• Autor del texto – Vicente Arenas
• Autor de fotos – Antonio Cuadra
• Autor acción – Vicente Arenas
• Fecha – 12/10/2015

La serie RS4 toma el relevo de las míticas RS impulsadas por los potentes motores Rotax de dos tiempos. Un cambio generacional obligado por la limitación de potencia en esta categoría y por la emisión de gases contaminantes. Incluso con esas restricciones, la RS4 no defrauda ni por tecnología ni por carácter deportivo y aún más con el “look” réplica Marco Melandri que tantos éxitos ha dado a Aprilia.

Desde 1993, Aprilia se hacía con el segmento de las deportivas de 125 cc con su RS. Un cohete con más de 30 CV largos producidos por la mecánica austríaca Rotax y que devoraban los chavales europeos de 16 y 17 años con el carnet A1 en su cartera (en España estaba limitado a tan solo 75 cc). No te extrañe que de aquella Aprilia RS 125 se hayan fabricado más de 100.000 unidades.

Las últimas series de la RS intentaron adaptarse a la normativa de la convalidación con el motor Rotax limitado a 15 CV y el escape-tubarro convenientemente estrangulado por un catalizador para cumplir con las directivas europeas anticontaminación. El resultado era poco convincente: una parte ciclo con cuerpo de moto muy grande y un motor 2T soso y sin garra incapaz de moverlo con cierta alegría. Dentro del grupo Piaggio, Derbi fue la primera en reaccionar con la GPR 125 4T, adaptando una moto deportiva a los requisitos de potencia y emisiones contaminantes estrenando una nueva mecánica de ciclo 4 tiempos tecnológicamente muy avanzada con culata de 4 válvulas y doble árbol de levas (DOHC), refrigeración líquida y cambio de seis velocidades que rendía los 15 CV límite necesarios. Las sinergias del grupo permitieron a Aprilia aprovechar la base de la GPR para crear esta RS4: bastidor en fundición de aluminio fabricado en dos valvas que se unen por tornillos en la zona de la pipa de la dirección, basculante asimétrico en el mismo material, suspensiones “de lujo” con una horquilla invertida dotada de barras de 41 mm, y frenos sobredimensionados (300 mm delante y 220 detrás) sobre llantas de aleación de 17 pulgadas y gomas de ancho sobrado para poder exigir a la RS4 ir al límite. El mismo motor Piaggio que estrenó Derbi (y que encontramos también en Leonart Daytona) pasa a su segunda generación adoptando la alimentación por inyección electrónica de Magneti Marelli sin por ello bajar su potencia de los 15 CV registrados en la versión de carburación, y dejándolo preparado para recibir como accesorio el kit de cambio “Quick Shift” que permite aumentar de marchas “a capón” (sin embrague) consiguiendo apurar unas décimas de segundo en la aceleración. La tecnología de este sistema viene de la Superbike Aprilia RSV4 con la que se asemejan bastante (tanto que casi me la llevo del almacén de motos de prueba de Piaggio pensando que era la RS4), pero se podría haber puesto de serie en esta versión Réplica Melandri, al menos para justificar que el sobreprecio son algo más que un juego de pegatinas.

En la personalización de Aprilia se incluyen una nueva instrumentación y semimanillares, así como nuevas formas de los plásticos de la carrocería que le dan una personalidad propia muy diferente, sobre todo en su imagen frontal con el característico faro RSV4 de tres ópticas.

A bordo

Ahí están las fotos para mostrarte que el aspecto exterior de la RS4 es más que impresionante y muy parecida a su hermana mayor de Superbike con motor de 4 cilindros en V (el “4” de la RSV4 no significa lo mismo que en la RS4) capaz de entregar ¡200 CV!.

Cuando me senté sobre la RS4, la noté muy amplia y con los semimanillares (por debajo de la tija) ancho y abiertos. Y eso que me acababa de bajar de mi ZX9R y mido 1,90. Pero no me sentía nada encajonado. Arranqué y un fuerte petardeo, para ser una 125, inundó el espacio. Esto promete. Inserte primera y volví a la realidad. Recuerda que es una 125, me dije, y está sin rodar. Poco a poco fui empalmando marchas por la ciudad y me di cuenta que empezaba a moverse a partir de 5.000 rpm y a 7.000 despertaba, lo que dejaba poco margen de maniobra durante el rodaje cuyo límite está sobre las 8.000-9.000 rpm. Ya habrá tiempo de exprimirla hasta las 11.000. Eso sí, se maneja como una bicicleta. Para quitarme la tediosa tarea de hacerle el rodaje, alargué el camino a casa un poco más para así completar los primeros 100 kilómetros. La velocidad a la que circulaba a 8.000-9.000 vueltas era de entre 100 y 110 de velocímetro (unos 90-100 reales), que a la postre será la velocidad de crucero ideal. A ese ritmo, y aunque no hace excesiva falta, el carenado cubre bastante tanto la parte superior como la inferior. La postura es deportiva cien por cien, muñecas abajo, culo arriba y piernas muy flexionadas en sus estriberas retrasadas. Al principio me pareció cómoda, pero al cabo de 60 kilómetros, me empezaron a doler las muñecas. Al llegar a casa y aparcar tuve que realizar estiramientos en las mismas. Piernas y trasero no se quejaron. El asiento, a pesar de su aspecto deportivo y escaso espumado, es más cómodo que los bajos semimanillares.

Obviamente teniendo el carnet de moto grande (el A), la RS4 no es la moto que yo escogería para saciar mi instinto deportivo. Pero pensé mucho en mi hijo de 15 años cuando cumpliere los 16 y pudiera sacarse el carnet A1. Lo que “fardaría” en su “insti”. Desde luego está haciendo méritos para hacerse con una: buenas notas, dos horas más de clases extraescolares y tres o cuatro horas más de estudio en casa. Le tanteé con la moto de pruebas y alucinó en colores. Otro “target” al que va dirigida la RS4 son los usuarios adultos que se sienten jóvenes y que no tienen tiempo para sacarse el carnet de moto; en este sentido, Aprilia se ha cuidado mucho de evitar que aparezca la cifra de 125 en cualquier parte de su carrocería y eso “suma puntos” a la hora de aparentar que estás conduciendo la moto de calle de Marco Melandri.

Línea de tierra

Los puntos de contacto de la RS4 con el firme están encomendados a unos Michelin Pilot Street, con dibujo réplica Pilot Road 2 para las deportivas de gran cilindrada y sin los dos componentes pero dirigido a las motos de mediana y pequeña cilindrada. Ofrecen un buen agarre tanto en seco como en mojado: dan mucha confianza.

Por frenos vas sobrado, sobre todo por el disco delantero de 300 mm mordido por una pinza radial de cuatro pistones en línea. Detrás, lo justo con un disco de 218 mm y pinza de simple pistón: filosofía racing pura. Además de proporcionar una frenada contundente, el disco delantero es muy dosificable.

En cuanto a las suspensiones, vuelve a destacar el tren delantero con la horquilla invertida que aguanta sin rechistar cualquier esfuerzo que le solicites a la hora de sacarle todo el jugo a ese magnífico freno delantero. La suspensión delantera y trasera hacen un equipo muy firme para uso deportivo, aunque absorbiendo baches responde de manera seca.

En compañía

Como deportiva que es, la RS4 no cuida demasiado al pasajero de turno. No porque el motor no pueda con el peso extra sino porque resulta algo incómoda para nuestro acompañante. Para el asiento, nos encontramos con una escuálida plancha de goma dura, muy dura, como me recordó mi hija nada más bajarse después de 15 minutos en el trayecto al entrenamiento de baloncesto. Sólo recomendable, o mejor dicho sufrible, en trayectos muy cortos o para novias/novios muy enamorados. Sin embargo, las estriberas están a una altura correcta evitando que el pasajero tenga que ir en cuclillas como ocurre en otras deportivas. Otro punto del que se quejará nuestro paquete es la ausencia de una asidera para agarrarse (la cinta transversal es más propia de una competición de rodeo).

Con lupa

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Espectacular frenada la de la Aprilia RS4 gracias al voluminoso freno de disco delantero de 300 mm de diámetro mordido por una pinza de anclaje radial con cuatro pistones en línea. La autoría de los frenos es de la marca española J.Juan.	El motor Piaggio refrigerado por agua de 6 velocidades con culata de cuatro válvulas ya lo conocíamos de los modelos de Derbi en 125 cc así como de la custom Leonart Daytona, pero en esta Aprilia se estrena la inyección Magneti Marelli.	Los pies van en una posición muy retrasada aunque sin forzar las piernas ni la postura de conducción. La varilla de reenvío se debe sustituir por una especial, si quieres añadir el sistema AQS (Aprilia Quick Shift) para aumentar de marchas sin embrague.
Las estriberas del pasajero son el único elemento que le resultará cómodo a nuestro acompañante ya que se sitúan muy por debajo de la altura del asiento sin forzarle a llevar las piernas en cuclillas.	Por el lado de la cadena, el basculante emplea un brazo principal recto con un tirante de refuerzo por encima de él que sujeta a un guardabarros trasero que va muy pegado a la rueda. Todo él está fabricado en aluminio como el bastidor.	El asiento del piloto dispone de una cerradura en su parte posterior que utiliza la misma llave de contacto y que no se percibe sentado. Sirve para acceder a su interior y guardar documentación, herramientas e incluso un antirrobo de disco.
La cúpula del carenado es completamente transparente y muy efectiva desviando el aire cuando adoptamos una postura agachada. Opcionalmente se ofrece otra en color ahumado y que cubre todavía más.	Se ha prescindido del guardapolvo de goma en la articulación de la maneta de embrague. Desde este ángulo se puede ver en color azul el gatillo de ráfagas de la piña izquierda y el contrapeso del extremo izquierdo del manillar.	La horquilla delantera es otro de los muchos detalles para presumir que tiene la RS4. Es invertida con un diámetro de barras de 41 mm, más propio de una deportiva de 600 cc que de una modesta 125 cc de convalidación.
El motor Piaggio por el lado derecho. Como todos los vehículos que comparten el mismo grupo termodinámico (Scarabeo 125, Derbi GPR/Mulhacen/Terra/Senda y Leonart Daytona), sigue siendo muy ruidoso todo el sistema de accionamiento de válvulas.	Para el tren posterior se confía en un sencillo disco de 218 mm mordido por una pinza de simple pistón. También lleva la firma de la marca española J.Juan. En las motos deportivas, casi toda la frenada se confía en el tren delantero.	Antes te mostrábamos el basculante de aluminio por el lado de la cadena. Pues bien, como puedes comprobar el lado derecho es completamente diferente (basculante asimétrico) con forma de “banana” y sin tirante de refuerzo.
La estribera derecha integra la bomba del freno trasero junto al tope que impide que el pie se cuele hacia dentro. Fíjate en el extremo de la estribera que incluye una bolita que nos avisa cuándo estamos inclinando demasiado.	El colín trasero incluye el dorsal 33 de Marco Melandri. El acolchado del asiento es mínimo y, lo peor, es que no hay asidera para agarrarse, a no ser que quieras utilizar la correa transversal en plan rodeo.	El piloto trasero está casi escondido en la parte inferior del colín. Es la única concesión a los diodos LEDs ya que no se encuentran ni en los intermitentes, ni en la luz de iluminación de la matrícula, ni en las luces de posición del faro.
La piña derecha junto al puño del acelerador inclue únicamente el interruptor cortacorrientes (en rojo) y el pulsador de arranque. Una tapa oculta lo que sería el interruptor de luces ya que estas van siempre encendidas (con el motor en marcha).	En la piña izquierda encontramos los interruptores habituales con un diseño muy anguloso que se lleva bien con el tacto: conmutadores de luces corta-larga e intermitentes, pulsador de claxon y, por delante, el gatillo de ráfagas.	La RS4 te permite conducir semierguido o acoplado sobre el depósito. Con ambas posturas diferentes resulta difícil orientar los retrovisores para un “todo uso”. Más aún cuando su espejo es relativamente pequeño.
La articulación pegada a la base del carenado permite que los retrovisores se plieguen en caso de caída, evitando el disgusto de su reparación y los siete años de mala suerte por romper un espejo.	Buen detalle el del tapón del depósito de combustible con cerradura y bisagra para no perderlo o que se te caiga al suelo en los repostajes. Es un punto que exigimos mucho en nuestras pruebas de motos.	Fíjate la capacidad que ofrece el interior del asiento del piloto. Y eso que no se aprovecha el hueco del asiento del pasajero. Debes tener cuidado para no dejar un trapo en su interior ya que puede ser absorbido por la toma del filtro de aire y parar la moto.
La dotación de herramientas de la RS4 no es para hacer un taller portátil pero sí que te saca de algún apuro en las rutas que hagas con ella: llave de bujías, allen, fijas de 10 y 22 y destornillador de doble punta.	El depósito de combustible tiene una capacidad para 14,5 litros de gasolina. Está fabricado en plástico inyectado (muy resistente a los impactos) recubierto de un plástico con mejor acabado. En su parte posterior se encuentra la bisagra que permite bascularlo.	El monoamortiguador trasero está muy escondido. Va anclado directamente al basculante (sin bieletas) y carece de cualquier ajuste de precarga de muelle. El caso es que su tarado es el adecuado para todo uso.
En la parte superior delantera del depósito se encuentra debajo de una tapa de plástico la bomba de gasolina que mantiene una presión constante del combustible a la entrada del inyector.	Retirando el depósito se puede ver que la pipa de la dirección es una pieza que va atornillada a modo de sandwich entre las dos valvas de aluminio que hacen de chasis. Es un sistema recurrido por Aprilia en las RS de 2 tiempos.	El reparto de pesos de la Aprilia RS4 está muy conseguido. De hecho es de las pocas deportivas de 125 que pesa más el tren delantero que el trasero. La batería pone su granito de arena en este reparto situándose lo más cerca posible de la dirección.
Como te comentábamos en la piña derecha, no hay interruptor de luces por lo que siempre las llevaremos encendidas… con el motor en marcha. Si no está girando y con el contacto puesto solo se iluminará la luz de posición. Buena idea para no gastar batería.	Cuando arrancamos el motor, un relé conectado al alternador permite que se iluminen las dos ópticas de luz de cruce o cortas. En el interior de sus parábolas se encuentran sendas bombillas halógenas H4.	Cambiando a luz larga o de carretera se ilumina la tercera óptica situada en el centro. También en el interior de la parábola encontramos una bombilla halógena H4. Sin recurrir a los LEDs también se consigue una iluminación muy original.
El cuadro de instrumentos entrelaza un reloj cuentavueltas sin zona roja con un display digital retroiluminado en rojo. La información es muy justa aunque no se ha sacrificado el nivel de temperatura del refrigerante.	Este es el accesorio Aprilia Quich Shift empleado también en su hermana mayor RSV4. Cuesta 132,14 € y te permite aumentar de marchas (no reducir) a “capón” (sin embrague) ganando al cronómetro unas décimas de segundo.	La salida del escape queda a ras de la quilla y no justifica el uso de un basculante banana por el lado derecho. Sin embargo la RS4 50 con motor “dos tiempos” (¿qué significará el “4”?) emplea un escape más alargado.

 El detallazo

Muy original el sistema basculante del depósito de la Aprilia RS4 ya que permite una excelente accesibilidad mecánica al interior: bujía, cuerpo de inyección y batería. Para ello hay que retirar el asiento del piloto y un tornillo Allen en la parte delantera del depósito. Debajo del asiento encontrarás también una varilla que te permite mantener el depósito abierto como si se tratase del capó de un coche.

Prestaciones con nuestro equipo de telemetría

Protección aerodinámica Reparto de pesos Comportamiento deportivo	Excesiva carga en muñecas Asiento pasajero Suspensiones duras

Rivales directos

Daelim Roadwin R 125 Honda CBR 125 R Hyosung Comet R 125

KTM RC 125 Rieju RS3 125 Yamaha YZF-R125