- Autor del texto – Enrique Montes
- Autor de fotos – A. Cuadra/JC. Orengo
- Autor acción – Carlos de la Cuadra/EM
- Fecha – 16/05/2012
Rieju se “sale de lo corriente” (y nunca mejor dicho) adentrándose en un segmento que le era completamente desconocido: el de los scooters eléctricos. Para ello se ha rodeado de los mejores especialistas en esta tecnología de Cataluña ofreciendo con este MIUS 3.0 un producto original, económico tanto de adquisición como de consumo y muy bien preparado para afrontar los desplazamientos urbanos.
El proyecto MIUS o, lo que es lo mismo, Movilidad Individual Urbana Sostenible, es ya una realidad después de dos años de arduo trabajo por parte de Rieju en la que ha realizado una inversión total de 3 millones de euros.
El MIUS se ofrece en dos versiones: ciclomotor o motocicleta. Básicamente se trata del mismo modelo para el que, en versión ciclomotor, se limita su velocidad máxima a los 45 km/h y se permite su uso a los mayores de 15 años con el carnet AM en su cartera. La versión “moto” que hemos probado resulta ser más interesante para un gran público ya que desarrolla más velocidad, se puede conducir con el carnet de coche (como buen scooter convalidado que pretende ser) y, además, se acoge a la subvención del 20% del Ministerio de Industria.
El motor ofrece una potencia de 3 kW (de ahí el 3.0) con picos de 4 kW, y está situado en el buje central de la rueda posterior integrando la transmisión y liberando de espacio al resto del vehículo. En la versión “moto” que hemos probado, desarrolla una velocidad máxima de 55 km/h y una autonomía de 30~35 km reales en condiciones reales, según Rieju. Obviamente, no destaca por velocidad máxima pero responde a su verdadera vocación urbana en un hábitat en el que, por ley, no se deben superar los 50 km/h, con un radio de acción también suficiente para la utilización que le puede dar un usuario medio. En esa funcionalidad del MIUS tampoco se contempla un pasajero: es monoplaza. Al final, más velocidad y un segundo pasajero repercute en la autonomía, y como consecuencia, en subir el precio final ya que requiere más batería y Rieju ha confiado en las de Ión Litio con celdas Panasonic que ofrecen un buen compromiso peso-precio.
El diseño de este scooter es minimalista de principio a fin, aunque no por ello deja indiferente a nadie: tiene un look sencillo pero a la vez divertido, desenfadado y modernista a la vez; sus señas de identidad son el foco procedente de la Tango y el manillar desnudo. Buscando un hueco en el mercado de los scooters eléctricos, Rieju ha encontrado para el MIUS el de los “rueda alta”: calza neumáticos de 16 pulgadas y es una especialidad que, con motor térmico, goza de buena aceptación.
Las primeras sensaciones
Puño en mano
Lo primero que sorprende cuando te subes al MIUS son sus medidas. Compacto y sumamente ligero, sus 95 kilos de peso (lo mismo que puede pesar un scooter “rueda alta” con motor de 125 cc) permiten que hagas con él lo que quieras. Su salvapiernas tiene, en sus extremos, unas líneas verticales elegantes que ahondan en el cuidado del diseño global del scooter; incluye un gancho portaobjetos en el mismo. Se agradece que hayan pensado en Rieju dotar al MIUS de una práctica plataforma plana, cómoda aunque para personas que calcen un 42 para arriba les puede resultar algo complicado situar los pies por completo dentro de su superficie, y no quedará más remedio que asomar ligeramente las puntas de los zapatos hacia fuera. En cualquier caso, no llega a ser para nada incomoda esa postura.
Debajo de su asiento se aloja la batería y en el hueco del asiento, minimalista a conjunto con el scooter, se resguarda el cargador de la batería, sin espacio adicional para guardar nada más. No obstante, este MIUS incorpora una parrilla portabultos donde podremos acoplar un baúl de la marca SHAD inmediatamente sin necesidad de adquirir una base especial.Arrancar el MIUS tan solo requiere girar la llave de contacto. No esperes ningún sonido, pues al ser un vehículo eléctrico no dice “ni pío”. Su silencio se agradece ante el mundanal ruido de las grandes urbes. Te enterarás de que está listo para iniciar la marcha porque el tablero está completamente iluminado; todo está preparado para que gires su puño y nuestro scooter comenzará a andar.
La primera sensación, es una salida sumamente suave, tranquila, quizás demasiado relajada que lleva a pensar a su ocupante que los coches de atrás “te van a comer”. El responsable del proyecto, David Ruiz, lo justifica con el compromiso de mantener una autonomía real suficiente; no obstante, la electrónica de su controlador es completamente programable y, el mismo usuario puede disponer de unas aceleraciones más agresivas penalizando la durabilidad en kilómetros de la carga de nuestra batería. Una vez superados esos primeros metros iniciales, el MIUS coge impulso y se adapta al ritmo urbano en un absoluto silencio, mientras en el display digital de su cuadro de mandos vemos en un rojo digital la velocidad a la que circulamos y, a su izquierda el nivel de carga de la batería.
En su piña izquierda, encontraremos el claxon así como los indicadores de cambio de dirección que nos ayudarán a señalizar nuestras maniobras de manera clara al resto de vehículos. También podremos seleccionar las luces de posición, o las largas. En esa piña (a la derecha no hay nada) también encontramos un botón cortacorrientes e color rojo y un mando de ráfagas que aunque esté marcado como “Boost”, no se trata de un potenciador de las aceleraciones como equipa también el modelo español LEMev, sino del mando con el que podremos controlar todas las funciones de la pantalla digital del cuadro de instrumentos.
No se contemplan otras opciones que sí encontramos en otros modelos eléctricos como es el caso del freno regenerativo, más suave que un freno convencional y que aprovecha la retención para recargar la batería.
A medida que vayamos circulando, y la batería se descargue, el MIUS irá modificando las curvas de entrega de potencia de manera que siempre quede optimizada la carga de batería y su autonomía. Todo está pensado para ahorrar en lo posible la carga de la batería, máxime en un uso urbano donde las paradas y arrancadas por semáforos, cedas al paso en rotondas, y pasos de cebra son la orden del día. Al respecto, la altura contenida de su cómodo y amplio asiento así como la estrechez de líneas permiten que cualquier talla llegue con total facilidad al suelo apoyando por completo el pie en el asfalto.
Trenes
Puede parecer sorprendente que un vehículo tan compacto y estrecho resulte tan ágil en la toma de curvas. Sus ruedas de 16 pulgadas ayudan a trazar limpiamente y con suma facilidad curvas y rotondas y, en ningún momento notamos sobrecarga de peso por las baterías en estos ejercicios. Incluso su ubicación bajo el asiento está bien estudiada con un reparto de pesos que no altera su conducción.
En el momento de parar, el MIUS tampoco tiene precariedad alguna: sus discos de freno en ambas ruedas con latiguillos de trenzado metálico actúan de una manera correcta y, gracias a su reducido peso, puede frenar en escasos metros, sin perder nunca estabilidad en la acción. Otra de las opciones preprogramadas en su controladora es que, al menor roce sobre cualquiera de las manetas de freno, se corta el suministro de corriente del motor. Es lógico, pero pone en evidencia que tienes algunas malas costumbres en tu conducción: acelerar y frenar a la vez son acciones incompatibles.
A la hora de llegar a nuestro destino, podremos elegir estacionar nuestro MIUS con su caballete lateral o con su caballete central. El primero, con autoplegado, no nos ofreció mucha confianza y, de hecho, en nuestra toma de contacto se nos plegó sólo: estuvimos rápidos y evitamos un susto. En cambio, su caballete central es de un manejo sencillo y da gran estabilidad al mismo: mucho mejor accionar siempre este, si no queremos que la irregularidad del terreno o nuestro propio despiste nos de un posible disgusto.
En general, el MIUS nos ha parecido una excelente opción para aquellas personas que únicamente deseen desplazarte dentro de la propia ciudad de manera rápida, ágil, eficiente y económica. En lugares como Barcelona, barrios como la Barceloneta o Gràcia, con sus estrechas calles y la utopía del estacionamiento, son, sin duda, su hábitat ideal y donde mejor se desenvuelve este MIUS. Y es que somos conocedores que el MIUS no se adaptará a todos los tipos de perfiles de usuarios de scooter pero, sin duda, para aquellos que tienen conciencia ecológica o que no les importe hacer una inversión un poco más cara siempre que les de una rentabilidad, el desplazarse por la ciudad sin emisión de gases ni de ruidos, no tiene precio. Bueno si, 3.198 € incluyendo el 20% de ayuda que ofrece el Ministerio de Industria en la compra de vehículos eléctricos.
Instrumentación
Aunque no os lo podemos mostrar con claridad en la fotografía, el tablero de la MIUS tiene una pantalla de gran superficie y se puede ver incluso con gran luminosidad de día. En el centro se indica la velocidad con dos grandes dígitos, debajo la información de los kilómetros recorridos pudiendo conmutar entre total y parcial pulsando el gatillo de Boost en la piña izquierda (incluso se puede poner a cero), y a la izquierda, en vertical el nivel de carga de la batería en 10 ladrillitos de diferentes colores: verde, amarillo y rojo, avisándonos de esta forma de la necesidad de recargar (cada ladrillito que se consuma son 3,5 kilómetros menos). Comentar que, en el MIUS la carga no se agota de golpe sino que sus prestaciones se van reduciendo progresivamente.
A la izquierda de la pantalla encontramos cuatro testigos luminosos: luz larga, corta, intermitentes y pata de cabra desplegada.
Primer vistazo
(Haz click en la imagen para ampliar)
La dolorosa
Rieju ha hecho un gran esfuerzo ofreciendo un producto tan avanzado como un scooter eléctrico a poco más de 3.000 euros, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de producción europea y casi artesanal. Obviamente al tratarse de series cortas, la marca no ha podido conseguir mejores precios en cuanto a motores y baterías. Su precio de tarifa es de 3.997 € pero aplicando el 20% de las ayudas que el gobierno hace para fomentar la adquisición de vehículos eléctricos se queda en 3.197,60 euros. Con el mínimo consumo de electricidad que requiere y la despreocupación de llevar un Plan de Mantenimiento con el ahorro que ello conlleva (lo que no te quita nadie es el gasto en consumibles como neumáticos y pastillas de freno), será posible rentabilizar la inversión que supone la adquisición del MIUS.
Con el MIUS, Rieju ha encontrado un nicho del mercado muy importante para cubrir: el de los scooters eléctricos de “rueda alta” que tan buenos resultados está dando en el mercado de 125 cc.
Frenos Concepto rueda alta eléctrico Diseño “chic” |
Aceleración Sin freno regenerativo Pata de cabra autoplegable |
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