• Autor del texto – Javier Rodríguez (enviado especial)
• Autor de fotos – Javier Rodríguez
• Fecha – 20/10/2011

  Curiosa denominación (en chino significa cuchillo) de una moto que combina el estilo de los “rueda alta” asiáticos (tipo nuestra Honda Innova 125), pero con plataformas para apoyar los pies en lugar de estriberas, y el mismo motor automático que emplea la Vision 110 en lugar de un semiautomático de 4 velocidades. Estéticamente es muy agresiva, no sólo por la decoración con colores de guerra Repsol, sino por el frontal con doble óptica de faro en el escudo frontal y luz de posición en el manillar.

El tablero es de lo más racing, aunque muy sencillo en información: un gran reloj dedicado al velocímetro y otro más pequeño dedicado al nivel de gasolina.	El motor es el mismo que el que equipa el Honda Vision 110, con freno trasero de tambor e inyección electrónica. Fíjate en el soporte de fundición de la estribera del pasajero: como una moto.

Ves esta imagen en el retrovisor y automáticamente te echas a un lado para darle paso. Agresividad a tope con una doble óptica que ocupa casi todo el frontal.	Visto desde atrás también impresiona, sobre todo por el gran tamaño del piloto trasero compuesto por 12 microbombillas.

El travesaño central es falso. De hecho, está hueco por dentro y cuenta con una tapa con cerradura en su parte superior para poder aprovechar su volumen como espacio de carga.

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