- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – AC
- Autor acción – Fernando Carpena
- Fecha – 02/05/2012
El Liberty es uno de los scooters de “rueda alta” más veteranos del mercado. Durante sus 18 años de vida se ha mantenido coherente con sus ideas iniciales de ofrecer una buena estabilidad para un uso urbano acompañado de una sencilla mecánica refrigerada por aire forzado, robusta y poco consumidora, y todo ello acompañado de un precio contenido y asequible. Ahora, en tiempos de crisis, se valoran esos ideales.
Los scooters de “rueda alta” comenzaron sus andaduras en la cilindrada de 50 cc y poco a poco comenzaron a crecer a los 75 y 100 cc conservando el ciclo de dos tiempos. Nuestro protagonista, el Piaggio Liberty, se adelantó a las necesidades del mercado ofreciéndose en la cilindrada de 125 cc y con motor 4T, pero mientras que los demás modelos lo hicieron posteriormente con mecánicas más sofisticadas refrigeradas por agua (mayor precio de adquisición), y buscando una orientación más polivalente carretera-ciudad, el Liberty prefirió mantenerse fiel a sus principios: scooter ágil, ligero y estable, sencillo tanto en equipamiento como en mecánica, y con un precio razonable.
Sin embargo, esos ideales inalterables repercutieron en un cierto inmovilismo en el que se contabilizan muy pocos cambios en su historial: la mecánica LEADER actual que sustituyó a la original 4T compartida con las primeras Vespa ET4 y Piaggio Sfera al comienzo del milenio, con sus lógicas evoluciones para cumplir con las normas anticontaminación Euro 1, 2 y 3, y un restyling (de ahí las siglas RST que acompañan a la denominación) aparecido en el 2009 y que afectaba a retoques en su carrocería: molduras en los cantos del escudo frontal así como la “corbata cromada”, manillar con nuevo faro y tablero, protectores superiores de la horquilla cromados, tulipas de intermitentes transparentes, nuevo grupo óptico posterior y freno delantero de 20 mm de diámetro, entre otros detalles.
Son ligeros cambios cosméticos que esconden la misma base y que sirven para darle una cierta vidilla comercial, pero que, en el fondo, a tres años de ese relanzamiento, saben a poco y requieren una revisión más profunda para no caer en el recurso de la “estética conocida”.
Como te decíamos, el Liberty es el precursor de lo que actualmente es la tendencia de “rueda alta” “low cost” (bajo coste): correcto nivel de equipamiento, buenos acabados y comportamiento, y mecánica sencilla refrigerada por aire forzado. Su precio de tarifa es de poco más de dos mil euros, pero en la práctica se encuentra en una promoción casi permanente de 1.799 €. Y sigue el concepto “rueda alta” estrictamente al pie de la letra porque lo de rueda es en singular, y así encontramos una llanta de 16 pulgadas en el tren delantero, mientras que en el posterior se emplea una rueda “media” de 14 pulgadas.
Delante de las rodillas del conductor y como mandan las costumbres clásicas, el Liberty dispone de una guantera con apertura. Por encima de la tapa se encuentra el gancho portabolsas.
El manillar cae bien tanto por la forma como por la posición de sus conmutadores. En los extremos no encontramos los contrapesos que sí utilizan otros modelos y que hubieron contribuido a darle un tacto de dirección más firme. En el centro, el tablero de instrumentos con una superficie generosa que repercute en agrandar sus componentes para facilitar la lectura de reojo. Contiene lo imprescindible (testigos, velocímetro y nivel de gasolina) con el agradecido reloj horario digital y un testigo de la presión de aceite en el motor que nos avisará si hemos apurado el cambio de aceite.
Su asiento no se abre desde el contacto, pero tampoco lo pone fácil al situar la cerradura de apertura en el lateral derecho y no en el izquierdo que es desde donde subimos el scooter sobre el caballete. Punto a revisar para una futura revisión, como también lo que descubrimos al abrirlo: un hueco de casco reducido a la mínima expresión (hay cascos abiertos que entran con calzador) embutido entre los siete litros del depósito de gasolina y el alojamiento de la batería. Otra costumbre de la marca no muy ejemplar es sujetar la dotación de herramientas a la base del asiento con una correa de plástico que va a ser difícil de volver a dejar en su lugar una vez que se estrene.
Respecto al motor, se trata del LEADER refrigerado por aire que ya adelantamos que se ha ganado una buena fama de indestructible, sobre todo al emplearse en el Liberty tradicional (no RST) que se sigue vendiendo para el servicio de Correos. Adelantamos que cumple su cometido en circulación urbana con correctas aceleraciones, tacto suave y bajo consumo, pero se queda corto en los desplazamientos por carretera, al no sobrepasar la barrera de los 100 km/h.
A bordo
El puesto de conducción resulta cómodo para estaturas europeas medias y altas sobre todo apoyando los pies en su amplia plataforma plana. Así encontrarás un asiento ergonómico y con un mullido de lo más cómodo. Los que no llegan a esa media puede que lo pasen un poco mal porque sus 795 mm de altura del asiento resultan algo críticos para tocar con los dos pies en el suelo, a pesar de que, para facilitar las cosas, el asiento se haya estrechado en su extremo delantero y que la plataforma esté recortada. En la ya descatalogada versión Elle que probamos aquí, se había pensado en el público femenino con un asiento rebajado en dos significativos centímetros que se apreciaban bien a la hora de echar el ancla. Este asiento, sin las costuras rosas, se puede adquirir como accesorio.
Los 121,3 kg que registramos en la báscula con el depósito de combustible lleno son un “peso pluma” para un scooter con vocación para ser empleado en horas punta en las más congestionadas ciudades. Se maneja bien e incluso aporta mucha agilidad para cambiar de dirección con trazo firme de tiralíneas característico de la llanta de 16 pulgadas, aunque la rueda posterior de 14 pulgadas no aporta esa direccionabilidad y da una cierta sensación de “colear” o dejarse llevar por la delantera.
Línea de tierra
El único amortiguador posterior (bien para cuando toque sacar la rueda posterior) acompañado de la horquilla, ofrecen un comportamiento más que digno. Ni siquiera será necesario tocar la regulación de precarga posterior, a no ser que el que te acompañe sea un paquete de “peso”. Ambas van bien de tarado, se tragan a la perfección las irregularidades sin transmitirlas al puesto de mando, y también contribuyen a ese trazo firme que antes comentábamos evitando los flaneos de las suspensiones blandas y cómodas.
Por frenos, destacar la excelente contribución del disco delantero de 240 mm con potencia y buen tacto para dosificarla. Donde sí que acusa la veteranía es en el tambor posterior, y aunque esté sobredimensionado a 140 mm, no está a la altura de la potencia que ofrece su actual competencia con el agravante de que, de vez en cuando, te tienes que agachar para darle un par de vueltas a su tensor y mantenerlo en su punto.
En compañía
Los problemas de habitabilidad comienzan cuando se comparte el Liberty con dos plazas. La zona del asiento reservada para nuestro pasajero es corta en longitud, aunque resulta ancha y coincide con la del conductor en dar generoso mullido. Esto obliga a conducir en actitud “cariñosa” porque, de lo contrario, llevarás medio culo fuera del límite. Eso sí, no hay problema para acomodarse pasando una pierna por encima y sin tener que utilizar las estriberas como escalón.
El portabultos posterior de fundición de aluminio y ofrece en los laterales unas sólidas asideras para agarrarse. Los pies de nuestro acompañante descansarán en unas estriberas plegables, como debe ser, situadas algo adelantadas y que llegan a interferir con las piernas del conductor cuando se para en los semáforos.
Con lupa
El detallazo
La guantera es un detalle que tiende a desaparecer en muchos modelos de scooter actuales y que el Liberty sigue conservando. Ofrece una apertura amplia y para lo que estamos acostumbrados a ver, sus dos lóbulos tienen suficiente profundidad y altura.
Se abre con el sistema rápido de Piaggio: presionando sobre la llave puesta en la cerradura. De esta manera, para coger algo de su interior (las llaves del garaje, por ejemplo) no hace falta sacar la llave y parar el motor, ni siquiera quitarse los guantes para tener más tacto.
Una vez bloqueada la dirección, la guantera no se podrá abrir, quedando protegido su contenido.
Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
Aceleración 0-50 m | 5,24 s (50,9 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 8,39 s (62,4 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 22,25 s (88,7 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 45,63 s (98,0 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | NO LLEGA |
Velocidad máxima | 99,0 km/h |
Consumo | 3,82 l/100 km |
Autonomía | 183 km |
Peso total lleno | 121,3 kg |
Reparto tren delantero | 37,5% |
Reparto tren trasero | 62,5% |
Uso urbano Suspensiones Ergonomía |
Hueco casco Freno trasero de tambor Sin pedal de arranque |
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes
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Rivales directos | Aprilia SportCity One 125 Derbi Sonar 125 Honda Vision 110 Kymco People S 125 |
Kymco Agility City 125 Peugeot Tweet 125 SYM Symphony 125 DD SYM Symphony 125 SR |