• Autor del texto – Antonio Cuadra
• Autor de fotos – AC
• Autor acción – Vicente Arenas
• Fecha – 16/10/2022

Los valencianos de Wottan se estrenaron en 2009 en el mundo de la moto, pero no fue hasta el 2016 cuando subieron como la espuma comercializando el scooter Gran Turismo Storm 125 que triunfó gracias al diseño del italiano Alessandro Tartarini que enamoraba a primera vista, su gran envergadura que aparentaba más cilindrada y un precio de adquisición asequible al emplear una sencilla mecánica de aire forzado con 2 válvulas. De la Wottan Storm ya han vendido más de 7.200 unidades contabilizadas hasta el cierre de 2021 en el mercado español, al margen de las ventas en Italia, Portugal, Malta y Chipre donde también se ocupan de la distribución. En total 224 puntos de venta repartidos por toda Europa.

Su proveedor Taro, también les suministra los modelos Storm-T (con la misma sencilla mecánica) y Storm-S (ya en 300 cc), disponiendo Wottan de un Centro Logístico en Bocairent donde se hace todo el control de calidad y preentrega. Este año han querido dar el salto al segmento Premium de los scooters con este modelo Storm-R que estrena propulsor con refrigeración líquida, doble árbol de levas y cuatro válvulas, el mismo para más señas que desarrolló Aprilia para sus últimos Scarabeo 125/200 y cuyo grupo termodinámico sirvió para crear el motor de 6 velocidades iniciado por Derbi y que actualmente conocemos como motor Piaggio que, en su última evolución impulsa a la Aprilia RS 125 y que, con sus auténticos 15 CV bajo Euro 5, registra 123 km/h liderando el Top Ten de los 125 más rápidos.

Volviendo al motor de la Storm-R con denominación 1P58MI-3, es el que también hemos conocido en el MH Fasty o en el Italjet Dragster 125, además de impulsar algún modelo descatalogado de Royal Alloy. Pero su fabricante Jincheng ha seguido una evolución diferente declarando Wottan para este modelo una potencia máxima de 10,8 kW (14,7 CV) a 9.750 rpm y un par de 11,2 Nm a 8.000 rpm que no están nada mal.

Al diseño de este Wottan Storm-R le dedicaremos “El detallazo” pero en esta introducción seguiremos comentando con lo que nos encontramos como, por ejemplo, las suspensiones con una llamativa horquilla invertida con barras de 37 mm y botellas doradas, poco habitual en nuestra cilindrada favorita, y una pareja de amortiguadores de gas. Y hay muchas más cosas que contar como su deslumbrante (en el doble sentido) alumbrado Full LED que le da una firma luminosa muy característica, el compartimento bajo el asiento con capacidad para un casco integral y uno abierto, la llave inteligente por proximidad, y el cuadro de instrumentos por pantalla TFT a color con dos visualizaciones diferentes que se invierten en negativo cuando la luminosidad exterior es baja para no deslumbrar al piloto.

Tomamos aire y seguimos con sus buenos detalles como son las dos guanteras en el salvapiernas, toma USB a la derecha de la pantalla TFT, caballete lateral en fundición de aluminio, guardabarros pegado a la rueda trasera, manetas regulables, pinza delantera de cuatro pistones con anclaje radial, ABS aunque solo en la rueda delantera, parabrisas regulable manualmente en altura y retrovisores anclados al carenado delantero tipo moto. Seguro que nos dejamos algo, aunque todo ello lo revisaremos en el apartado “Con lupa”. Concluir que el Storm-R rebosa mucha calidad y que se ofrece por 3.990 € en colores blanco, azul, gris y el rojo que veis en las fotografías.

A bordo

Wottan declara una altura de asiento para el Storm-R de 790 mm. Esto, en principio resultará asequible a una gran mayoría de usuario, pero con el estándar del metro setenta se llega justito con ambas plantas de los pies no por altura sino más bien por la anchura debido a que en el compartimento de carga se sitúa el casco integral en la parte delantera. Iniciando la marcha y subiendo los pies sobre las plataformas horizontales se adopta una postura cómoda con la espalda vertical. En principio esta postura no se combina con la de las piernas estiradas a lo custom, porque te encuentras que la parte inclinada está muy alta.

Antes te comentamos que Taro suministra los vehículos a Wottan, y éste en concreto adopta la denominación Defender en 300 y Huracan en ¡400 cc! Como podrás comprobar comparten todo el bastidor con el 125 cc lo que es una garantía de robustez para un 125 cc, aunque nuestra báscula, con su depósito de 10 litros lleno, arrojó un peso de 189,7 kilos que empieza a ser crítico, aunque valores muy parecidos ya los habíamos visto en esta cilindrada. Consecuencia de su envergadura son el poco más de metro y medio (1.530 mm para ser exactos) de su distancia entre ejes que se han tenido que compensar con unas ruedas de una una pulgada menos de diámetro: de 15/14 a 14/13 pulgadas. En la práctica, la adaptación les ha salido muy bien y el Storm-R se muestra muy manejable en ciudad incluso te sorprenderá su maniobrabilidad para girar con un radio muy cerrado. El bajo centro de gravedad también contribuye a imprimir cierta agilidad con toque deportivo para cambiar de dirección.

Lo que no nos ha gustado es el ruido del escape, con un petardeo muy sonoro y hasta desagradable debido a que en la doble salida superpuesta del silenciador no contaba con el dB-killer superior. Tampoco nos han convencido los retrovisores; es cierto que quedan muy chulos anclados al carenado delantero como si se trata de una moto, pero en nuestra dilatada experiencia probando scooters, son muy pocos los modelos que pueden presumir de que funcionan, desgraciadamente hay que elevarlos mucho para dejar de ver tus nudillos y eso puede afectar a la estética. Tampoco está resuelto el sistema de plegado y, en una caída tonta de la moto cuando está aparcada, te lo puedes encontrar arrancado de cuajo y, además de los siete años de mala suerte (aunque esto sería aplicable al que te la ha empujado sin querer), te saldrá por una pasta reponerlos ya que integran las hileras de diodos LED de la luz de posición (bien por contar con dos focos permanentes además del faro) y de los intermitentes.

Donde mejor se encuentra el Storm-R es en autopista. Aquí es mejor subir con la mano el parabrisas hasta su máxima altura para protegernos, aunque los mejores resultados se consiguen con el parabrisas bajado e inclinando el cuerpo hacia delante para conseguir más aerodinámica. Con estas condiciones, te pondrás muy contento al ver cuesta abajo los 130 km/h en su velocímetro, aunque en llano se quedan en 118 km/h que se corresponde con 106,8 km/h auténticos.

Línea de tierra

Si impresiona a primera vista la presencia de la horquilla invertida con sus botellas doradas, también te convencerá su comportamiento con ese tarado ideal que te permite absorber pequeños baches y ser lo suficientemente rígida para trazar con pulso firme en conducción deportiva. De los amortiguadores no podemos decir lo mismo: son duros como una piedra. De acuerdo que tiene ajuste en precarga, pero es por tuerca-contratuerca, más incómodo que el tradicional almenado, y además le falta cero coma para llegar a su posición más blanda, lo que no resuelve mucho. Volviendo a la estadística de nuestra experiencia, no recordamos ningún amortiguador con botella separada con tarado blando.

Respecto al calzado se cuenta con unas gomas CST con sección generosa (120 mm delante con perfil 80% y 130 detrás en 70%) lo que garantiza buena adherencia al menos en seco. En mojado no te podemos adelantar nada.

Y, por último, los frenos es otro de los poderíos del Storm-R. Son medidas habituales en 125 cc y se les saque muy buen provecho con la pinza radial de 4 pistones sobre el disco delantero de 260 mm, mientras que detrás actúa una sencilla pinza monopistón sobre un disco de 230 mm situado justo en el plano de simetría. Al disco delantero, además de encontrarse en el lado derecho y facilitar la colocación de un antirrobo de disco cuando la dirección está bloqueada a la izquierda, hay que añadir la presencia de un modulador ABS de un solo canal (sin ABS en la trasera) firmado por la firma china Hangte, que no va mal comparado con otras reconocidas firmas, aunque resulta algo intrusivo con cierta tendencia a no apurar el bloqueo.

En compañía

El pasajero se encontrará a una altura superior a la del piloto, con lo cual éste último no invadirá su espacio. No resulta muy difícil acomodarse en el asiento de atrás disponiendo de una longitud algo justa, estriberas desplegables recubiertas de goma y bien situadas, además de sólidas asas donde agarrarse a cada lado del asiento.

Con lupa

Haz click sobre la imagen para ampliar

La tapa que cubre la transmisión nos llegó a confundir de que el motor empleado para esta Storm-R es el que en su día utilizó Aprilia para las últimas series del Scarabeo 125/200. Una buena elección por potencia y ausencia de vibraciones.	Las estriberas del pasajero son desplegables y cuentan con un generoso recubrimiento de goma que asegura un buen agarre con la suela sin dañarlo, además de filtrar las escasas vibraciones a alto régimen del motor.	Un buen detalle en su larga lista de excelencia en acabados es el caballete lateral en fundición ligera de aluminio. Por supuesto, es de los que desconecta el encendido si se encuentra desplegado y no se recoge solo.
El caballete central complementa al lateral en los estacionamientos prolongados o cuando se requiere una mayor estabilidad. Su larga palanca para subir el scooter sobre él indica lo fácil que resulta esta operación.	Pocos scooters de 125 cc pueden presumir de contar con una horquilla invertida. Y para los que no se hayan dado cuenta de ello, la del Storm-R tiene las botellas anodizadas en un llamativo color dorado. El guardabarros avisa de que cuenta con ABS aunque solo en ese tren.	Al fondo del paso de rueda delantero se encuentra el radiador necesario para la refrigeración líquida del motor. En nuestra prueba con los calores del verano y en ciudad, no llegó a subir demasiado la temperatura ni se activó el electroventilador.
El asiento del pasajero tiene una longitud un tanto justa pero resulta cómodo de mullido y dispone a ambos lados de unas sólidas asideras donde agarrarse. Se aprecio el escalón que lo limita de la zona reservada para el piloto.	La bandera italiana refuerza la inspiración del diseño Ducati de este modelo, aunque ni el fabricante chino, ni el importador valenciano, ni el diseñador francés tengan esta nacionalidad. El color rojo de la unidad de pruebas refuerza esta inspiración.	Otro buen detalle del Strom-R es el parabrisas. Viene acabado en tono ahumado y tiene la ventaja de ser regulable, aunque a mano. En la imagen se encuentra en la posición más baja. El campo de visión siempre será por encima de su canto superior.
La parte delantera de los espejos retrovisores incorporan los intermitentes y la luz de posición, por supuesto, todo en LED. Con estas luces de posición, se contabilizan junto con el faro, tres focos distantes que harán verse mejor al vehículo. No se recogen en caso de caída.	El faro es muy Panigale y aporta deportividad. Cuenta con cuatro focos LED en cada una de las dos ópticas. Los dos exteriores de cada lado (iluminados en la imagen) son para las cortas mientras que los interiores son para las largas. En esta posición no se iluminan todos a la vez.	La pinza de anclaje radial con cuatro pistones sigue reforzando el carácter deportivo de la Storm-R. Muerde un disco Wave de 260 mm de diámetro y lo completa un sistema ABS monocanal. En el centro del disco se ve la rueda fónica del sensor de velocidad.
Por este lado del motor se reconoce que es el motor Scarabeo, incluso la “X” en la fundición del cilindro también lo identifica con la de los potentes motores Piaggio del que derivan. Cada uno ha seguido una evolución diferente. En la de este motor se emplea una ECU de Delphi.	El silenciador es voluminoso, aunque se debe al envoltorio de las protecciones que evitan posibles quemaduras, para las que advierte la indicación. Dispone de dos salidas de gases superpuestas.	El guardabarros pegado a la rueda sirve de soporte para la placa de la matrícula además de su iluminación y el catadióptricos. Se fija tanto al extremo posterior del semibasculante derecho como al del cárter de la transmisión.
Este es el aspecto del puesto de conducción con plataformas horizontales para poyar los pies, aunque se estrechan demasiado si se apoyan hacia atrás. Se puede ver la verticalidad y separación del escalón que separa la plataforma inclinada de la horizontal.	La parte posterior está muy conseguida recordando la de la Ducati Diavel. La suspensión trasera se encomienda a dos amortiguadores con botella de gas adosada dotados de muelle de doble paso y ajuste de precarga en su parte superior por tuerca-contratuerca. Son pétreos.	La firma luminosa del piloto trasero hace que un Storm-R sea reconocible de inmediato en conducción nocturna por ese arco con patillas verticales que se ilumina más intensamente con la luz de freno. Los intermitentes van por dentro junto a las patillas verticales.
La piña izquierda agrupa los conmutadores habituales de cortas/largas e intermitentes junto con el gatilla de ráfagas y pulsador de claxon. Se completa con el interruptor rojo que activa los intermitentes de emergencia.	En cambio, la piña derecha reduce su dotación al interruptor cortacorrientes en color rojo y al botón de arranque, disponiendo en ambos extremos del manillar sendos contrapesos. Las manetas incluyen una muesca para que, en caso de caída, se rompan por ese punto.	La trampilla de acceso al tapón del depósito de gasolina se abre desde un botón junto al pomo de contacto. El depósito cuenta con una capacidad para 10 litros lo que se traduce en casi 300 km de autonomía mínima sin visitar una gasolinera.
El pomo de contacto se activa ante la proximidad de la llave inteligente pulsando en el pomo. Cuenta con las habituales funciones de contacto y bloqueo de la dirección más otra posición para usar los botones de la izquierda de apertura del asiento y acceso al depósito.	Esta es la guantera izquierda. La boca es pequeña, pero tiene profundidad suficiente para llevar un botellín de agua, ayudando el sistema de apertura de la tapa que deja la boca completamente abierta por si el objeto introducido asoma.	En primer plano se puede ver el anclaje izquierdo del guardabarros trasero. En segundo plano aparece el freno de disco trasero de 230 mm de diámetro situado justo en el plano de simetría del scooter.
No podía faltar en un scooter bien dotado la toma de corriente USB. Ésta se encuentra junto al cuadro de instrumentos, en su parte inferior derecha. Una tapa de goma lo protege de las inclemencias meteorológicas.	Los retrovisores se ajustan sobre el propio cristal del espejo. No están situados lo suficientemente altos y mostrarán preferentemente los nudillos de tus manos. En caso de caída, no se pliegan solos.	La guantera del lado derecho es idéntica a la del izquierdo con la misma tapa que mejora mucho la accesibilidad. No olvides dejar nada en el interior porque ninguna de las dos dispone de cerradura de protección.
Otro buen detalle ergonómico del Storm-R lo encontramos en las manetas regulables que se adaptan a la mano del usuario por esa ruleta con cinco posiciones actuando sobre la separación de la maneta con la empuñadura. No se requieren herramientas.	Este es el espacio bajo el asiento ocupado por el casco integral en su parte delantera y otro abierto con pantalla con la apertura del cuello hacia arriba en la parte posterior. Detrás de este casco se encuentra la batería. Ojo que los cascos integrales o modulares grandes no caben.	Y este es el aspecto del “jacuzzi” completamente vacío y dispuesto a recibir cualquier tipo de carga en su interior con los cascos en las cabezas del piloto y pasajero. Retirando los tornillos que lo fijan se tiene un buen acceso a la mecánica.
Este es el aspecto de la primera visualización de la pantalla TFT con los cuatro testigos iluminados que se encuentran en el centro del manillar. Hay otros dos testigos a la izquierda de la pantalla que corresponden al ABS y la inyección.	Y esta es la segunda visualización de la pantalla TFT que cambia pulsando sobre el botón “Sel” inferior izquierdo. Como puedes comprobar, no hay suficiente contraste con el fondo y los caracteres son pequeños.	La pantalla también muestra un menú de ajustes desde donde se puede reiniciar el cuentakilómetros parcial, ajustar la hora, cambiar las unidades y el idioma, y consultar los códigos de error.
La dotación de herramientas es suficiente para solucionar averías pequeñas. Incluye llave fija 10-12 mm, llaves Allen de 5 y 6 mm, destornillador de doble punta (plano/estrella), y llave de bujías.	La llave inteligente incorpora otros tres botones con un alcance mayor que el de la proximidad: apertura del asiento, localizador del vehículo y cortacorrientes a distancia. Incluso incorpora una llave tradicional para introducir en la cerradura oculta bajo la tapa del pomo de contacto.	Vista de lado la parte posterior del scooter te recordará de inmediato a la Ducati Diavel por la forma “respingona” y la ausencia del faldón que tradicionalmente soporta la matrícula. La firma luminosa del Storm-R tiene su personalidad propia.

El detallazo

El autor del diseño del Storm-R es el francés Yacouba Galle con 25 años de experiencia tanto como piloto de pruebas de motos como de diseñador. El Yacouba Studio Design en Suiza ha creado entre otros el kit de transformación de la MV Augusta Bestiale, una Sherco 450 del Dákar, una moto voladora que todavía no se ha materializado y la futura Rebbe 125 que presentará Wottan en la próxima edición del EICMA. Junto a estas líneas podemos ver uno de los primeros bocetos del Storm-R junto con la materialización a escala real del primer modelado en clay (arcilla) al que después seguirá el modelado 3D. Queda más que clara la inspiración de Yacouba en el frontal de la Ducati Panigale con su característico doble faro y la parte posterior de la Diavel también de Ducati.

Prestaciones con nuestro equipo de telemetría

Diseño Equipamiento Comportamiento	Retrovisores Anchura asiento piloto Amortiguadores duros

Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes Ver FICHA TÉCNICA/EQUIPAMIENTO/PRECIO/IMÁGENES del Wottan Storm-R 125