• Autor del texto – Antonio Cuadra (enviado especial)
• Fecha – 22/11/2011

  Es la respuesta a la movilidad eléctrica del grupo Qianjang. Casi ni se reconoce estéticamente que se trata de un scooter eléctrico, sobre todo si nos fijamos en el tablero de instrumentos que es completamente analógico. Su diseño evoca un cierto aire retro muy conseguido por el centro de diseño italiano del grupo chino. El motor eléctrico se encuentra en el buje central de la rueda posterior, que es de 10 pulgadas (como la delantera), compartiendo espacio con el freno de tambor. Su potencia nominal es de 1,5 kW con máximos de 2 kW (2,7 CV) y desarrolla una velocidad máxima de 45 km/h. Habrá dos versiones según las baterías empleadas: la “Si” de silicio (baterías de plomo en gel), más barata, y “Li” de Ión Litio con capacidades similares (35 y 30 Ah respectivamente), pero con grandes diferencias a nivel de peso (28 kilos más para la Si) y de tiempo de carga: 6-8 horas para la Si y de 4-6 para la Li.

El Egora luce un frontal muy original, con un faro de forma triangular y los intermitentes de diodos LEDs en las esquinas superiores del escudo frontal.	La plataforma para apoyar los pies está forrada con planchas metálicas, con un travesaño central ancho y plano, pero no demasiado alto.

El asiento está tapizado en dos tonos: marrón, simulando al cuero, con negro para la parte del pasajero. Va cosido en hilo blanco con el logo del modelo en diagonal.	Ruedas de 10 pulgadas con el motor de casi 3 CV de potencia ocupando el buje central. Por el lado derecho se encuentra el freno de tambor.

Tren delantero sencillo y efectivo: rueda de 10 pulgadas con balón de 3,50 pulgadas y freno de disco mordido por una pinza de doble pistón paralelo.	Para no consumir corriente eléctrica, todas las ópticas del Egora están compuestas por diodos LEDs.

Seguro que, a la vista de este tablero de instrumentos con forma rómbica y completamente analógico, jamás se te podría ocurrir que te encuentras ante un scooter eléctrico.

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