- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – AC
- Autor acción – Venancio L. Nieto
- Fecha – 28/04/2013
La nueva Enduro 4T de Motorhispania va a marcar un antes y un después en el mercado de la convalidación. No solo luce una estética original y atractiva con unos perfectos acabados, sino que le han sabido sacar todo su jugo al motor Minarelli 4T 4v refrigerado por agua, y su comportamiento nos ha dejado más que satisfechos. Está claro que, en su denominación, lleva la calificación.
Para el que no lo sepa, Motorhispania es una fábrica de Sevilla cuyos orígenes se remontan a hace 65 años produciendo modelos bajo licencia Moto Guzzi. Sus modestas dimensiones comparadas con las de otras fábricas españolas ya desaparecidas, le están permitiendo vadear la crisis (con muchos esfuerzos, que nadie se los quita), haciendo lo que más le gusta que son las motos de marchas de pequeña y mediana cilindrada, aunque para ello más del 85% de su producción se exporta al exterior.
Los modelos de campo y carretera de 50 y 125 cc tienen fama tanto aquí como fuera por lucir diseños de muy buen gusto, comportamiento ejemplar, buena calidad general e incluso con precios muy competitivos tratándose de productos de fabricación europea.
En la cilindrada de la convalidación, Motorhispania dispone de una buena representación de modelos deportivos (RX) y naked (MH7 y KN1), y aunque ya contaban con la gama Duna en offroad, el mercado les pedía subir un poco más el “nivel” con una enduro/supermotard de carácter más profesional. Estaba claro que los motores Jianshe-Yamaha de aire con cinco velocidades y refrigeración por aire forzado no eran suficientes para estas exigencias, como tampoco sus sencillos bastidores, por lo que para el proyecto MH10 se partió completamente de cero empleando la mecánica Minarelli-Yamaha refrigerada por agua con culata de cuatro válvulas y caja de cambios de seis velocidades que también equipan los modelos de carretera. Y aunque también habrá versión de 50 cc, el desarrollo se centró en esta mecánica de 125 cc empleando un bastidor de tipo multitubular que tan buenos resultados ha dado a nivel de comportamiento y aceptación en la KN1.
Su depósito de combustible, con capacidad para 7,8 litros, se encuentra encerrado por esa estructura tubular y solo asoma el tapón (sin cerradura, no pretende ser una trail para utilizar también en ciudad, aunque no lo haga mal) ya que el asiento recorre casi toda la parte superior de la moto para dar movilidad al conductor.
En lo que respecta a suspensiones se le ha dotado de una vistosa horquilla invertida con barras de 38 mm, mientras que para la parte posterior se emplea un monoamortiguador Ollé hidráulico con ajuste de precarga de muelle. Para las ruedas se escogen medidas muy “camperas” (21 pulgadas delante y 18 detrás), calzadas con unos acertados neumáticos Pirelli MT21 Rallycross. El elenco de marcas de calidad se completa con Galfer que es la encargada de dotar a la MH10 LC con unos discos Wave en generoso diámetro de 280 mm para la delantera (que alcanzan los 300 mm en la versión supermotard) y 220 mm detrás. Los plásticos los proporciona Polisport y son de formas exclusivas para este modelo.
Detrás de la placa portafaros, se encuentra el cuadro de instrumentos digital con mucha información para lo que se estila en una moto de campo: cuentavueltas gráfico con aviso de “zona roja”, cronómetro, cuentakilómetros total y parcial, velocidades medias y seis testigos luminosos. La información se puede seleccionar a través de un botón independiente en el manillar.
A bordo
Sin duda, la MH10 es la mejor moto de campo que ha hecho Motorhispania en la cilindrada de 125 cc. Se nota desde que te montas. Pese a que aparenta mucha más cilindrada por su tamaño, lo cierto es que con tallas medias (1,70 m) puedes hacer pies (en plural), no apoyando ambas plantas pero lo suficiente para ayudarse remando en las trialeras y zonas difíciles. Perfecta de ergonomía: manillar, mandos, posición de las estriberas… Absolutamente nada que objetar. Incluso hasta el asiento tiene un mullido cómodo: no es blando pero sí tirando a durito, pero nada como las “tablas de planchar” que montan las enduro de competición. Por muy cañera que sea la MH10, con un motor 4T de 15 CV nunca será una enduro de competición pero sí podrá ser una trail-enduro para rodar rápido por caminos.
El motor Minarelli ya lo conocemos de otros modelos y marcas. Yamaha es la única que lo emplea en sus WR e YZF-R con inyección electrónica y sinceramente, hasta el momento, creemos que es lo que mejor le sienta tanto por suavidad como por potencia y prestaciones. Pero de entre todas las versiones que han pasado por nuestras manos con alimentación por carburador (Rieju Marathon Competizione aparte) esta de Motorhispania es la que más nos ha gustado y los datos de telemetría nos lo corroboran. Muchísimo mejor incluso que el de sus hermanas de asfalto RX, MH7 y KN1. Hay potencia a cualquier régimen y se adapta a cualquier estado de ánimo del que conduce: que quieres ir de paseo, pues tienes tracción sin tener que pasar de las 6.000 vueltas; que te va la marcha, pues estíralo hasta las 10.000 y pico, pero cuidado porque pasando de las 10.500 el motor se “muere”, aparece el corte de encendido y se acabó. Las seis velocidades enlazan bien y ayudan a llevarlo con alegría. Incluso, para ser una enduro 4T, hasta corre pero no es lo suyo rodar en asfalto a casi 114 km/h con neumáticos de tacos: un simple frenazo y las ruedas se bloquean con facilidad deslizándote sin control, por no hablar del peligro que corres cuando llueva. Plantéate la versión supermotard con neumáticos de asfalto en 17 pulgadas o calzarle unas gomas mixtas.
Lo que sigue sin solucionar Motorhispania es la operación de arranque. Solo podrás ponerlo en marcha con la pata de cabra recogida (por cierto, muy bien conseguida en cuanto a la estabilidad que proporciona) y en punto muerto. Si quieres dejarla que se vaya calentando a ralentí en frío (bien también por el gatillo de estárter junto a la maneta de embrague), apóyala sobre una pared porque se parará en cuanto la dejes sobre la pata de cabra. Tampoco te deja arrancarla con una marcha engranada apretando el embrague, algo fundamental en una offroad. Imagínate que se te cala el motor en una trialera: debes hacer equilibrios con un solo pie, buscar el punto muerto con el otro y arrancarla. Se hubiese arreglado añadiendo un interruptor a la maneta de embrague, cosa para la que incluso está preparado el mismo soporte.
Línea de tierra
Ya hemos hablado de lo peligrosos que resultan los RallyCross en asfalto. Es el precio que tienes que pagar por contar con un buen agarre en campo, sobre todo en suelos arenosos o embarrados. Se “sujeta” muy bien incluso lateralmente en curvas. Buena elección para el temperamento de la MH10.
Pasando al tema de las suspensiones, la MH10 elige para el tren delantero una horquilla invertida de procedencia asiática. Lógicamente es difícil ofrecer muchos componentes de calidad sin que se dispare el precio final del modelo, y al final hay que recortar en alguno. Sin embargo, los sevillanos han sabido buscar y encontrar una horquilla que no desentona por calidad en el conjunto. Sus 38 mm de sección de barras proporcionan más que sobrada rigidez para que no flexe en situaciones comprometidas, con un tacto tirando a blando que resulta cómodo y que convierte las irregularidades de un camino en casi una pista asfaltada. Si se le exige a la horquilla, llegas a hacer tope pero resulta suficiente para los 15 CV que entrega el motor y sin exigirle en plan competición.
Por su parte, la suspensión posterior viene firmada por Pere Ollé, un expiloto de trial que en sus naves de Igualada (Barcelona) produce amortiguadores de calidad fabricados casi artesanalmente. El utilizado en la MH10 LC dispone de regulación de la precarga de muelle y viene anclado directamente al basculante sin bieletas. También llega a hacer tope si se le exige pero es más difícil que con el tren delantero; el tarado se complementa a la perfección con el de la horquilla. Su anclaje inferior del amortiguador en el basculante incluye una segunda posición más retrasada pensando en los usuarios que quieran bajar un poco la altura del asiento (haciendo asomar ligeramente las botellas de las tijas para equilibrarlo).
Por frenos, simplemente perfectos los discos Galfer. Resultan más que potentes y ofrecen muy buena dosificación a pesar de emplear unas sencillas pinzas de simple pistón paralelo en ambos ejes.
En compañía
Una moto de enduro no es precisamente la más adecuada para disfrutarla con la compañía de un pasajero. Es verdad que con tanta longitud de asiento no hay problemas de “convivencia” y que la peculiar forma de la parte posterior con inclinación hacia arriba, ayuda a no perder a nuestro paquete en un caballito.
Pero lo va a pasar muy mal para “trepar” hasta su sitio, además de que sus estriberas están muy elevadas y le obligarán a encogerse mucho las piernas. Y lo peor es que no va a tener dónde agarrarse. Las pequeñas hendiduras que tienen las placas laterales en su parte posterior no dan ni para meter dos dedos, algo que también es criticable en conducción solitaria campestre para tirar de la moto en sitios difíciles. Así pues, habrá que ver al pasajero como algo muy ocasional y de emergencia; afortunadamente Motorhispania ha homologado la MH10 para dos plazas y no con una sola como todas las enduro de competición con motor 2T.
Con lupa
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El detallazo
Sin duda, la personalidad de esta Motorhispania reside en el bastidor multitubular. Este tipo de bastidores no son muy habituales en el mundo del offroad y, que sepamos, solo puedes encontrarlos en las Aprilia MXV/SXV/RXV con motores bicilíndricos de 450 y 550 cc. De hecho, la MH10 también coincide en suspender el motor de esa estructura multitubular cubriéndolo por abajo con un protector de cárter metálico. Desconocemos cómo se fabrican las offroad bicilíndricas de Aprilia, pero lo que te podemos asegurar es que el bastidor de la MH10 no es obra de “robots” sino que los cordones de soldadura están hechos a mano: pura artesanía. A este bastidor se le acopla para la parte posterior una subestructura postiza unida por tornillos al principal para facilitar la accesibilidad mecánica.
Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
Aceleración 0-50 m | 4,45 s (60,0 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 7,09 s (75,2 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 18,70 s (104,2 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 38,29 s (112,3 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | 15,60 s (312 m) |
Velocidad máxima | 113,6 km/h |
Consumo | 4,31 l/100 km |
Autonomía | 181 km |
Peso total lleno | 122,0 kg |
Reparto tren delantero | 46,5% |
Reparto tren trasero | 53,5% |
Ergonomía Comportamiento Motor |
Arranque Asideras Palanca de cambio no articulada |
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes
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