- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – AC
- Autor acción – Vicente Arenas
- Fecha – 13/03/2022
Para ser un buen scooter urbano hay que cumplir con una serie de exigentes requisitos: diseño atractivo, económico de adquisición y mantenimiento, manejable, ágil, práctico, con buena capacidad de carga, motor Euro 5 respetuoso con medio ambiente pero brioso… A los 1.849 € que cuesta el Riya Rome, también tendrás que añadir alumbrado Full LED, hasta ahora reservado a modelos de superior precio.
Pocas veces nos encontramos ante un producto que tanga las famosas tres “B”: Bueno, Bonito y Barato. Y menos en estos tiempos tan difíciles. El Riya Rome 125 que os ponemos a prueba en esta ocasión las tiene. Empezando por la última “B”, la de barato, basta con citar los 1.849 € que cuesta estrenarlo (en colores azul marino o gris) con la nueva garantía de 3 años, casi lo mismo que un scooter urbano de segunda mano. Incluso, por 100 € menos, tienes la versión ciclomotor de 50 cc que se convierte en un vehículo familiar paro emplear con cualquier carnet (coche incluido) y desde los 14 años con el carnet AM.
Lo de “bonito”, pues está bien, aunque original no lo es porque te recordará de inmediato a la Vespa LX, ya desaparecida y cuya denominación, leída como números romanos, conmemoraba el 60º aniversario (ya ha cumplido los 75). Es un diseño limpio y sin estridencias, pero al no ser propio, pierde personalidad. Sin embargo, no se sigue el concepto original al pie de la letra ya que el Rome (denominación que trae todavía más recuerdos al mítico scooter italiano) emplea un bastidor tubular abierto vestido con carrocería plástica en lugar del bastidor autoportante en chapa estampada; y tampoco recoge la suspensión delantera por monobrazo de bieletas oscilantes.
El motor es una mecánica sencilla con refrigeración por aire forzado y culata de dos válvulas que declara 8,1 CV a 7.500 rpm y lo alimenta un sistema de inyección desarrollado por Delphi para cumplir con la homologación Euro 5. Como detalle curioso, el motor conserva el arranque por pedal que nos vendrá bien cuando la batería se encuentre casi descargada.
El manillar recoge mandos estándar ya conocidos bien situados y con buen tacto y en su centro encontramos un cuadro de instrumentos inspirado también en la LX pero con el añadido de un voltímetro bajo el nivel de gasolina. Siguiendo con las similitudes, el salvapiernas añade una guantera central que, en este caso, dispone de una cerradura, y en cuyo interior hay dos lóbulos para guardar pequeños objetos. Encima de la guantera se encuentra el práctico gancho para colgar bolsas y bolso y, a su derecha, una cerradura de contacto con obturador para que no se manipule el bombín y que, desgraciadamente, no centraliza la apertura del asiento.
Así que, para abrir el asiento, hay que sacar la llave e introducirla en una cerradura que se encuentra en el lateral izquierdo posterior. El compartimento principal de carga bajo el asiento es espacioso y da cabida con holgura a un casco integral de cualquier talla y modelo. Detrás de él se encuentra el depósito con capacidad para 5 litros. La batería se ha desplazado al centro de la plataforma para apoyar los pies cuya tapa forma un pequeño escalón. En esta plataforma se echan de menos unas alfombrillas o tiras de goma, no por sus propiedades antideslizantes, sino porque con el uso, el suelo de plástico pintado se irá degradando con el roce del calzado.
Y si te parecía poco disponer de espacio para guardar en su interior un casco integral, el Rome añade también un baúl a juego con el color de la carrocería, aunque con diferente cerradura del contacto, en el que cabe un segundo casco integral.
El Riya Rome ya era un scooter conocido en nuestro mercado, pero en esta última serie que probamos con homologación Euro 5 aporta como principal cambio el faro Full LED: todo un lujo reservado a modelos de muy superior precio y no a un humilde scooter “low cost” muy por debajo de los 2.000 €. La tecnología LED se completa con un piloto trasero por matriz de diodos, aunque no se termina del todo ya que los cuatro intermitentes emplean bombillas incandescentes con cristal naranja.
A bordo
Y vamos con la última “B”, la del bueno. Comenzando por nuestro habitual comentario de la altura de asiento, Riya no declara la elevación, pero intuimos que está muy por debajo de la cifra crítica de los 800 mm; y se lo pone muy fácil a cualquier talla para apoyarse en el suelo con ambas plantas de los pies. Pero lo mejor es cuando inicias la marcha y subes los pies a las plataformas adoptando una postura cómoda con espalda erguida con las piernas casi colgando del asiento por su generosa separación asiento-plataforma. Fíjate en las fotos de acción con Vicente y su metro 90 como conduce sin miedo a que se le caiga la calderilla de los bolsillos de los pantalones, y sin que el manillar golpee sus rodillas.
La respuesta al acelerador es muy enérgica. Prepárate a salir catapultado de los semáforos en cuanto se ponga en verde si abres a tope el acelerador. Esa respuesta instantánea la valoramos mucho en un Euro 5. La ciudad es su hábitat natural; a esa aceleración de dragster añade también la agilidad para cambiar de dirección debida a su contenido peso con depósito lleno de 106,6 kg y a las ruedas de 10 pulgadas en ambos ejes que aportan mucha manejabilidad. Siempre hemos criticado este diámetro de rueda pequeña, porque al margen de la menor estabilidad, ese tamaño no filtra bien los baches y va a ser más sensible a esas zanjas mal terminadas, adoquines y tapas de alcantarilla, típicas de una gran ciudad.
Precisamente para paliar esa falta de estabilidad a alta velocidad, el límite de velocidad máxima se ha reducido, aunque psicológicamente no te afecte mucho, porque dando caña y estirando al máximo verás como la aguja de su velocímetro alcanza su límite marcado de ¡120 km/h! y no te resultará el Rome para nada nervioso de dirección. La telemetría lo desvela todo: esos 120 son en realidad 90,3 km/h, una velocidad que se consigue rápidamente en llano y que no podrás superar ni en cuesta abajo. De ahí que el desarrollo corto que monta te sorprenda en las aceleraciones y que no llegas a notar la ausencia de estabilidad de las ruedas pequeñas.
En principio el Rome es un scooter silencioso con casi una ausencia completa de vibraciones. Sin embargo, los ruidos que muestra son debidos al baúl trasero (pones la mano encima de su tapa y desaparecen). Nuestra recomendación es que lo quites y lo guardes si es que de verdad lo necesitas, porque con el casco en tu cabeza y dejando libre el hueco, ya tienes una buena capacidad de transporte. Además, al quitarlo descubrirás que está montado en un portabultos de los buenos con una hoja dotada de muelle que se cierra sola y te permite atrapar libros u otros objetos sin necesidad de emplear pulpos o redes elásticas.
Que sí, que el Rome tiene sus defectos, pero estarás conmigo que con los 1.849 € que cuesta, los fallos se juzgan de manera diferente.
Línea de tierra
Las suspensiones están confiadas a elementos tradicionales como la horquilla telescópica hidráulica y dos amortiguadores también hidráulicos que se encuentran casi ocultos por la carrocería, filtro de aire y silenciador de escape, por lo que se han ahorrado el mecanismo de ajuste de la precarga. Ambas suspensiones cumplen su cometido con un tarado tirando a duro en el tren posterior.
En lo referente a los neumáticos, volver a recordar su diámetro de 10 pulgadas (¿cuánto costaría un Rome con llantas de 12 pulgadas?) que afortunadamente no afectan a la estabilidad al estar limitada su velocidad máxima a 90 km/h, ni tampoco a golpear los bajos al subir el scooter a bordillos (mientras que no sean demasiado altos). De los neumáticos se ocupa CST con unas gomas que cumplen en seco aunque no tuvimos la oportunidad de probarlas sobre mojado.
Por frenos, el Rome incluso llega a superar a la Vespa LX, en el sentido que confía en sendos discos en ambos ejes de 180 mm, aunque no por emplear un ABS aunque sea en la rueda delantera. Obviamente, el funcionamiento es combinado CBS con una contribución suave en el tren delantero, y buena potencia y dosificación.
En compañía
La compacidad del Rome se deja sentir en que la longitud del asiento es justita para dos plazas, encontrándose el pasajero aprisionado entre el baúl y el piloto. Eso sí dispone de un respaldo acolchado en el baúl. Antes recomendábamos desmontar este baúl, algo que agradecerá nuestro acompañante, no por el respaldo, sino por facilitar su acomodamiento en el asiento posterior y por poder situarse un poco más atrás para no ir tan encajado. El portabultos incorpora asideras para agarrarse y se dispone de una pareja de prácticas estriberas desplegables presionando un botón con la punta del pie.
Con lupa
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El detallazo
El faro Full LED del Rome se merece un fuerte aplauso, sobre todo por tratarse de un scooter con un precio muy por debajo de la barrera de los 2.000 euros. La mitad superior la ocupa el foco de luces cortas, dejando el semicírculo inferior para las largas, las cuales no se iluminan junto con las cortas para ofrecer una más amplia zona iluminada (es algo a revisar en futuras versiones). El perímetro del faro lo ocupa una guía luminosa LED que hace de luz de posición y que se extiende también a unos diodos integrados en los intermitentes delanteros (3 focos siempre iluminados) que ayudan a hacerte ver por el resto del tráfico.
Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
Aceleración 0-50 m | 5,11 s (50,1 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 8,28 s (62,3 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 22,27 s (85,4 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 47,31 s (86,6 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | NO LLEGA |
Velocidad máxima | 90,3 km/h |
Consumo | 3,32 l/100 km |
Autonomía | 151 km |
Peso total lleno | 106,6 kg |
Reparto tren delantero | 32,9% |
Reparto tren trasero | 67,1% |
Precio Comportamiento urbano Luces LED |
Sin personalidad propia Baúl trasero ruidoso Apertura asiento sin centralizar |
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería ImágenesVer FICHA TÉCNICA/EQUIPAMIENTO/PRECIO/IMÁGENES del Riya Rome 125 E5 |