- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – AC
- Autor acción – Samuel Gómez-Jacinto
- Fecha – 02/05/2022
Kymco toma la delantera en 125 cc de esta nueva moda de convertir un scooter en un vehículo todo terreno, lógicamente con ciertas limitaciones. Como en los coches, llámale Crossover o SUV; nosotros optamos por el término más hispánico del Todocamino que transmite esas limitaciones offroad y la posibilidad de rodar por pistas forestales. El nuevo DTX es pura versatilidad para moverse sin ninguna limitación, con un equipamiento y comportamiento excepcional. Un digno heredero del mítico y ya desaparecido Super Dink.
Las modas son cíclicas. Esto de los scooters todo-terreno lo inventó en 1990 Yamaha con su BW’s 50 (Big Wheels o ruedas grandes), pero el que de verdad popularizó la idea fue el Piaggio Typhoon 50 dos años más tarde. Su popularidad barrió en el mercado cualquier intento por hacerle sombra; la mayoría de las marcas lo intentaron y la que nos ocupa, Kymco, fue una de ellas en 1997 con el modelo Top Boy OffRoad (había otra versión de carretera OnRoad) en las cilindradas de 50 y 100 cc.
Lo cierto es que ni Yamaha ni Piaggio supieron como renovarlos y sus modelos tuvieron que morir. De hecho, en Moto125 fuimos testigos de sus últimos coletazos con el Yamaha BW’s 125 importado de la filial taiwanesa, y el Piaggio Typhoon 125 fabricado por Zongshen en China. Incluso los enfrentamos en una prueba comparativa. Así que después de ello, desapareció el concepto de scooter todo-terreno… hasta que llegó Honda en 2017 y se sacó de la manga el X-ADV 750. De nuevo volvió la moda del scooter TT y Kymco fue de las primeras en reaccionar presentando el DT X360 con el motor 350 (en realidad 321 cc) del Super Dink en 2020, y complementándolo en 125 cc justo este año. Está claro que el que da primero en la cilindrada de la convalidación da dos veces y lleva ventaja, aunque ya hay otras marcas que han anunciado su participación como Aprilia con el SR GT 125, que ya ha comenzado a distribuirse, y MH con su VR10. La que parece que se ha despistado un poco ha sido Honda; su única reacción ha sido el ADV 350 (rival del DTX 350) pero seguro que pronto participarán en 125 porque en Tailandia se produce el ADV 150 que podría adaptar sin ninguna dificultad el motor eSP+ del Forza 125.
Aquí, en nuestro mercado el DT X360 se llama DTX, aunque todavía conserva en su carrocería la denominación original. Por cierto, que con el gran envergadura con que se presenta el DTX, la ausencia de la cifra de 125 en ninguna parte de su carrocería, y el 360 tan grande, más de uno puede pensar que se trata de un megascooter de 360 cc. Eso es un buen punto a su favor nada más empezar para un público que no puede perder el tiempo en sacarse el carnet de moto grande y quiere tener “porte” en sus desplazamientos. La versión DTX 350 y la que nos ocupa son idénticas; sólo la podrás reconocer porque la 125 cc no lleva el logo del TCS (el sistema de control de tracción del que se prescinde en 125) en ambos costados de la carrocería delantera y las formas del cárter de la transmisión por el lado izquierdo; hasta el silenciador de escape es muy parecido. Lo del 360 es por los 360º de un círculo completo, en clara referencia a su versatilidad de no estar limitado a circular solo “por lo negro”. Sus formas están muy conseguidas (detrás está el diseñador italiano Massimo Zaniboni) con trazos muy rectilíneos y el característico “pico de pato” justo bajo el faro que identifica a los vehículos Adventure.
Pero es que, además, el DTX 125 viene muy bien equipado con frenos de disco dotados con ABS (pero sin TCS, que son “dos líneas de código” más en su firmware), faro Full LED como también intermitentes y piloto trasero con luz de freno, hueco para dos cascos bajo el asiento (el hueco delantero sirve para uno abierto o un integral de talla pequeña) con iluminación, dos tomas USB (una en el centro del manillar y la otra en la guantera izquierda), un cuadro de instrumentos por pantalla digital al que le dedicaremos el apartado “El detallazo” y, por supuesto, neumáticos mixtos en 14 y 13 pulgadas de tacos pegados para ofrecer el mejor compromiso de agarre en asfalto y fuera de él.
Nuestra unidad de pruebas venia con nivel de equipamiento “alicatado hasta el techo”, para lo que se habían añadido una serie de accesorios originales Kymco como es el caso del parabrisas elevado, defensas laterales de tubo que protegen los cantos, soporte para el teléfono móvil, cubremanos, plataformas antideslizantes metálicas y soporte para el baúl KY30 de 30 litros con la tapa superior a juego con el color de la carrocería: verde militar (el de la prueba), grafito, gris claro y naranja, todos ellos combinados con el negro. Hay un accesorio más que no contaba nuestra unidad de pruebas: el respaldo para el pasajero. El precio de este DTX es de 4.699 € un poco más que el del Super Dink 125 al que sustituye.
A bordo
El asiento del DTX se eleva a 790 mm por debajo de los 800 mm críticos. Sirva de referencia que con 170 cm de estatura puedes tocar el suelo justito con ambas plantas de los pies, y eso que no se le ha dado un arco de curvatura estrecho para ponérselo más fácil a las tallas menos altas. Iniciando la marcha, subiendo los pies y apoyándolos en las plataformas se adopta una postura cómoda con la espalda erguida con un asiento de amplia superficie y correcto mullido. Esa misma posición te trae recuerdos al Super Dink.
Su motor forma parte de ese “déjà vu” ya que procede del SD. Muestra un sonido apagado, muy silencioso y sin que asomen para nada las vibraciones. Responde de inmediato a cualquier golpe de gas con mucha energía. Para él se declaran 12,9 CV a 9.000 rpm con un par de 10,9 Nm a 7.500 rpm; aunque se quede a 2 CV del límite legal, te puedo asegurar que su rendimiento práctico es mucho mejor que el de otros scooters que declaran ese límite de 15 CV.
No le hace ningún asco a moverse por ciudad a pesar de que su distancia entre ejes supera el metro y medio (1.545 mm para ser exactos) y que, en nuestra báscula, con el depósito de 12,5 litros lleno, registra unos considerables 185 kilos. Esa respuesta enérgica se deja notar en cuanto el semáforo se pone en verde, destacándose del resto de la pole position.
En la herencia del Super Dink recibe los genes Gran Turismo para moverse por carretera abierta con un aplomo que le pega al suelo, trazado firme gracias a su rueda delantera de 14 pulgadas, buen confort de marcha y la protección del parabrisas elevado que cubre perfectamente la cara del piloto aunque recordemos que de serie se entrega con un parabrisas corto, de cuya eficacia no podemos dar cuenta. Las plataformas inclinadas son prácticamente impracticables estirando las piernas y eso que incluyen alfombrillas de goma (en nuestro caso debajo de las alfombrillas metálicas).
El Euro 5 limita la capacidad del motor a alta velocidad, pero aún así, con los casi 13 CV del DTX se consigue superar de largo la barrera de los 100 km/h con una velocidad máxima real de 106,4 km/h que se corresponden con 116 km/h de velocímetro en llano. Incluso podrás llegar a ver los 126 km/h cuesta abajo.
En su nueva faceta campera, el DTX no sale mal. Olvídate de pretender disponer de una enduro para moverte por sendas difíciles y trialeras con piedras ya que esa no es su vocación. Al DTX le van los caminos fáciles como las pistas forestales de gravilla con pequeñas irregularidades. Si vas a emplearlo en ese medio, conviene desconectar de alguna forma el ABS (por ejemplo, extrayendo su fusible) ya que bajando pendientes de tierra suelta tiende a ejercer su labor evitando el bloqueo de la rueda trasera e impidiendo que puedes bajar derrapando rueda.
Línea de tierra
El sistema de frenos es idéntico al del Super Dink con discos de 260 y 220 mm para las ruedas delantera y trasera, con sus respectivas pinzas de triple y doble pistón, ésta última poco habitual en un scooter de 125 cc. A todo ello se une un modulador ABS de doble canal y manetas regulables en apertura mediante una ruleta de cuatro posiciones. Como es habitual, detrás es muy intrusivo y salta a la mínima, pero sus latidos de funcionamiento son casi imperceptibles en las manetas. Hay mucha potencia de frenado, de hecho es la misma para el modelo de 350 cc, y resulta muy fácil de dosificar.
Por suspensiones volvemos a encontrarnos con elementos comunes con el Super Dink como la horquilla con barras de 37 mm y los dos amortiguadores con muelle de un solo paso regulables en cinco posiciones de precarga. Y como en el SD, la horquilla hace un buen papel incluso en conducción offroad, mientras que los amortiguadores muestran el clásico tarado duro que ya conocíamos del SD, y que se podían mejorar con un segundo muelle blando (como en el 350) para tragarse las pequeñas irregularidades del terreno.
Para los neumáticos se han elegido unos de CST (Cheng Shin Tire) que no nos han disgustado ni por agarre en lluvia, ni en conducción campera por su agarre en tierra suelta. Cierto que con lluvia, un buen ABS disimula la falta de adherencia, pero sí agarran evitando derrapar al exterior en curvas.
En compañía
El DTX te permitirá compartir tus viajes aventureros en buena compañía. El motor podrá con el peso extra del pasajero sin rechistar incluso en pendientes con cruceros mantenidos sin bajar de los 100 km/h de velocímetro y sin forzar la mecánica. El asiento de atrás resulta amplio y con el mullido perfecto para no acusar fatiga y con más motivo si complementas el DTX con el respaldo acolchado o con el que incluye el baúl de 30 litros. El asiento del pasajero no está demasiado alto para escalarlo, disponiendo de estriberas desplegables con recubrimiento de goma para apoyar los pies y las sólidas asideras laterales.
Con lupa
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El detallazo
El diseño del cuadro de instrumentos recuerda al del puesto de mando de la nave Enterprise y está muy conseguido porque, en realidad, se trata de una pantalla LCD en negativo (caracteres blancos sobre fondo negro) con falso color para imitar una sofisticada TFT. Ese falso color se consigue introduciendo una lámina con colores transparentes entre el cristal exterior y la pantalla retroiluminándolo con la luz blanca del LCD. El contraste entre el negro y el color es muy fuerte y ayuda en la lectura. También se lee muy bien con luz solar directa. Hay mucha información pero se echa de menos el testigo que avisa de habernos dejado mal cerrado el asiento. Y si además contara con conectividad con el móvil, pues mucho mejor.
Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
Aceleración 0-50 m | 5,19 s (52,7 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 8,22 s (64,6 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 21,59 s (90,0 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 43,56 s (101,1 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | 36,93 s (814 m) |
Velocidad máxima | 106,4 km/h |
Consumo | 3,46 l/100 km |
Autonomía | 361 km |
Peso total lleno | 185,0 kg |
Reparto tren delantero | 44,3% |
Reparto tren trasero | 55,7% |
Versatilidad Motor Capacidad de carga |
Sin conectividad Suspensión trasera dura Sin funciones en llave inteligente |
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