógicamente, los cuatro piñones tienen que acoplarse entre sí y soltarán virutas o limaduras que eliminaremos con el correspondiente cambio de aceite de la reductora.

	No emplees para la caja reductora el mismo aceite que para el motor. Este aceite es de transmisión (tipo SAE 80 ó 90) y es mucho más denso.
	Al ser más denso necesitarás más tiempo para vaciarlo por el tornillo de drenaje, aunque lo compensarás por su menor cantidad. Si lo drenas después de haber rodado al menos un cuarto de hora, será más fluido y se vaciará mejor. Pero cuidado porque todo estará más caliente. Para verificar que se ha vaciado del todo, haz girar la rueda trasera un par de vueltas para que se muevan los engranajes y suelten el aceite que queda entre ellos.
	Introduce la cantidad de aceite que recomienda el fabricante mediante una jeringuilla o aceitera. A veces la cantidad está grabada en el mismo cárter. Si te pasas, el exceso de aceite frenará el motor y, si te quedas corto, puedes gripar los engranajes por falta de engrase.

Frenos

Por tu propia seguridad, es otro rodaje que no debes olvidar y recordar, porque cuando se desgasten los frenos, deberás volver a repetir este rodaje. Es un rodaje rápido que no tiene por qué durar más de 100 km (con 50 km en ciudad es suficiente). Ahí van nuestros consejos.

	El rodaje de los frenos afecta más a los de tambor que a los de disco. Piensa que en los primeros, la forma de media luna de las zapatas se debe adaptar al cilindro del tambor. El polvo de los ferodos que se produce en el desgaste se debe retirar del propio freno donde se acumula y para ello se debe desmontar la rueda. En ningún caso utilices aire comprimido para limpiarlo ya que queda en suspensión con el aire y como es asbesto (de naturaleza fibrosa) se puede respirar y se fija a los pulmones de por vida (menos mal que ya no se usa amianto). Utiliza un paño humedecido y después lo desechas.
	Evita utilizar los frenos a tope. El exceso de temperatura que se produce hace que el ferodo se cristalice formando una capa pulida que lo que menos hace es frenar. Si esto ocurre, desmonta el freno y con una lima o lija elimina esa capa.
	En carreteras abiertas es donde menos se utilizan los frenos y por tanto donde no se ruedan haciendo kilómetros. Otro motivo más para rodarlos en la ciudad junto con el resto de componentes de tu moto o scooter.

Otros rodajes

	Tuercas y tornillos. Durante el rodaje, las piezas se van asentando y el apriete de la tornillería se queda flojo. También las vibraciones de un motor no rodado hace que la ferretería se afloje. En esa primera revisión de rodaje se deben apretar firmemente todos los tornillos.
	Neumáticos. No se trata de hacerles un rodaje sino más bien de eliminar una fina capa de barniz que les cubre para facilitar su extracción del molde en el proceso de fabricación y además para ayudar a conservarlos en el almacenamiento. Es un “rodaje” corto, de unos 50 km. Lo fácil es quitar el barniz de la zona de rodadura, lo difícil es el de los flancos y aún más el del lado derecho porque el del izquierdo lo eliminas dando vueltas en las rotondas. Busca un aparcamiento vacío sin tráfico y da vueltas en el sentido de las agujas del reloj inclinando suavemente. Dedícale 10 minutos parando de vez en cuando para no marearte.
	Embrague centrífugo automático. Es el único rodaje que hay que hacer en una transmisión automática por variador, concretamente a las tres zapatas que se enganchan a la campana por el mismo principio de las zapatas de los frenos de tambor. También deberás retirar el polvo que se produce y que se acumula en el cárter de la transmisión, pero sin aire comprimido para no respirarlo.