- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – Antonio Cuadra
- Autor acción – Marta de la Cuadra
- Fecha – 8/11/2020
Kymco refuerza la familia de scooters Agility con un cuarto modelo en la cilindrada de 50 cc que ha recuperado de otros tiempos este Agility 50 que se ganó una merecida fama de “caballo de batalla” por su robustez mecánica y sufrida carrocería en el uso diario por ciudad. Para ello se pone al día para la Euro 4 con un carburador electrónico y una decoración más juvenil. Un vehículo de lo más familiar (desde los 15 años) y muy asequible: 1.799 €.
La gama de scooters Kymco Agility está liderada por el Agility City 125, un modelo nacido para ser superventas y que va camino de repetir este año 2020. Con el mismo traje y desde este mismo año se comercializa el Agility City 50 homologado como ciclomotor, además de contar con una variante denominada Agility Carry 125 destinada al transporte de pequeñas mercancías en una gran ciudad.
Y ahora, para completar esta familia, nos ha llegado también este año éste Agility 50, el segundo ciclomotor de Kymco y que está destinado a ser un vehículo familiar ya que se conduce desde los 15 años con el permiso AM y, por supuesto, también con el carnet de coche sin esperar a los tres años de antigüedad y sin ningún trámite ni coste adicional.
Su imagen nos resultará familiar, y no por el ADN Agility sino porque este modelo ya se comercializaba hace años en nuestro mercado en 125 y 50 cc, conservando ese mismo aspecto en la versión actual con el asiento de una pieza del 125 cc (contaba con un original asiento de dos piezas cuya parte trasera que se convertía en respaldo si no llevábamos pasajero) y con una decoración más alegre sobre colores azul oscuro o negro brillantes combinados con un plástico también negro en acabado más sufrido y más elástico estratégicamente empleado en las zonas más expuestas a golpes y arañazos, lo que ya nos da a entender su vocación para emplearlo a diario en las ciudades más congestionadas.
Interiormente conserva la mecánica 4T de 50 cc de la marca pero adaptándola al Euro 4 actual, no con un sistema de inyección electrónica como emplea su hermano Agility City 50, sino con un sofisticado carburador electrónico al que le dedicamos con más detenimiento el apartado “El detallazo” y que ha sido clave para conseguir un precio muy asequible de 1.799 € en el que va incluido el seguro a terceros durante el primer año.
A diferencia de los Agility City 50/125, el Agility 50 emplea ruedas de 12 pulgadas que son fundamentales para darle esa agilidad que lleva por definición para moverse en ciudad. Le acompañan a estas ruedas un freno de disco en la delantera y un clásico tambor en la trasera sin ningún mecanismo combinado ya que no se les exige a los 50 cc.
Los acabados son más espartanos que el de los elegantes Agility City ya que no cuentan con guantera y ni siquiera se ha dispuesto una pared interior en el salvapiernas quedando a la vista los bultos de los intermitentes delanteros. Incluso el tablero de instrumentos también sigue esa línea con unas dimensiones diminutas al que además se le echa en falta un reloj horario que sí disponía en la esfera izquierda la desaparecida versión de 125. Detrás del asiento, se incluye un portaequipajes algo rústico por varillas pero con superficie plana para facilitar fijar cualquier tipo de baúl trasero (Kymco ofrece uno de 30 litros con accesorio opcional).
Eso sí, bajo su asiento se puede guardar un casco integral, algo que no puede hacer el Agility City.
A bordo
Para ser un scooter de rueda pequeña y de 50 cc, el Agility es alto, con un asiento a 795 mm del suelo que pone en aprietos a las tallas bajas, más por el hecho de el asiento que es ancho, por esconder un hueco de casco en el que cabe un integral, que por la altura, lo que obligará a adelantarse hacia el extremo delantero que es donde se estrecha y además baja el mullido.
La plataforma plana para apoyar los pies también está un poco elevada, y eso que no esconde el depósito bajo ella como ocurre en los Agility City. No obstante, se adopta una postura de conducción cómoda y amplia.
En marcha, el motor 4T se muestra relativamente brioso, incluso nos ha parecido que más que el del actual Agility City 50, demostrando ser una buena opción su carburador electrónico frente a la inyección, y no solo en el precio. Veremos si este sistema mixto mecánico-electrónico podrá sobrevivir al Euro 5.
Se queja en las aceleraciones a salida parada, es un poco perezoso y no porque estemos acostumbrados a los 125 cc, pero superando esos primeros metros del arranque llanea bien cumpliendo rigurosamente con el límite de 45 km/h de velocidad máxima que se exige a los ciclomotores.
La manejabilidad es muy buena sobre todo para sortear a los coches y ponerse en primera línea de salida en los semáforos… aunque después te vuelvan a adelantar.
Línea de tierra
No solemos ser muy partidarios de la opción disco-tambor en el sistema de frenos, pero dado su bajo peso (menos de 100 kilos según nuestra báscula con su depósito de 5 litros lleno) y la velocidad máxima limitada a 45 km/h resulta más que suficiente con un disco delantero de 180 mm que va sobrado. El tambor de 110 mm cumple aunque ya advertimos que debemos estar atentos a su tensado para mantenerlo en forma.
Por suspensiones, la horquilla delantera vuelve a convencer por un tarado más que correcto. Detrás, su único amortiguador con muelle de doble paso peca de ser un pelín duro.
De nuevo no pudimos probar el agarre de sus neumáticos CST sobre suelo mojado, pero en seco dan mucha confianza con una sección de banda de rodadura hasta demasiado generosa para un 50 cc (la misma que para el desaparecido 125).
En compañía
El asiento es un poco justo en longitud para llevar a un ocasional pasajero, que no encontrará demasiada dificultad para acomodarse, a no ser que añadas un baúl trasero que estorbará para pasar una pierna al otro lado. Lo malo es el peso extra que tendrá que cargar su humilde motor de 50 cc y que lastrará aún más sus aceleraciones desde parado y capacidad para superar pendientes. Una vez acomodado, podrá agarrarse a los tubos del portabultos que hacen de asas, aunque las estriberas fijas para apoyar los pies le obligan a arquear ligeramente las piernas hacia adentro.
Con lupa
Haz click sobre la imagen para ampliar
El detallazo
Cuando ya pensábamos que el Euro 4 iba a enterrar los carburadores, Kymco vuelve a confiar en ellos para el Agility 50 pero añadiéndole sensores y un par de electroválvulas que lo convierte en un carburador electrónico. No es algo nuevo. De hecho Kymco lo utilizó por primera vez en la primera serie del Xciting 500, y sabemos de ellos también en todos los scooters Star de la desaparecida LML. Básicamente consiste en añadir un TPS (Throttle Position Sensor) en el eje de la válvula de mariposa para conocer la apertura del acelerador. La información de ese sensor junto con el régimen del motor se introducen en una ECU o procesador que actúa sobre el avance de encendido y añade un caudal extra de aire o de gasolina a través de las dos electroválvulas para empobrecer o enriquecer la mezcla. El LED que hay en el tablero informa de anomalías mediante una especie de código morse, permitiendo la conexión con una herramienta de diagnóstico para ajustar los parámetros o conocer el origen de la anomalía.
Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
Aceleración 0-50 m | 7,04 s (36,6 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 11,42 s (44,8 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 34,35 s (45,0 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 80,10 s (45,0 km/h) |
Aceleración 0-40 km/h | 8,58 s (66 m) |
Velocidad máxima | 45 km/h |
Consumo | 2,73 l/100 km |
Autonomía | 183 km |
Peso total lleno | 98,1 kg |
Reparto tren delantero | 38,3% |
Reparto tren trasero | 61,7% |
Precio Robustez Hueco casco integral |
Altura asiento Acabados espartanos Pata de cabra |
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes
|
Rivales directos | Kymco Agility City 50 | Super Soco CUx |