• Autor del texto – Antonio Cuadra
  • Autor de fotos – Juan/Jaime Olivares
  • Autor acción – Antonio Cuadra
  • Fecha – 11/10/2010

Aprilia sabe hacer que sus modelos tengan un comportamiento exquisito. Y eso lo podemos comprobar desde un simple ciclomotor, como el SR 50, hasta una superbike, como la RSV4. Es como si supieran hacer magia. Y, por supuesto, a este Atlantic 125 le han dado un buen toque, pero lo que te sorprenderá es que no hay ningún truco.


El Atlantic de Aprilia es un viejo conocido en nuestro mercado, aunque posiblemente lo reconozcas por la anterior denominación de Arrecife. Un scooter GT bien proporcionado para 125 cc, pero que tiene cuerpo suficiente para dar cabida a cualquier altura de tallas, por grandes que sean. Como ocurre en la mayoría de los GT de 125, el Atlantic se ofrece en una cilindrada mayor, en este caso de 300 cc, y ha sido objeto de una reciente remodelación, en primavera de este año, que afecta, en la versión de 300 cc, la adopción de la mecánica Quasar, nuevos colores, asiento completamente nuevo, parabrisas más envolvente con derivabrisas en su canto superior y tulipas de intermitentes en color ahumado. Hubiera estado bien que, con este cambio, la versión de 125 cc adoptara la mecánica de inyección que ya conocemos en otros modelos de Vespa y Piaggio, pero sólo por estar más al día, porque, como ya veremos, el propulsor con carburador entrega sus 15 CV y proporciona unas más que brillantes prestaciones.

Como buen producto italiano, el Atlantic luce un diseño muy bien cuidado y con unos excelentes acabados. Busca más las líneas tradicionales, sin romper con estilos deportivos con cierta agresividad: frontal con doble óptica de faro que se funde con el parabrisas, asiento a dos niveles, portabultos que ofrece una gran superficie de apoyo, y un grupo óptico posterior doble con gran superficie iluminada. Tiene soluciones muy ingeniosas, como la guantera tras el escudo con cerradura, que incluye dos grandes bolsillos en la tapa para que no se te desparrame lo que guardes, los retrovisores anclados en la carrocería que funcionan realmente bien (pocos scooters que los lleven en esta posición pueden presumir de que sean eficaces), con la suficiente altura para que pasen por encima de los de los coches sin preocuparte (ojo con los de los todo-terrenos que se quedan al mismo nivel), o la plataforma para apoyar los pies que se ha recortado para que sea más fácil llegar al suelo.

Pero no nos ha gustado la solución para abrir el asiento, primero porque no está centralizada la apertura desde el mismo contacto (hay otra cerradura en el lateral izquierdo) y, segundo, porque necesitas las dos manos para abrirlo: una para girar la llave y la otra para levantarlo. En su interior, hay espacio para guardar un casco integral y uno abierto, e incluye iluminación (bastante potente, por cierto) y una toma de corriente para cargar el móvil. El tablero se queda como vacío; es cierto que la falta el reloj cuentavueltas -una información prescindible en un modelo automático-, pero los niveles de temperatura del refrigerante y gasolina se pierden en la amplia superficie de su reloj derecho. Con el fondo negro de la versión precedente se disimulaba más. Hay muchos testigos, aunque algunos de ellos no se utilizan (caso del de la inyección y frenos ABS). Buenos mandos con buen tacto y en la posición correcta. En la piña derecha solo queda el botón de arranque y un cortacorrientes, ya que las luces van encendidas a “piñón fijo” (se ha prescindido, por esta razón, del halo por microbombillas que rodeaba a las dos ópticas y que hacía de luz de posición, como en los coches de BMW).


A bordo

La posición que se adopta es amplia. Lo natural es que estires las piernas y, de hecho, para eso cuenta con un apoyo para el tacón, pero en ciudad puedes llevar la espalda erguida para poder divisar mejor el tráfico que te antecede, recogiendo los pies más hacia atrás sin que las piernas estén demasiado flexionadas. Incluso resulta muy fácil “echar el ancla” en los semáforos, no sólo por los 770 mm de altura del asiento, sino porque la plataforma para los pies se ha recortado.

En marcha es muy efectivo. El Atlantic muestra un aplomo que para más quisieran otros scooters más pesados; se pega al suelo como una lapa y cambia de dirección con insinuaciones de cintura. Resulta muy estable en carretera y en ciudad se maneja con mucha agilidad, y eso que lleva ruedas de 13 pulgadas. Realmente una versatilidad tan bien conseguida que es para un “10” en este apartado.

El motor, aún contando con carburación, hace un buen papel. Es muy “zumbón”: le gusta ir muy arriba de revoluciones, en torno a las 9.000 vueltas. A la hora de iniciar el despegue, se lo piensa, es perezoso, pero después se lanza. Su desarrollo largo, acusa mucho los desniveles y verás como la aguja se pone en los 130 cuando estás cuesta abajo (en llano se acerca a los 120 de velocímetro, 105,2 km/h reales, y cuesta arriba, la aguja baja a los 100).

Aunque parezca que no hay mucha protección, por lo bajo y alejado que está el parabrisas, lo cierto es que resulta muy efectivo. No molesta al campo de visión y desvía el aire hacia tu frente (túnel de viento manual: con la mano izquierda sin guantes puedes “palpar” el flujo del aire).


Línea de tierra

La magia de Aprilia lo hace muy bien en marcha y se nota también en el detalle de que no cuenta con doble amortiguador en el tren posterior, sino que solo hay uno por su lado derecho. A pesar de ello, el Atlantic no flexa en absoluto y, aunque carece de ajuste de precarga, el tarado es el ideal tanto para conducir solo como a dúo, ofreciendo, a la vez, el perfecto compromiso para tragar baches urbanos sin flanear. A ese buen comportamiento del tren posterior se suma la horquilla delantera con barras de 35 mm.

Por frenos, de nuevo un aplauso para Aprilia. No son unos discos espectaculares de tamaño, porque se conforma con 240 mm delante y 190 mm detrás, pero con sus latiguillos metálicos lo compensa con un buen mordiente. Posiblemente, también influye mucho el hecho de que el disco delantero cuente con pinza flotante y que, además, disponga de freno combinado (uno de los tres pistones de la pinza delantera se combina con el freno posterior a través de la maneta izquierda), cuyo funcionamiento es tan suave, que los máximos detractores de este sistema lo pasarán por alto, agradeciéndolo el piloto menos experimentado. Y en cuanto al precio, pásate por nuestra sección de ofertas, porque suele estar en promoción permanente por debajo del “medio kilo”.

 

En compañía

Aprilia cuida mucho a nuestra compañía. Su asiento, bien diferenciado del conductor por el pequeño respaldo o apoyo lumbar para éste, es generoso en superficie y mullido. Y dada la altura del conjunto, es fácil acomodarse sin tener que hacer ningún esfuerzo para subir, ni machacar al piloto para agarrarse desesperadamente a él durante la operación. 

Las estriberas son fijas, detalle que ya sabes que no suele ser lo ideal; sin embargo, con el Atlantic hay que hacer una excepción, ya que no obligan a arquear demasiado las piernas hacia dentro. Pero si tu “paquete” va a acompañarte mucho tiempo, le cansará la espalda por agarrar sus manos en unas asideras muy bonitas de diseño, aunque situadas demasiado hacia atrás.

Con lupa

El motor es el LEADER 125 refrigerado por agua y con culata de 4 válvulas alimentado por carburador. El catalizador del escape le tapona un poco, pero, aún así, gira muy alto de vueltas y registra unas correctas prestaciones. Bajo el asiento cabe un casco integral, otro abierto y aún queda espacio para cosas más pequeñas. Está iluminado y dispone de toma de corriente y un chubasquero para enfundar el asiento los días de lluvia. Las estriberas del pasajero son fijas y amplias. Dispone de pata de cabra que no se recoge sola (con cortacorrientes) y es muy estable. Fíjate en el recorte de la plataforma para que sea más fácil apoyar los pies en el suelo.
Portabultos macizo, sin parrilla, que queda bien en el diseño, grupo óptico posterior duplicado con generosa superficie iluminada, y apertura del asiento con llave independiente que obliga a usar dos manos. La doble óptica dedica cada una a un haz. El de la derecha se dedica a la luz corta o de cruce y, al ir a piñón fijo, pierde el ”halo” de microbombillas que hacía de luz de posición: como los coches BMW. Tren delantero para presumir: neumático con balón redondo en 13 pulgadas, freno de disco con pinza flotante de tres pistones, que se combina con el posterior, y latiguillo de trenzado metálico. El disco podría tener más diámetro.
El nuevo fondo blanco del cuadro de instrumentos hace que se note un tanto vacío el reloj de la derecha. Bien por el cuentakilómetros analógico con parcial. Hay muchos testigos luminosos, pero algunos no se usan. Ingeniosa la guantera central, que incorpora en su tapa dos grandes bolsillos para que los objetos que lleves no se desparramen. Debajo, se encuentra la trampilla con llave para el depósito de gasolina. Por el lado derecho se prescinde de amortiguador. Aún así, el Atlantic hace gala de gran rigidez: ni falta que le hace. El disco posterior es tan pequeño que queda totalmente oculto por el escape.


 El detallazo

Al principio, hablábamos de justificar con la magia el buen comportamiento que muestra cualquier producto de la marca de Noale. La realidad, obviamente, es la experiencia y dedicación de sus equipos de desarrollo. No hay trucos, sólo técnicas y tecnología. Y, en el Atlantic, si te fijas, las descubres. Comparado con otros scooters, el Atlantic no da esa sensación de ser tan envolvente con una parte delantera tan alta, así como la posterior. Por eso se conduce con el manillar en la línea de la cintura y la altura del asiento está bastante contenida, además de que no se ha exagerado para el pasajero. Todo esto significa que el centro de gravedad del vehículo se sitúa muy próximo al suelo y, de ahí, que resulte fácil cambiar de dirección y que muestre ese aplomo al salir por carretera. Y todo ello sin sacrificar la posición de conducción para tallas altas.

Prestaciones con nuestro equipo de telemetría

Aceleración 0-50 m 5,62 s (51,2 km/h)
Aceleración 0-100 m 8,70 s (51,2 km/h)
Aceleración 0-400 m 21,92 s (93,2 km/h)
Aceleración 0-1.000 m 43,70 s (102,7 km/h)
Aceleración 0-100 km/h         33,00 s (698 m)
Velocidad máxima 105,2 km/h
Consumo 4,40 l/100 km
Autonomía 239 km
Peso total lleno 167,9 kg
Reparto tren delantero 42,3%
Reparto tren trasero 57,7%

 

 

Comportamiento ciudadano
Posición de conducción
Protección
Apertura del asiento
Diámetro discos de freno
Estética conocida

 

 

Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio


Ver FICHA TÉCNICA/EQUIPAMIENTO/PRECIO de la Aprilia Atlantic 125

 

 

Rivales directos Honda S-Wing 125
Kymco SuperDink 125i
Peugeot Satelis PremiumPiaggio X7 Evo 125 ie
Piaggio XEvo 125
SYM GTS Evo 125
Suzuki Burgman 125
TGB X-Motion 125
Yamaha X-Max 125

 

Video oficial de este modelo

 

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