• Autor del texto – Antonio Cuadra
  • Autor de fotos – Roberto Moreno
  • Autor acción – Pedro Freire
  • Fecha – 20/12/2010

Hace 18 años, Piaggio sorprendía con un nuevo modelo de scooter caracterizado por anchas ruedas con neumáticos de tacos y un bastidor XXL propulsado por un modesto motor de 50 cc. Su diseño no tardó en calar muy fuerte entre el público de la época, siendo uno de esos pocos modelos que conseguía destacar en ventas en aquel nefasto 1993. 18 años más tarde, Piaggio vuelve a recurrir al Typhoon como medicina para afrontar la crisis, estrenando un diseño completamente nuevo, adoptando la mecánica 4T de 125 cc, y aderezado por un precio impactante justo por debajo de los 2.000 euros.


Recién presentado en el SALÓN DE COLONIA (Intermot) , Piaggio no nos va a hacer esperar a la primavera del 2011, fecha habitual para lanzar al mercado las novedades presentadas, sino que lo hace ya desde este mes de diciembre ’10. Todo un hito en la historia de este scooter polivalente ciudadano-trail, ya que, hasta el momento, apenas había recibido cambios importantes; menudencias, si consideras el cambio de las llantas de 3 a 5 palos, el tablero de instrumentos, los conmutadores, una discreta visera en el manillar, la lógica evolución del propulsor de 50 cc, aumento del diámetro del tambor posterior y la eliminación del portabultos posterior, porque, según muchos de sus usuarios, tenía un aire con el “culo” de un Porsche 911.

El nuevo Typhoon 50 y 125 ya está disponible en los concesionarios de Piaggio, y gracias a la colaboración de Calmera-Vespa Madrid ( www.vespamadrid.com ) pudimos disponer de una de las primeras unidades para mostrárosla en detalle desde Moto125.cc. Se nota enseguida que no tiene nada que ver con el modelo precedente. Si en el ’93 babeábamos ante la Typhoon por el gran tamaño que tenía, a las puertas de 2011 aquellas dimensiones parecen incluso quedarse más pequeñas con las del Typhoon que os mostramos: 1.940 mm frente a 1.800 mm en longitud máxima, y 1.350 mm de distancia entre ejes frente a 1.280 mm, pero con una contenida altura del asiento de 765 mm –antes 810 mm-, lo que agradecerán los usuarios no tan altos. Y es de aplaudir que, finalmente, en Piaggio hayan decidido complementar la dotación de colores originalmente anunciados del Typhoon 125 (negro y gris con decoraciones “Navy”) con otros dos: blanco y este amarillo de toda la vida, adornado con los logotipos originales y las “llamitas” en gris-negro. Vistoso sí que es, y muy atractivo, con un diseño más estilizado y hasta más agresivo, sobre todo con las formas de su faro en el escudo, que parece fruncir el ceño con cara de pocos amigos.

A ese gran tamaño del nuevo Typhoon contribuye el nuevo calzado de 12 pulgadas (antes 10). Los tacos de la ruedas refuerzan el  “look” TT de este scooter, pero las gomas ya no son tan “gordas”; eso sí, frente a sus rivales, el Yamaha BW’s 125 y el PGO X-Hot 125, son más gruesas al utilizarlas en perfil 80 en lugar de 70. Ya no se presume del “Tech for fun” (tecnología para la diversión), quizá porque en su tren delantero no encontramos la horquilla invertida que montaban las series anteriores, confiando su trabajo a una horquilla convencional con unos generosos 86 mm de recorrido.

Del Typhoon anterior recordamos una mecánica de 125 cc que apareció en 1995 y que apenas duró un par de años. Aquella era de ciclo 2T y, obviamente, el nuevo Typhoon emplea un propulsor LEADER de aire forzado 4T con dos válvulas, carburador y refrigerado por aire forzado, “políticamente correcto” sobre todo para los que se aventuran en introducirse por caminos forestales. En este sentido, está mejor preparado para rodar por pistas que otros scooters, aunque recuerda que es un scooter y, como tal, tiene sus limitaciones: no hay apoyo para las rodillas y tienes mucha carrocería expuesta a golpes y arañazos, aparte de que su distancia libre al suelo también queda muy expuesta. Ni se te ocurra presentarte con un Typhoon al Dakar (en la Baja Aragón sí que llegó a participar uno), pero lo que está claro es que está dispuesto a aguantar un trato duro en el día a día, que es algo que siempre le ha caracterizado.


Las primeras sensaciones

Puño en mano

Si eres de los que te gusta “vestir bien”, el Typhoon no te defraudará. Tiene empaque y aparenta, incluso, mayor cilindrada. Su postura de conducción es amplia y cómoda, las manos se apoyan en un manillar en el que todos sus mandos nos resultarán “familiares” por la posición en la que se encuentran, las piernas caen como si estuvieras conduciendo un monovolumen (nada de ir en cuclillas) y las rodillas no se golpean ni contra el salvapiernas ni con el giro del manillar por alto que seas. Como te hemos comentado antes, se llega muy bien al asfalto con los dos pies gracias a su contenida altura del asiento y se agradece la plataforma plana con amplia superficie, lo que permitirá, además de mayor libertad de movimientos, transportar bultos de gran tamaño entre los pies.

No es su fuerte la capacidad de carga: desde hace tiempo se ha prescindido del portabultos trasero, y el hueco bajo el asiento, que antes permitía alojar un casco integral -aunque muy justito- ahora ni siquiera eso. Su mayor defecto, sin lugar a dudas. Como novedad, incluye una miniguantera en la parte izquierda del salvapiernas que se abre presionando la llave de contacto. En su interior, encontramos el único fusible que se incluye en su instalación eléctrica. Tampoco su capacidad es para tirar cohetes, pero vendría muy bien llevar en su interior el juego de herramientas que se sujeta, como es habitual, en la base del asiento.

El LEADER de carburador se encuentra muy a gusto en los trayectos urbanos: acelera con mucha decisión e, incluso, te permite salir por carretera abierta con desahogo, aunque a falta de comprobarlo con la telemetría, los 110 km/h que llegamos a alcanzar según su velocímetro se quedararían en unos 100 km/h reales. Tiene aplomo en este medio gracias a su gran tamaño, pero esto no le penaliza “ratoneando” entre los huecos que dejan los coches en hora punta. Su asiento tiene buen mullido y es lo suficientemente largo para acoger un acompañante, aunque este deberá descansar sus pies en unas estriberas fijas (antes eran abatibles), agarrándose las manos en las asideras independientes laterales (antes no llevaba).

Trenes

La unidad que probamos presentaba un problema de desequilibrado en su neumático posterior Vee Rubber, que producía un molesto trote sobre todo a alta velocidad. Es de suponer que es un fallo de la unidad de pruebas y que no tiene por qué presentarse en otros modelos. Por frenos, nada que objetar, incluso el recurso a un tándem disco-tambor muy tradicional, aunque de generosas medidas: disco de 220 mm delante y tambor de 140 (frente a unos modestos 190/110 que empleaban los Typhoones clásicos, incluido el de 125 cc 2T). Eso sí, deberás mantener el tambor perfectamente tensado si quieres asegurar una buena frenada. Y con respecto a suspensiones, el nuevo Typhoon tampoco lo hace mal, cumpliendo a la perfección por tarado y recuperación ante las irregularidades.


Instrumentación

El tablero, y por extensión diríamos que todo el manillar, está compartido con el del Aprilia SportCity One. Son cosas del aprovechamiento de la producción para ofrecer un producto competitivo en precio y que no tienen para nada que afectar al comportamiento, ni siquiera a la personalidad, de este modelo. Al contrario, hay una buena sintonía estética. Del modelo de Aprilia, también toma el sistema de la miniguantera y el largo y envolvente guardabarros posterior en voladizo. Al menos eso hemos reconocido.

Ese tablero no es muy boyante en información. Es de las pocas cosas que no han mejorado con el cambio de modelo, ya que se pierde el reloj horario digital y uno de los testigos luminosos (solo quedan tres). Los conmutadores se concentran junto a la empuñadura izquierda; son conocidos de otros modelos Piaggio y ofrecen un buen tacto. Además de las funciones habituales de la llave de contacto, solo se permite abrir la pequeña guantera presionando sobre la propia llave. Todo sencillo, buscando una practicidad y un enfoque tendente prescindir de elementos refinados acorde con la batalla a diario a la que se la quiere dirigir. La buena noticia es que, en el precio final, esto redunda a favor del cliente, convirtiéndolo en una contraprestación siempre atractiva.

No se le ha dotado de ningún sistema para centralizar en ella la apertura del asiento, por lo que deberemos abrirlo a través de otra cerradura que incorpora en su lado posterior izquierdo.

Primer vistazo

Con el nuevo modelo se pierde la horquilla invertida característica. Eso sí se gana en rigidez y recorrido de la rueda. El freno de disco también crece de los 190 a los 220 mm como también el diámetro de las llantas de 10 a 12 pulgadas. Incorpora también un guardabarros delantero pegado a la rueda. El Typhoon 125 se pasa a los 4T con el motor LEADER de aire forzado de la marca, que también contribuye a la imagen de scooter robusto. Monta un freno de tambor de 140 mm y solo se apoya en un amortiguador trasero, sin que afecte a la torsión del tren posterior. La imagen frontal es típica del Typhoon, sobre todo con el color amarillo, los logos de siempre y el faro rectangular que agrupa dos ópticas independientes con sendas bombillas halógenas. Eso sí, su forma le da un gesto demasiado “cabreado”, aportando más agresividad.
En el diseño nos llama la atención lo que se prolonga el guardabarros trasero quedando mucha longitud en voladizo. Incorpora los intermitentes y nos recuerda al del Aprilia SportCity One. También del SportCity One es el tablero de instrumentos con dos esferas (velocímetro y nivel de gasolina), tres testigos luminosos y totalizador de kilómetros. Para la ocasión estrena un nuevo fondo, aunque pierde el reloj horario. Presionando la llave de contacto se abre la pequeña guantera situada a la izquierda del salvapiernas. En su interior encontramos el único fusible de la instalación eléctrica. Un poco más abajo, se encuentra el gancho portabolsas.
Imperdonable: el hueco bajo el asiento no da cabida a un casco integral, porque su fondo no es lo suficiente profundo. Detrás de él se encuentra la batería y el depósito de gasolina con capacidad para 7 litros. Una de las características que sigue conservando el Typhoon es la plataforma plana para apoyar los pies. Ofrece una amplia superficie tanto para tener mayor libertad de movimientos como para poder llevar bultos grandes. Nuevo diseño también en la parte posterior, con un piloto de amplia superficie iluminada y los intermitentes apoyados en el guardabarros. Fíjate en la cerradura de apertura del asiento y las asideras independientes para que se agarre nuestro acompañante.

La dolorosa

La competencia –sobre todo del Yamaha BW’s, verdadero inventor del scooter TT- se ha espabilado bastante este año, adaptando este concepto a la cilindrada de la convalidación. Piaggio, que no quiere perder cuota de mercado, no solo se ha dado prisa sino que ha respondido con un modelo completamente nuevo que funciona muy bien (a pesar de sus defectos) y que resulta mucho más atractivo que el anterior. Pero lo mejor es que su precio no pasa la barrera de los 2.000 euros: 800 menos que el modelo de Yamaha y 200 menos que el de PGO. Eso es ser competitivo.

Diseño atractivo
Precio contenido
Motor enérgico
No cabe un integral
Instrumentación pobre
Apertura del asiento

 

 

Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes 


Ver FICHA TÉCNICA/EQUIPAMIENTO/PRECIO/FOTOS del Piaggio Typhoon 125

 

 

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