• Autor del texto – Carlos López
  • Autor de fotos – Kymco
  • Autor acción – Antonio Cuadra
  • Fecha – 10/08/2010

Aunque ha probado el éxito en otras especialidades, Kymco vuelve donde, por tradición, mejor lo sabe hacer: los scooters urbanos de 125 cc. Para el desarrollo de su nueva arma, se ha partido de cero consiguiendo, con este G5, un scooter de estética actual y dotado de una mecánica con inyección que, por prestaciones y suavidad de funcionamiento, va a ser la referencia del segmento.


Si remontamos a los orígenes de Kymco en España, comprobaremos que sus modelos urbanos en la cilindrada de 125 cc han estado siempre muy bien considerados. Primero con el Heroism, que estuvo también disponible con motor 2T de 50 cc, al que le siguió el Movie, Vivio y Movie XL. Desde hace un año, Kymco ha preferido cambiar de política diversificando en varios scooters diferentes su, hasta el momento, único representante urbano: el Movie XL. De ahí que haya surgido un urbano ‘Low Cost’ como el Agility, o el ‘rueda alta’ Agility City, e incluso una versión ‘retro’ como el Like. Pero, en el fondo, se ha desatendido al Movie XL, necesitando una urgente puesta al día. Y aquí nos llega el nuevo G5 125i.

En un principio se pensó en llamarle Movie S, pero lo cierto es que Kymco ha querido dejar claro que el G5 no tiene nada que ver con el Movie. Es más, no se aprovecha ni un tornillo y todo en él es completamente nuevo, desde el bastidor, pasando por la carrocería y terminando en el motor. Y es que, ya desde el exterior, se aprecia. Las formas redondeadas del Movie XL dejan paso a otras más “afiladas” que, incluso, le dan cierta deportividad. Sin duda, aportan más actualidad y están hechas a gusto de todos.

Por equipamiento, va más que sobrado. Lo primero que nos llama la atención es su tablero de instrumentos: combina un gran reloj cuentavueltas con zona roja a partir de las 9.000 vueltas con una pantalla digital multifunción en la que se incluye el velocímetro, nivel gráfico de gasolina, reloj digital y cuentakilómetros total y parcial. Todo ello se completa con multitud de testigos luminosos.
Más abajo, encontramos una guantera abierta; obviamente no aporta la seguridad de la protegida por cerradura, pero permite llevar a mano carpetas u otros objetos de gran tamaño. La parte izquierda de esa guantera la ocupa el tapón de llenado del depósito, el cual se encuentra justo debajo de la amplia plataforma plana para apoyar los pies. Hay para poco más de siete litros y colabora con un centro de gravedad más bajo. La apertura del tapón se realiza desde la cerradura de contacto, que es muy parecida a la que ya vimos en el Super Dink; dispone de obturador para evitar manipulaciones, se acciona con una llave hexagonal magnética codificada que incorpora en un lateral el contacto, y desde ahí también podremos abrir el asiento y bloquear la dirección.

La iluminación es otra de las preocupaciones que imprime últimamente Kymco a sus vehículos. Delante nos encontramos con una doble óptica de grandes dimensiones, dotadas con sendas bombillas halógenas H4; las dos se iluminan a la vez, tanto en cortas como en largas, dejando la luz de posición en el extremo superior y los intermitentes en el manillar. En la parte posterior, se encuentra el piloto con luz de freno iluminado por una matriz de diodos LEDs; se hace ver muy bien –incluso con luz de día- y te aseguras una duración casi infinita así como un consumo eléctrico mínimo. Está claro que, con el G5, Kymco no ha escatimado esfuerzos para volver a recuperar su lugar entre los modelos más vendidos.

A bordo

Nada más acomodarnos en el G5, se aprecia que la plataforma para apoyar los pies está ligeramente más elevada de lo habitual, debido a la presencia del depósito. Resulta raro, pero no incómodo, y se acostumbra uno rápido, incluso los de tallas más altas, ya que va sobrado de espacio detrás del escudo y el manillar se encuentra elevado lo suficiente para no interferir con las rodillas en su giro.

Arrancas con una suavidad absoluta y, al dar gas, responde el G5 con suma energía saliendo disparado. Acelera muy bien para distanciarse del resto del tráfico en los semáforos y difícil será que te alcancen, porque también corre que se las pela. Saliendo por carretera abierta –medio para el que no suele estar hecho un scooter urbano-, se pueden ver los 110 km/h en su pantalla digital. En esas condiciones, el scooter no hace ningún feo y se aploma bien al asfalto.

Está claro que Kymco ha conseguido entrar con el G5 en la categoría inmediatamente superior de los scooters polivalentes, los modelos urbanos que, por potencia de motor, pueden hacer escapadas por carretera abierta (por ejemplo, el Passion 125 de Honda). Pero donde le vas a encontrar su virtud principal es en las horas punta de la ciudad, ya que se mueve con una agilidad envidiable. Con leves insinuaciones de cadera lo mueves por donde quieres como si fuera parte de tu cuerpo. Bien por las suspensiones, que se tragan sin rechistar hasta los escalones de las zanjas mal acabadas. Curiosamente, aunque las dimensiones exteriores no lo parecen, el G5 dispone de una distancia entre ejes muy contenida, de tan sólo 1.291 mm, casi 25 mm menos que su hermano el Agility 125. Una última cosa que nos gusta avisar: al aparcar, ten cuidado con la pata lateral, que se recoge sola en cuanto te descuidas.


Línea de tierra

Tiene frenos de disco en ambos ejes, algo de lo que pocos scooters urbanos pueden presumir. El delantero es enorme: 240 mm de diámetro con perímetro lobulado y mordido por una pinza de doble pistón opuesto acabada en rojo. La dosificación es exquisita, gracias al tacto de la maneta y al latiguillo de trenzado metálico. El segundo disco posterior es más normalito –aunque insistimos que lo habitual es un tambor-, con 200 mm de diámetro. Se soporta en la estructura del semibasculante derecho, en el que también se apoya el segundo amortiguador. Estos, por cierto, disponen de ajuste por precarga y muelle de paso variable, con lo que se endurecen progresivamente. El apartado de la suspensión delantera se confía a una de eje atrasado con generosas barras de 33 mm, que trabaja a la perfección. El punto negativo lo pone el deficiente agarre de los neumáticos Kenda; en cuanto puedas, cámbialos.

 

En compañía

f010El asiento tiene bien delimitadas las zonas del pasajero y conductor, con un mullido muy cómodo. Nadie se podrá quejar, mida lo que mida, porque tiene margen suficiente para ir a gusto y no molestar al piloto. Levantándolo, encontramos un amplio espacio –otra ventaja adicional al trasladar el depósito debajo del suelo-, donde hay hueco sobrado para alojar un casco integral y algunas otras cosas más; o si no también dos abiertos -apretaditos, eso sí- para llevar las manos libres a la hora de apearse con el/la acompañante. Decide antes de salir. Todo el fondo está recubierto por un terciopelo para no dañar el contenido, un detalle nimio, pero muy de agradecer.

Con lupa

Tras el escudo encontramos una guantera abierta. No está protegida por cerradura, pero permite llevar a mano objetos más grandes –como carpetas, por ejemplo- que en una guantera normal no cabrían. La cerradura de contacto es como la del SuperDink, con obturador magnético que se desactiva con la llave hexagonal adosada al mango de la llave normal. Además tiene cuatro funciones: contacto, bloqueo, y aperturas del asiento y tapón de gasolina. El tren delantero es excepcional: horquilla con barras de 33 mm y disco lobulado de 240 mm. Los neumáticos Kenda nos llegaron a dar algún susto en seco con cambios de asfalto. Mejor cambiarlos a la mínima.
Últimamente, la obsesión de Kymco se centra en la iluminación, intentando combinar una estética moderna con la funcionalidad y seguridad que supone ver bien y hacerse ver. En el G5 se cuenta con una amplia doble óptica con bombillas halógenas. En la parte posterior, encontramos un piloto para olvidarse de él de por vida, ya que está iluminado por una matriz de diodos LEDs infundibles de mínimo consumo. Al pasar el depósito debajo del suelo, se libera mucho espacio bajo el asiento. Cabe un casco integral y aún queda volumen para llenar con otros objetos de menor tamaño. El recipiente está forrado en terciopelo, un salvarrallazos para todo lo que lleves dentro.
El G5 pone el listón muy alto en cuanto a la información que aporta su cuadro. El toque deportivo lo da el cuentavueltas, con zona roja a las 9.000 rpm. La pantalla digital reúne niveles de gasolina, cuentakilómetros varios, velocímetro y reloj horario. El repostaje está hecho “para vagos”: se abre el tapón desde la misma cerradura de contacto y, sin levantarse del asiento, se puede llenar el depósito de gasolina. Digo yo que a la hora de pagar habrá que incorporarse un poco y buscar la cartera en los bolsillos. Una virtud poco habitual en un scooter ciudadano de precio contenido es el freno de disco trasero de 200 mm. Con él, olvídate de los tambores a los que hay que estar constantemente revisando su tensión y cuenta con potencia más que sobrada.


 El detallazo

Kymco se prepara para el Euro4 dejando de lado adaptaciones y desarrollando un nuevo propulsor para el G5. Sí, hay similitudes con el de refrigeración líquida del Super Dink, aunque, en realidad, éste ha sido una evolución del G5 y, al final, el primero nos ha llegado el último. En el del G5 encontramos inyección electrónica firmada por Synerject, culata de cuatro válvulas, cilindro desplazado (offset cylinder) para aprovechar mejor la fuerza de la explosión minimizando los rozamientos del pistón con el cilindro, pistón aligerado, cilindro en magnesio con recubrimiento en nickasil, y rodamientos de alta calidad para aprovechar al máximo la potencia y no desperdiciar ni una gota de combustible consumido. Se nota la modernidad de este motor en los cambios de aceite-motor, que se deben realizar cada 4.000 kilómetros.

Prestaciones con nuestro equipo de telemetría

Aceleración 0-50 m 4,92 s (53,5 km/h)
Aceleración 0-100 m 7,92 s (65,3 km/h)
Aceleración 0-400 m 21,29 s (91,3 km/h)
Aceleración 0-1.000 m 49,68 s (100,5 km/h)
Aceleración 0-100 km/h          42,30 s (955 m)
Velocidad máxima 101,1 km/h
Consumo 3,63 l/100 km
Autonomía 201 km
Peso total lleno 121,8 kg
Reparto tren delantero 36,5%
Reparto tren trasero 63,5%

 

Polivalencia ciudad/carretera
Diseño moderno
Suavidad y potencia motor
Plataforma elevada
Caballete lateral autoplegable
Neumáticos de serie

 

 

Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio


 Ver FICHA TÉCNICA/EQUIPAMIENTO/PRECIO del Kymco G5 125i

 

 

Rivales directos Daelim Delfino 125
Derbi Buolevard 125
Honda PCX 125
Kymco Movie XL 125
Peugeot Vivacity 125
Piaggio Fly 125
SYM Jet-4 125
Yamaha Cygnus X 125

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