• Autor del texto – Antonio Cuadra (enviado especial)
  • Fecha – 29/11/2011

  Interesante vehículo para el transporte urbano de mercancias. Combina la fiabilidad mecánica de los motores refrigerados por aire forzado de SYM, de cilindro cerámico y culata de dos válvulas, con un robusto bastidor capaz de soportar no sólo mercancias de gran tamaño, sino de mucho peso. Para ello dispone de una plataforma plana con 410 mm de largo, con el fin de ofrecer una gran superficie de carga entre los pies del conductor, el asiento es bajo (750 mm) y, como detalle destacable, el asiento del pasajero se abate en vertical dejando otra superficie de carga de hasta 40 kilos. Estéticamente, SYM ha cuidado las formas para que sea incluso atractivo al público particular que necesita un medio ágil, manejable y con mucha capacidad de carga.

Este es el aspecto que se tiene desde el puesto de conducción del ComBiz. Apenas se diferencia de un scooter urbano convencional. Se agradecen detalles como la guantera abierta, el tapón de llenado del depósito para repostar sin levantarse del asiento y la cerradura con obturador. Otra funcionalidad del ComBiz es el asiento del pasajero. Cuando se circula en solitario, se levanta y deja libre una plataforma plana que soporta hasta 40 kilos de peso con tres asideras para atar firmemente la mercancía.
El motor es el conocido SYM refrigerado por aire forzado con cilindro cerámico y culata de dos válvulas de gran suavidad e indestructible. Está alimentado por carburador, para no complicar la mecánica, y dispone de pedal de arranque. La guantera está abierta para facilitar llevar a mano pequeños objetos. Desde la cerradura de contacto (con obturador) se abre el tapón de depósito de gasolina situado bajo la plataforma plana.
Estéticamente, el ComBiz resulta mucho más atractivo que la mayoría de los scooters de carga que ofrece el mercado, disimulando mucho sus funcionalidades. Este ComBiz 125 tiene el récord de superficie de plataforma plana: 410 mm de largo. Casi medio metro para circular a tus anchas o llevar entre los pies objetos de gran tamaño para los que antes había que utilizar un coche.

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