• Autor del texto – Pedro Freire
• Autor de fotos – Antonio Cuadra
• Autor acción – Pedro Freire
• Fecha – 30/03/2011

Piaggio se las ha ingeniado para adaptar su MP3 a la directiva de los quads, permitiendo a los automovilistas acceder con este LT no sólo al mundo del scooter con más de 125 cc (400 para ser exactos), sino también sin tener que esperar los tres años necesarios de experiencia requerida para la convalidación. Con un MP3 400 LT se abren nuevas posibilidades, sobre todo para el que busca mayores prestaciones y una mejor predisposición a los viajes largos. Eso sí, habrá que pagar mucho más.

Desde que en 2006 Piaggio pusiera en la calle el revolucionario concepto de un scooter de tres ruedas, capaz de comportarse como tal, pero con la seguridad añadida de tres neumáticos pisando asfalto, no ha parado de querer desarrollarlo para apurar al máximo sus cualidades. Hay cilindradas para todos los gustos: con motores térmicos de 125, 300 y 400 cc, e incluso combinado con eléctricos (Hybrid) en las dos primeras. Por si este abanico fuera poco, existen dos versiones, la normal homologada como moto (en realidad, a las dos ruedas delanteras se las considera como una o “ruedas gemelas”) y otra LT (Light Tricycle o triciclo ligero) habilitada para ser conducida como vehículo de tres ruedas (homologación similar a la de los ATVs o quads) con el carnet A2 o bien con el B de coche.

Por cuestiones de homologación, las versiones LT reciben ciertos retoques respecto al MP3 normal, que afectan a los intermitentes (más separados), luz de posición en la parte inferior del escudo frontal, mayor ancho de la vía delantera y doble iluminación de la matrícula. Incluso Piaggio añade, por voluntad propia, un pedal de freno que combina las dos manetas de freno (que siguen en el manillar) pensando en el usuario automovilista al que principalmente va dirigido. La que nos ocupa en esta prueba, además de LT, tiene un “Sport” añadido en el anagrama, y se trata de una serie que, en un principio, pretendía ser una versión menos “aburguesada” de la que ya existía. La intención de Piaggio era tomar como referencia el otro tres ruedas del grupo, el Gilera Fuoco 500, un MP3 “macarrilla” de 40 CV, pero finalmente la realidad dejó constreñido el proyecto en los 400 cc. Lo de “Sport”, como podéis comprobar, ha quedado reducido al color blanco-marfilado de la carrocería, contrastando con unas novedosas llantas negras y poco más. Pero mientras en otros mercados esa exclusividad tiene un plus en precio, en el nuestro se agradece que cueste lo mismo.

A bordo

Una de las mejores cosas que tiene conseguidas el MP3 es la facilidad para activar el bloqueo vertical (“Roll Lock”) de las ruedas basculantes con un simple clic y su increíble efectividad. Si vienes del mundo de las motos, te extraña subirte encima, arrancar e irte, sin tener que bajar el caballete o quitar una pata de cabra. Y cuando llegas y aparcas, igual, por supuesto. Te vicia “malamente” y luego lo echas mucho de menos en los scooters convencionales, sobre todo en las paradas de los semáforos con el suelo encharcado de la lluvia. Choca ver el freno de mano ahí en medio del escudo (a los que vengan de los coches no, claro) y un pedal de freno en el suelo, aunque este último, más que chocar, molesta, porque quita espacio en la plataforma derecha. Sin embargo, el cliente automovilista no se va a quejar, porque lo va a utilizar mucho, ya que, además, actúa de forma integral sobre todas las ruedas.

Entre el firme bloqueo y el confortabilísimo asiento, parece que te acomodas en un trono. Buena ergonomía de mandos y perfecta posición de conducción, midas lo que midas. La instrumentación es tan completa como la puedas imaginar y estéticamente muy cuidada y legible; requiere una cierta adaptación con tanto botón e información, pero en cuanto te haces a ella compruebas que todo está en su sitio y se maneja de forma lógica. Las manetas de freno funcionan como en un scooter normal, cada una a un tren, para el que se maneje mejor con este sistema.

El espacio de carga es espectacular por su longitud, aunque no excesivamente aprovechado; bajo el asiento hay para un casco integral y trastos varios, y la máxima virtud es que está comunicado con un pequeño maletero trasero -donde cabe otro casco, pero abierto por la estrecha boca de entrada- y la unión de ambos huecos permite el transporte de tubos portaplanos o paraguas no plegables, por ejemplo. Hay también una toma eléctrica tipo mechero, para recargar lo que precises.

 
De todas la mecánicas que han pasado por nuestras manos en Moto125.cc para el MP3, la de este monocilíndrico MASTER de 400 cc y 34 CV de potencia, de cuatro válvulas, inyección electrónica y refrigeración líquida, es, sin duda, con la que se obtienen las mejores prestaciones. Se emplea en otros scooters, no sólo de la marca, sino de la competencia (por ejemplo los Peugeot Satelis y Geopolis) e incluso puede llegar a crecer hasta los 500 cc como hemos comentado en el Gilera Fuoco, aunque Piaggio ha debido considerar que la potencia que desarrolla la versión de “medio litro” es ya demasiada para el público de la convalidación. Va suelto y, obviamente, el lastre que tiene que mover no se aprecia tanto como en las menores cilindradas; no vibra apenas en marcha, aunque al ralentí sí que se notan sus contundentes listonadas (nada molestas).

Es muy lineal acelerando y sale con mucha decisión desde parado. Hay motor de sobra incluso para hacer viajes por carretera abierta por cualquier tipo de autopista. Por cierto, en este terreno supera ampliamente los límites de velocidad (143 km/h reales, según nuestra telemetría), y su parabrisas permite circular cómodamente sin que se aprecie demasiado la presión del viento.

Obviamente, es la mejor opción que ahora existe, si lo que queremos es desplazarnos muchos kilómetros como en una moto sin tener que obtener el carnet de moto A2 ó A.

Línea de tierra

A nivel de suspensiones, los elementos independientes de las ruedas delanteras marcan una trazabilidad firme en la dirección. Si comparamos su comportamiento con el de los MP3 no LT, con menor ancho de vía, se puede apreciar una menor predisposición a girar en curvas muy cerradas propias de los recorridos urbanos, pero hay que afinar demasiado.

Eso sí, cuidado al balancear en parado el MP3 con los pies en el suelo y sin el Roll Lock puesto, porque nos sorprenderá lo que “pesa” la dirección; es una limitación que hay que conocer comprobándolo, porque en marcha desaparece completamente. A partir de ahí todo son ventajas para el tren delantero de doble rueda.
Para empezar, dos ruedas delante son doble superficie de contacto. Eso es un valor que no hay quién se lo rebata al MP3, y con sendos discos en cada una, la frenada es insuperable y casi comparable a la de una moto con ABS: puedes apretar a tope la maneta derecha –incluso en situaciones de pánico- y las ruedas siguen bien pegadas al asfalto sin que se bloqueen y sin que se pierda el control de la dirección. En marcha, también esta amplitud del eje delantero da más aplomo al MP3 y es otro punto a su favor, si lo comparamos con las versiones no LT.

Sin duda, los 34 CV hacen de este 400 el más rápido de la familia, al solventar mejor que ninguno el problema del peso a golpe de puño. En Francia es un auténtico “boom” el MP3. Aquí, en nuestro territorio, sin embargo, cuesta verlos. No es que no sepamos apreciar las virtudes y amplias ventajas de este concepto de tres ruedas, pero el elevado precio final restringe mucho el abanico de posibles clientes, y más con la que nos sigue cayendo con la dichosa crisis. Serán más altos los sueldos franceses, o mirarán con ojos más tiernos a los directores de sucursales bancarias, no sabemos y no nos importa demasiado: el caso es que aquí la ventaja máxima es que, con más de 125 cc, lo puede conducir cualquiera, incluso sin tener más de tres años de antigüedad en el carnet de coche. No es de extrañar que haya gente dispuesta a pagar lo que sea compensando los trámites, el tiempo y el dinero de ir accediendo paulatinamente a scooters de igual cilindrada.

 
En compañía

Si conduciendo este MP3 ya a uno le parece estar en la élite del mundo del scooter, el pasajero tampoco puede quejarse de su condición. No es muy amplio el espacio destinado a nuestro acompañante, pero sí está bien resuelto en cuestión de confortabilidad y ergonomía. La altura del sillín es notable, pero no de incómodo acceso. El mullido es perfecto para viajes largos y los pies van apoyados en unas plataformas elevadas que mantienen las piernas en posición francamente descansada. Tiene asideras con revestimiento para un tacto más suave, presuponiendo que el pasajero rara vez llevará guantes, aunque, apoyado en el respaldo lumbar que trae de serie y la suavidad de balanceo, prácticamente no le va a hacer falta ir sujeto con fuerza.

Con lupa

Cosas de las homologaciones: se han añadido unos nuevos intermitentes con soporte elástico más separados y se mantienen los originales incluso con la bombilla, aunque sin conectar. La iluminación de la matrícula es doble.	Las últimas series del MP3, incluyendo este 400, prescinden del mando a distancia incorporado en la llave de contacto para abrir el portón. Eso sí, el mecanismo es de seguridad y emplea una codificación electrónica con el encendido.	La instrumentación es bastante completa: dos esferas analógicas correspondientes al velocímetro y cuentakilómetros, nivel de gasolina dentro de este último, una pantalla digital que te da hasta la temperatura ambiente y un buen surtido de testigos.

El portón trasero es un buen invento para un segundo acceso al interior de lo que se esconde bajo el asiento. Lo malo es que la boca de apertura es algo cerrada y limita la talla o tipo de casco que permite introducir.	En el centro del manillar se encuentran estos dos botones que permiten la apertura del asiento (izquierdo) y portón (derecho). Hay tanto conmutador y mando en las piñas, que había que situarlos en esta zona.	En el hueco bajo el asiento, en su parte delantera, encontramos esta trampilla para acceder al inyector. También podemos ver en la imagen la toma de corriente para enchufar el móvil, un detalle muy práctico.

El escudo frontal del MP3 ofrece una buena protección contra las inclemencias meteorológicas al conductor. También el parabrisas que, con la velocidad que es capaz de desarrollar en esta cilindrada, quita bastante presión del aire.	El puesto de conducción es bastante amplio, incluso para los usuarios más altos. En la imagen se aprecia el freno de estacionamiento (la palanca en el travesaño central superior) y el pedal de freno que roba un poco de espacio al pie derecho.	El paralelogramo deformable en el que se basa el tren delantero del MP3 400 LT, ha sido ensanchado ligeramente para acogerse a la directiva de “vehículo de tres ruedas”. Cada rueda dispone de suspensión independiente y freno de disco.

 El detallazo

La utilización de un motor MASTER de 400 cc abre nuevas posibilidades, en cuanto a aceleraciones y velocidad máxima, para los usuarios de coche que “no tienen tiempo” para sacarse el carnet de moto grande y para los que resultan insuficientes los 125 cc y 15 CV permitidos por la convalidación. Son 34 CV que dan mucho de sí.

El motor fue diseñado, en principio, para cubicar 500 cc y 40 CV de potencia, y en su última revisión emplea, además de la inyección electrónica, un encendido de avance variable (según el régimen de revoluciones) con doble bujía en la culata de 4 válvulas para conseguir quemar mejor la mezcla en la cámara de combustión.

Prestaciones con nuestro equipo de telemetría

Estabilidad Prestaciones motor Confort	Precio elevado Peso en maniobras Accesibilidad portón trasero

Rivales directos

Piaggio MP3 125 Hybrid Piaggio MP3 125 RL ie

Piaggio MP3 300 Hybrid