- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – AC
- Autor acción – Vicente Arenas
- Fecha – 02/12/2018
La Yamaha YS asume la responsabilidad de sustituir a su predecesora YBR que dejó una gran satisfacción entre sus usuarios por su robustez y fiabilidad y la buena disposición para moverse ágilmente en las ciudades con un carácter económico, pero sin aprovechar nada de ella ya que es un modelo completamente nuevo (incluyendo el nuevo motor de carrera larga) y con más cuerpo de moto grande y un aspecto más deportivo.
Sustituir a un best seller como la Yamaha YBR 125 es un reto muy difícil para el modelo que le sustituye: la YS 125 que traemos a las páginas de Moto125.cc. Obviamente, las principales virtudes que han hecho famosa a la YBR durante tanto tiempo parece conservarlas: la fiabilidad, su indestructible mecánica (del que darán fe muchísimos usuarios que emplean motos naked, trail y café racers impulsadas por esa mecánica producida en China por Jianshe, y en las primeras unidades por Yamaha Brasil, de ahí las iniciales YBR), bajo consumo y costes de mantenimiento, además de su vocación urbana.
Y aunque su consumo sea aún muy inferior al de su predecesora como ya te adelantamos, preferimos no etiquetarla como moto económica porque en lo relativo a adquisición los 2.799 € que cuesta no la hacen barata e incluso llega a acariciar peligrosamente la categoría de las naked deportivas con potentes motores refrigerados por agua. Es verdad que como Yamaha que es, hace gala de presentarse con unos acabados excelentes, pero a veces se roza la espartaneidad; fíjate, por ejemplo, en el soporte de la pata de cabra, la ausencia de articulación en las estriberas del piloto (una caída tonta y se doblan) o el reenvío de la palanca de cambio con piezas planas de chapa gruesa; tampoco justifica su elevado precio la presencia de un freno de tambor trasero. En esa filosofía austera de la YS, tampoco encontramos ninguna concesión al alumbrado LED.
La mecánica es completamente nueva. Abandona las dimensiones interiores cuadradas de la YBR (diámetro = carrera = 54 mm) y opta por la de carrera larga, más acorde con las tendencias actuales para conseguir un bajo consumo y menores emisiones con las que hacer frente a la €4 y futuras “vueltas de tuerca”. Coincide con el cambio de 5 velocidades, y parece que Yamaha no le permite, de momento, a Jianshe vender esta mecánica a otras marcas. Comparando ambas fichas técnicas, se gana en potencia (de 10 CV a 7.800 rpm a 10,6 CV a 7.500 rpm) con una espectacular mejora en par motor (de 9,6 Nm a 6.000 rpm a 10,88 Nm al mismo régimen).
Con el cambio, se ha ganado en una moto de mayor envergadura. La YBR resultaba demasiado compacta aunque sin forzar su posición de conducción. Ahora la YS la gana en longitud y distancia entre ejes (de 1.290 a 1.320 mm) con un aumento en la altura del asiento desde los 780 a 795 mm y un poquito más de peso (tan sólo 3 kg de más).
Estéticamente, la nueva YS luce un diseño más deportivo en la línea de sus hermanas naked MT de mayor cilindrada, caracterizado por las formas del faro, un depósito de más capacidad (y autonomía) con los aletines delanteros simulando que abrazan un radiador, y los asideros del pasajero que simulan las formas de un spoiler.
Sin embargo, su vocación dinámica urbana no se ve complementada con un equipamiento práctico: desaparece el portabultos trasero, la piña de conmutadores derecha no cuenta ni con un cortacorrientes ni con el interruptor de intermitentes de emergencia, tapón de depósito de lo más sencillo con cerradura pero sin bisagra y, aunque se ha ganado mucho, con un cuadro de instrumentos que integra una gran pantalla LCD retroiluminada en rojo (en la YBR era todo analógico) no se contempla incluir un sencillo reloj horario.
A bordo
Que no te asuste lo que te hemos comentado de que el asiento ha subido de altura. La YBR era demasiado bajita, y la nueva YS crece 15 mm pero sin poner en compromiso a los usuarios menos altos ya que se llega perfectamente al suelo con las dos plantas de los pies gracias, sobre todo, a la estrechez del conjunto. En marcha, con los pies en las estriberas se adopta una postura típicamente urbana o de moto de paseo con la espalda erguida, manillar alto y ancho, y estriberas ligeramente retrasadas sin llegar al extremo deportivo. Es cómoda de asiento, dispuesta a no agotarte si llevas mucho tiempo encima de él, y a ello hay que añadir una total ausencia de vibraciones y todos los mandos con una suavidad y tacto exquisitos.
Se mueve con soltura dentro de las grandes ciudades e incluso en horas punta (es otra de las virtudes heredadas de su predecesora) con insinuaciones de cintura.
Si bien el nuevo motor ha ganado en eficiencia con más CV y Nm, se le echa de menos la alegría que mostraba el YBR para subir rápidamente de vueltas y que invitaba a disfrutar más de la conducción. El “carrera larga” es más soso y pachorrón; es algo que ya estamos notando con los cambios al Euro 4 y que previsiblemente se irá acrecentando en futuros Euros y que allanará el camino para resaltar el fuerte empuje de par motor que tienen las motos eléctricas.
Como consecuencia de ese carácter, el “carrera larga” no necesita estar tan pendiente del cambio de marchas y su zona de utilización comienza desde poco menos de las 4.000 vueltas donde ya tienes tracción y puedes estirarlo hasta las 9.500 revoluciones donde salta el corte de encendido. Pero a esos regímenes la YS no está a gusto. De hecho el cuentavueltas marca la zona roja a las 9.000 y los cambios los haces a unas 8.500 rpm como máximo.
Por prestaciones acelera muy linealmente alcanzando una velocidad máxima muy digna de 106,1 km/h reales (pasando holgadamente la barrera de los 100 km/h) que se corresponden con unos optimistas 114 km/h de velocímetro. Y en consumo te sorprenderán sus 2,25 l/100 km (dando caña, aunque no le guste) que con sus 14 litros de depósito se convierten en nada menos que 623 km de autonomía; habrá que plantearse amortizar su elevado precio de adquisición con este consumo.
Linea de tierra
A punto de terminar el primer quinto de siglo XXI y todavía nos encontramos con motos que siguen conservando el freno de tambor trasero. Curiosamente son las marcas con más prestigio las que lo siguen empleando (Yamaha, Honda, Vespa…). Obviamente dado su contenido peso de 129 kilos (que no son del todo livianos) medidos con nuestra báscula (los mismos que declara Yamaha) y los 14 litros del depósito lleno, el tambor trasero cumple su función y más con la conducción tranquila que impone el carácter del motor, pero deberás estar atento a su tensión porque cada dos por tres se destensa y pierde potencia de frenado. Es algo que debes hacer tú y no esperar a que llegue la revisión.
Yamaha opta por combinar los frenos de la YS mediante el sistema UBS (Unified Braking System o sistema unificado de frenos). Consiste en un sencillo sistema mecánico que une por un cable de transmisión el pedal con la maneta del freno delantero accionando ésta última ligeramente cuando se pisa el pedal (contribución delantera muy suave y que se nota al tacto) pero no en sentido contrario. El freno delantera de disco de 245 mm cumple con su labor.
Los neumáticos se confían a la marca CST con un comportamiento correcto al menos con asfalto seco. Delante se conservan las mismas dimensiones de la YBR e incluso hasta la llanta delantera de cinco palos. Detrás se aumenta ligeramente la sección en 10 mm bajando ligeramente el perfil hasta el 80%, una buena medida que repercute el agarre y la seguridad.
Las suspensiones, a pesar de su aspecto sencillo, lo hacen muy bien con un tarado correctísimo en el que prima el confort de marcha pero sin sacrificar con flaneos en las trazadas. Los amortiguadores traseros disponen de muelle de doble paso con ajuste de precarga en cinco posiciones.
En compañía
El efecto de altura contenida también se puede extrapolar al asiento de atrás y por este motivo le resultará muy fácil a nuestro acompañante acomodarse. El asiento delimita perfectamente ambas plazas por lo que no hay posibilidad de que el piloto reduzca la justa superficie que se dedica al pasajero. Una vez acomodado, dispondrá de unas estriberas en posición muy cómoda con los asideros laterales de buen agarre.
Con lupa
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El detallazo
Respecto de la YBR, la YS gana mucho con la adopción de un cuadro de instrumentos que combina el cuentavueltas analógico con una gran pantalla LCD retroiluminada en rojo, una configuración muy propia de los modelos deportivos. El grafismo del cuentavueltas se hubiese completado con los números impares que faltan. La pantalla muestra el nivel gráfico del combustible, velocidad, cuentakilómetros total y parcial e indicador de la marcha engranada, pero sin incluir un reloj horario. Por encima de la pantalla se encuentran los testigos luminosos entre los que se incluye un testigo ECO que se ilumina cuando se rueda en condiciones de bajo consumo. Se apaga cuando se superan en quinta los 70 km/h (que corresponde a 5.000 rpm), pero también se ilumina si no pasas de esos 70 km/h en cuarta, cuando el régimen es mil vueltas más alto (6.000 rpm) (¿?).
Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
Aceleración 0-50 m | 5,14 s (53,0 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 8,13 s (66,4 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 21,29 s (91,9 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 43,29 s (101,7 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | 34,90 s (764 m) |
Velocidad máxima | 106,1 km/h |
Consumo | 2,25 l/100 km |
Autonomía | 623 km |
Peso total lleno | 129,0 kg |
Reparto tren delantero | 44,0% |
Reparto tren trasero | 56,0% |
Acabados Consumo Comportamiento |
Freno de tambor Detalles espartanos Pecio |
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes
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Rivales directos | Honda CB125F Keeway RKS 125 /Sport Macbor Stormer R 125 |
MH NKZ 125 Rieju Strada 125 |