- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – Pursang Motorcycles
- Fecha – 16/5/2021
El sueño de Jim Palau-Ribes se ha hecho realidad. En Madrid nos acaba de presentar su moto eléctrica e-Track de la marca Pursang Motorcycles, un modelo Neo-Retro Scrambler que no sólo resucita aquellas motos míticas de motocross creadas por Paco Bultó en 1967, sino que vuelve a poner en la vanguardia a la industria española con un modelo de alta calidad fabricado con componentes nacionales a excepción del motor, batería y controlador aportados por la alemana Bosch.
Jim Palau-Ribes (ingeniero, diseñador y CEO de Pusang Motorcycles), ha sido desde siempre un enamorado de las Pursang de motocross, aquellas que llevaron desde 1967 la marca de Bultaco y cuyo concepto “Pura Sangre” daba a entender su producción 100% nacional. Su pasión por las Pursang le llevó a construir modelos de motocross y dirt-track con esa denominación impulsados por un motor 4T de 450 cc con bastidor propio de aluminio con el que llegaron a medirse con jóvenes promesas (actualmente campeones) en diciembre de 2016 en competiciones Dirt-Track. Paralelamente Jim Palau-Ribes ha trabajado para muchas empresas de automoción en varios países y, por supuesto, para las de motos como Torrot y Gas Gas.
En 2018 ya tenía claro el futuro eléctrico y apostó por fabricar sus Pursang, que se mostraron por primera vez en el Salón EICMA de Milán de 2018. Aquel primer prototipo de la Pursang E-Street ya apuntaba las líneas definitivas de la actual e-Track aunque ahora con otro bastidor de tubos de acero al cromo-molibdeno y otros componentes eléctricos. Incluso se abandonó el sistema de la cola del bastidor abatible para dar acceso a las baterías y poder cargarlas en un domicilio particular, confiando todo el sistema de propulsión a la compañía alemana Bosch que aporta tanto las tres batería de litio que forman un conjunto de 48V y 7,2 kWh, electrónica del controlador, conjunto del cuadro de instrumentos y, por supuesto, el motor de 11 kW de potencia (al límite de lo permitido en la categoría de convalidación): un detalle que suma en ese largo elenco de componentes de calidad que caracteriza a la Pursang e-Track.
La e-Track no es una moto puramente ‘off road’ sino más bien trail o Scrambler con un diseño Neo-Retro, en el que las llantas de radios en 18 pulgadas calzadas con neumáticos Pirelli Scorpion, permiten un buen compromiso de uso en asfalto y pistas forestales.
Como aquella Pursang original, Jim ha querido recurrir a los componentes de fabricación nacional con la excepción de la propulsión eléctrica proporcionada por Bosch. Las suspensiones se han confiado a Ollé con una robusta horquilla invertida con sección de barras de 41 mm y monoamortiguadpr dotado de bieletas para conseguir un efecto progresivo con tarado más blando en su primer tramo que se va endureciendo con el recorrido de la rueda trasera.
En lo que respecta a frenos, tanto las manetas, bombas, latiguillos y pinzas las pone J.Juan (recientemente integrada con la prestigiosa Brembo) mientras que los discos “Wave” flotantes con diámetros de 320 y 240 mm los aporta NG. Hay potencia y buen tacto de frenado con un funcionamiento combinado en la maneta izquierda.
El bastidor es de tubo de acero al cromo-molibdeno con subchasis trasero desmontable y basculante en fundición de aluminio, carrocería en carbono laminado, e incluso se crean algunos componentes en impresión 3D por la barcelonesa 3D Factory Incubator. Y finalmente todo se ensambla en las cadenas de montaje de Rieju en Figueres (Girona).
Los responsables de Pursang Motorcycles estuvieron en Madrid, donde pudimos conocer los detalles de este sueño que se ha hecho realidad y del que ya se han vendido las 24 primeras unidades E-Track mediante reservas en su página web con destino a España, Francia, Holanda y Reino Unido. La intención es continuar la producción hasta las 100 unidades extendiendo la exportación a Alemania y Portugal.
No pudimos sacar todo el juego a sus dos unidades “demo” por falta de carga y por encontrarnos en el casco urbano, al día siguiente de la implantación de la limitación de 20/30 km/h en calles de un solo carril, pero nos aseguran que los 11 kW del motor (15 C V) son capaces de catapultar a la E-Track hasta los 120 km/h en el modo ‘Cruise’ con una autonomía media de 115 km, que no está nada mal. Como ya hemos visto en otros modelos impulsados por Bosch, como el Peugeot e-Ludix y el Nuuk también ensamblado por Rieju, se comparten las denominaciones de los modos de conducción de Bosch: el antes mencionado ‘Cruise’ (el más potente), ‘Go’ (más económico) y el intermedio ‘Boost’. La autonomía que se consigue en el modo ‘Go’ llega a alcanzar los 140 km. Además hay otro modo ‘Crawl’ que te permite maniobrar los 149 kg de la E-Track a baja velocidad, incluyendo una marcha atrás (‘Reverse’).
La primera impresión es muy buena: la E-Track tiene cuerpo de moto grande, es cómoda y para tallas entorno al metro setenta, los 815 mm de altura del asiento te permiten apoyar ambas plantas de los pies en el suelo. El motor empuja muy bien como cualquier vehículo eléctrico con buen par motor y estira sin parar hasta lo que pudimos en uso urbano, haciendo gala de una buena estabilidad y facilidad de cambiar de dirección con la cintura.
Se respira muy buena calidad en este vehículo de fabricación casi artesanal, aunque eso se traduzca en un precio muy elevado para la mayoría de los bolsillos: 13.700 €.
Primer vistazo
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