• Autor del texto – Antonio Cuadra
• Autor de fotos – AC
• Autor acción – Marta de la Cuadra
• Fecha – 03/04/2017

Kymco no se conforma con tener el scooter de “rueda alta” refrigerado por aire más vendido del mercado (Agility City) sino que también incluye en su gama una alternativa en la misma categoría con formas más elegantes y estilizadas. Además, este Miler 125 puede encajar mejor con el público femenino.

El Agility City tiene el mérito de popularizar el concepto de scooter de “rueda alta” con motor refrigerado por aire forzado en toda la geografía española. Con él, Kymco logó el título de súperventas en el año 2015 y repitió en el 2016 con la contribución de la nueva versión Euro4 que se mantiene en su gama actual, y va camino de quedarse en segundo lugar este 2017 justo detrás del Scoopy repitiendo el liderato en la categoría de los “rueda alta” económicos. Su original diseño con el faro en el escudo frontal, pequeña pantalla derivabrisas en el manillar, formas deportivas con proliferación de líneas rectas, y detalles deportivos como el uso de neumáticos de perfil bajo sobre llanta delantera de 16 pulgadas, ha gustado por mayoría absoluta.

Pero en el fondo, en Kymco reconocen que hay otro tipo de público que prefiere un vehículo más serio, con líneas elegantes, faro tradicional en el manillar, formas más estilizadas. Todo ello sin perder las características principales de la “rueda alta”: la mejor autoalineación y estabilidad producidas por el mayor efecto giroscópico, así como el suavizamiento de las irregularidades del firme típicas de una gran ciudad.

Esas características no dejan de ser las que ofrece la competencia en sus vehículos. Lo puedes comprobar con el Sym Symphony S/ST, Peugeot Tweet, Piaggio Liberty o Honda Vision. Y así es como surge la alternativa del Miler, un “rueda alta” de aire forzado más distinguido con el que se busca llegar a un público más adulto, y, en particular, al público femenino, ese gran “filón” que queda por convencer para que las ventas de los scooters de convalidación tengan esa “paridad” para que se repartan al 50% entre hombres y mujeres.

Saltan a la vista las diferencias con el Agility City que probamos en Moto125.cc: diseño más clásico con líneas redondeadas, abundantes cromados, color alternativo marrón-bronce (marrón moka) de lo más refinado, faro tradicional en el manillar, formas muy esbeltas y ligeras (poco más de cinco kilos menos comparados con el Agility con el depósito lleno según nuestra báscula), neumáticos de balón más redondo y altura de asiento más baja (5 cm menos) en clara alusión a las tallas menos altas.

Y como ya va siendo habitual, el Miler ha sido adaptado a los gustos de nuestro mercado por iniciativa de Kymco España. Se basa en el modelo People One (que es como se le conoce en el resto de los mercados) con una “metamorfosis” que cuesta reconocerlo. En total hay más de 60 referencias del catálogo de recambios modificadas con el exclusivo color marrón moka que mostramos en las fotografías y que complementa a los tradicionales blanco y gris. También incorpora modificaciones en el hidráulico de la suspensión trasera para suavizar su comportamiento, sobre todo en firmes adoquinados, y el asiento con nuevo mullido y tapizado en dos tejidos.

A bordo

Lo de la altura del asiento se nota, pero más porque el Miler es más estrecho que el Agility City y eso te permite no abrir tanto las piernas y llegar mejor al suelo. Con tallas rozando los 170 cm llegas perfectamente al suelo apoyando ambas plantas de los pies e incluso te puedes permitir flexionar ligeramente las piernas, lo que da margen para las estaturas de 165 cm: fundamental en cualquier vehículo urbano que se precie.

Tampoco hay nada que objetar cuando inicias la marcha y subes los pies a la plataforma plana. La altura entre asiento y plataforma es la ideal y no hay que encoger las piernas; y eso que debajo de los pies se encuentra el depósito de combustible con 6 litros de capacidad. Lo que sí resulta escasa es la superficie de la plataforma, justita para los que calzan un 42 y que permite poca libertad de movimientos, aunque al menos no tienes que sacar hacia fuera las puntas de los pies y protegerlos con el salvapiernas del frío y lluvia.

El motor es una evolución del que emplea el Agility City con importante cambios como el de incluir en los apoyos de los balancines con el árbol de levas unos rodamientos de bolas o aumentar la relación de compresión. Posiblemente algo más se ha tenido que hacer porque es mucho más suave de funcionamiento y nulo en vibraciones. Volviendo a los datos oficiales, para este Miler se declara una potencia de 9,5 CV (medio caballo más que es muy significativo) a un régimen de 7.500 rpm (mil vueltas menos), mientras que en par también se gana medio Nm (9,5 Nm) a 6.000 rpm (750 vueltas menos). Esa mejora en potencia se traduce de inmediato en prestaciones y nuestro equipo de telemetría lo refleja: casi un segundo menos acelerando en 400 m y casi tres cuando se alcanza el kilómetro. También se gana en velocidad máxima, superando ambos “rueda alta” la barrera de los 100 km/h reales y sacándole un kilómetro por hora más (102,2 km/h reales) el Miler al Agility.

Ni que decir tiene que en el tráfico urbano es donde mejor se desenvuelve el Miler. Sale disparado de los semáforos y cambia de dirección con sutiles movimientos de cintura. Y aunque corra, el Miler no se encuentra cómodo saliendo por carretera abierta; su manillar corto (menos de 70 cm de ancho) está bien para moverse entre coches pero es demasiado sensible a alta velocidad.

Más potencia, más par, mejores prestaciones y velocidad máxima y, para colmo, un consumo inferior por debajo de los 3 litros a los 100 km (= máxima eficiencia) que en parte compensa el litro de menos del depósito en cuanto a autonomía se refiere.

Linea de tierra

Para el calzado, el Miler confía en unos neumáticos Kenda de dibujo semideportivo que estadísticamente nos han dado mejor resultado que los CST chinos. Ofrecen un buen agarre en seco (la sequía nos vuelve a impedir sacar resultados en mojado), pero no nos ha gustado el desequilibrado que mostraba la rueda delantera de nuestra unidad de pruebas (efecto bacheado). Su menor anchura y mayor altura son responsables de una menor resistencia de rodadura y mayor agilidad en los cambios de dirección.

En lo que respecta a suspensiones merece la pena valorar el trabajo de Kymco España consiguiendo una suspensión trasera con un tarado firme y cómodo que trabaja bien en equipo con el de la horquilla y que se recupera en extensión sin brusquedades, absorbiendo las irregularidades del asfalto de una gran ciudad.

Los frenos son en diámetro más pequeños que los de su hermano el Agility City conformándose con un 226 mm para la rueda delantera y 200 para la trasera (260 y 240 mm, respectivamente en el Agility). Aún con esa diferencia de diámetros muestran una correcta potencia de frenado aunque en dosificación hay que tener buen tacto: los frenos están combinados en la maneta izquierda (pinza trasera con uno de los tres pistones de la pinza delantera) y resulta muy brusca esa pequeña contribución del delantero (ojo con las frenadas de pánico).

En compañía

A pesar de sus dimensiones compactas, en el Miler no encontramos las apreturas típicas de conducir con pasajero y, es más, el motor es lo suficientemente enérgico para salir airoso de los semáforos con el peso extra. A nuestro acompañante no le será difícil acomodarse en el asiento de atrás a pesar de la presencia del baúl trasero ya que el asiento no es muy alto. Una vez sentado dispondrá de las asideras laterales que forma el portabultos en sus prolongaciones delanteras, descansando los pies en unas estriberas que se despliegan a mano (no con un botón como en el Agility). A destacar el respaldo acolchado que incluye el baúl.

Con lupa

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El motor tiene su origen en el del Agility City. Se ha evolucionado bastante incluyendo rodamientos en los apoyos de balancines y más relación de compresión. Es más potente, con mejores prestaciones, más suave y encima gasta menos. Pura eficiencia.	El suelo es plano y debajo se encuentra el depósito de combustible con cinco litros de capacidad. La altura a la que se encuentra es la adecuada sin llegar a sacrificar los bajos con los bordillos, pero su superficie es bastante justa.	El tren delantero emplea un disco de 226 mm, mucho más pequeño que el de 260 del Agility City. La pinza es de triple pistón con el central conectado a la pinza trasera a través de la maneta izquierda. El funcionamiento CBS de este elemento es brusco.
Como en todos los modelos Kymco desde que los conocemos, se cuenta con caballetes central y lateral. Pero este último no es para presumir; le pasa como al Agility City que se recoge sólo y puede provocar un disgusto.	Las estriberas del pasajero son desplegables, como deben de ser, con un recubrimiento superior de goma para que no se deslicen los pies. Pero siendo más Premium que el Agility City se echa de menos el sistema por botón que las extiende.	Hay dos amortiguadores traseros, muy parecidos a los del Agility City, con muelle de paso variable para conseguir un tarado progresivo y precarga. Kymco España ha trabajado en el hidráulico. En la posición de precarga más blanda van muy bien.
En el escudo frontal hay mucho cromado que aporta elegancia con los intermitentes “engordados” por sus sobredimensionadas tulipas transparentes. En su interior se confía a una bombilla incandescente tradicional.	Al contrario que en su hermano Agility City, el faro se aloja en el manillar y no en el escudo frontal. Una ubicación más tradicional y que aporta más elegancia. La bombilla empleada es una halógena H4.	Como debe ser en un “rueda alta”, la llanta delantera es de 16 pulgadas calzada con un neumático de dibujo semideportivo firmado por Kenda que en nuestra unidad de pruebas se desequilibró produciendo un molesto efecto bacheado.
El silenciador de escape también contribuye a la elegancia que rebosa el Miler con una pequeña moldura cromada. La protección plástica lo cubre casi por completo e incluso se prolonga cubriendo el tubo colector.	Hasta la tapa de caracol del aire forzado aporta diseño con esa especie de frente de ondas hacia el sentido de marcha. Junto a ella, a la izquierda de la imagen, se encuentra la varilla del nivel de aceite.	La rueda posterior es de 14 pulgadas (no de 16). Un recurso también empleado por otros modelos para no perder capacidad en el hueco bajo el asiento por el paso de rueda y no elevar demasiado el asiento. El disco es de tan sólo 200 mm.
En el interior del piloto trasero se encuentra una bombilla incandescente de las de toda la vida. Engaña la tulipa con “efecto LED” iluminando 9 puntos en forma de arco y una especie de guía luminosa horizontal en la parte superior.	La piña de conmutadores izquierda utiliza mandos ya conocidos de otros modelos con buen tacto y bien colocados, disponiendo el conmutador de luces de una posición de ráfagas.	En la piña derecha solo encontramos el botón de arranque ya que las luces van siempre encendidas. Fíjate en el diseño de las empuñaduras con el logo de la marca o los contrapesos metálicos en los extremos del manillar.
Los espejos retrovisores son sencillos y efectivos con toda su superficie y mástil completamente cromadas. La articulación superior está bien cubierta, mientras que para su unión con el soporte de la maneta se emplea un guardapolvo de goma.	No hay guantera central. La tapa que ves en la parte superior izquierda del salvapiernas, se abre desde la cerradura de contacto y oculta el tapón de llenado del depósito de gasolina.	La cerradura de contacto es como la que utilizan los scooters GT Premium de la marca con obturador de bombín. Además de las funciones de contacto y bloqueo habituales incluye la apertura del asiento y de la tapa para acceder al tapón de gasolina.
En el centro del salvapiernas en una posición elevada se encuentra el gancho que resultará muy práctico para colgar bolsas y bolso. No es el único. Justo debajo de él encontramos otra de las muchas molduras cromadas.	El cuadro de instrumentos es de lo más simple. Completamente analógico incluyendo el cuentakilómetros cuya cifra de unidades de millar cambia de color para recordarnos los cambios de aceite. Se echa en falta un reloj como en el Agility que cuesta 200 € menos.	Junto a la bisagra del asiento encontramos dos pequeños ganchos que sirven para colgar por fuera sendos cascos de sus argollas. Al cerrar el asiento quedarán atrapados, aunque no recomendamos su uso.
En la parte posterior del hueco bajo el asiento encontramos la batería. El soporte de la caja de la batería incluye dos bolsillos para guardar sendos fusibles de repuesto. Desde el hueco de la batería se accede al conector para la herramienta de diagnóstico.	Impresionante la capacidad del hueco bajo el asiento. Incluso se puede aprovechar la bandeja superior encima del alojamiento de la batería. Desafortunadamente solo cabe un casco abierto en su interior.	El baúl trasero proporcionado por la firma española SHAD aporta un plus de capacidad (33 litros) sobre el espacio del compartimento de carga bajo el asiento, permitiendo guardar en su interior un casco integral y aún queda espacio para más objetos.
El baúl trasero viene equipado con todos los extras que ofrece SHAD: por una parte el respaldo acolchado que agradecerá nuestro pasajero, y por otra la tapa superior a juego con el color de la carrocería.	Para utilizar el Miler se necesitan dos llaves. La de la izquierda es idéntica a la que utilizaban los primeros SuperDink con el vaso codificado integrado en el mango para abrir el obturador. La de la derecha sirve para abrir el baúl.	Los únicos diodos LED que incorpora el Miler los encontramos en la parte inferior del escudo frontal. Son 5 diodos blancos DRL que se iluminan como luz de posición aportando un segundo foco luminoso independiente del faro para hacerse ver mejor.
Sorprende encontrar un segundo gancho portabolsas/bolso. Se encuentra justo debajo de la parte delantera del asiento, es articulado y está poco elevado para colgar algo. La tapa en la que se encuentra serviría para dar acceso a la bujía pero se ha cegado.	Visto desde arriba se aprecia la esbeltez del Miler. Comparado con el Agility City, su manillar y escudo frontal es más estrecho como también el cuerpo central, fundamental a la hora de poner pie a tierra con más facilidad.	El asiento es nuevo tanto en tapizado (con doble tejido) como en mullido. Se ha cuidado la ergonomía sobre todo en sus estrechas formas delanteras para apoyar los pies en el suelo sin abrir demasiado las piernas. Fíjate en el segundo gancho portabolsas.

El detallazo

En el Miler se ha prescindido de la guantera central (y su correspondiente toma de corriente para cargar el móvil) en beneficio de una imagen más esbelta. Pero sí encontramos una pequeña guantera en la parte superior izquierda del salvapiernas que esconde el tapón de llenado del depósito de combustible. Se abre girando a tope a la derecha la llave de contacto y como detalle de agradecer, la tapa dispone de un soporte para no perder el tapón en los repostajes.

Prestaciones con nuestro equipo de telemetría

Prestaciones Agilidad Elegancia	Pata de cabra autoplegable Superficie plataforma plana Brusquedad CBS delantero

Rivales directos

Honda Vision 110 Kymco Agility City 125 Peugeot Tweet 125i

Piaggio Liberty 125 ABS Sym Symphony S 125 Sym Symphony ST 125i