• Autor del texto – Antonio Cuadra
• Autor de fotos – Chamaleon Motors
• Fecha – 28/02/2013

En 1958, Honda revolucionó el mercado de la moto con el modelo Super Cab con el que combinaba conceptos de scooters y de motos. En su 50 aniversario se contabilizaron 60 millones producidas y aún hoy sigue estando presente en el catálogo de la marca del ala extendida. Con esa misma filosofía nos llega de la mano de la marca holandesa Super Motor Company, esta Super 100 que conserva ese estilo “vintage” aunque interiormente recurre a muchas soluciones “modernas”.

Así es el Super 100, un modelo holandés, fabricado en China y que llega al mercado español de la mano de Chamaleon Motors. Preferimos clasificarlo como scooter retro aunque tiene detalles de moto como las llantas de 17 pulgadas (de mayor diámetro que los rueda alta) y cambio de cuatro velocidades. Y es tan retro que conserva ese estilo de los ’60 e incluso emplea componentes de otras épocas como los frenos de tambor en ambos ejes o las llantas de radios contrastando con soluciones (un tanto ocultas) como el encendido electrónico o la utilización de un carburador electrónico que aporta información al encendido de la apertura del gas para adaptar el avance de encendido y conseguir un menor consumo de combustible y menores emisiones de gases.

Con el Super Cab original de Honda guarda una gran similitud en sus formas redondeadas y el asiento. Incluso hasta su peculiar motor semiautomático de 4 velocidades con cilindro horizontal que se refrigera con el aire de marcha. Lo de semiautomático es porque no tiene embrague manual; de hecho, si te fijas en las fotos descubrirás que no hay maneta en la parte izquierda del manillar (sí en la derecha para el freno delantero) y el accionamiento del freno trasero se confía a un pedal por el lado derecho (detalle muy de moto).

Se cambia de marcha “a capón” y, para iniciar la marcha, engranas la primera y aceleras como si tratase de un automático. La palanca de cambio se encuentra por el lado derecho y dispone de talonera en su parte trasera para cambiar “a pisotones”. No es que sea muy potente, pero aprovecha muy bien los 107 cc que cubica con una velocidad máxima declarada de 95 km y un consumo de lo más ridículo: 60 km recorridos con un litro de gasolina.

En cuanto a equipamiento dispone de lo justo: un escudo frontal en plástico que protege las piernas pero que carece de “suelo”, tablero de instrumentos mínimo, asidera central tras el asiento, depósito de 4 litros de capacidad, dos amortiguadores, bombilla halógena y una parrilla portabultos sobre el travesaño central.

Se ofrece en seis colores (rojo, azul celeste, azul marino, marrón negro y blanco) al precio de 1.899 €.