- Autor del texto – Antonio Cuadra
- Autor de fotos – Antonio Cuadra
- Autor acción – Vicente Arenas
- Fecha – 15/11/2020
La Honda CB125R se ha ganado a pulso ser una de las motos más bellas del segmento de las 125 cc. Está hecha a imagen y semejanza de su hermana mayor CB1000R precursora de la nueva tendencia de diseño Neo Sports Café. Pero no es solo una moto con una bonita fachada ya que detrás de ella se esconde mucha tecnología, un bajísimo peso y un comportamiento ejemplar.
La CB125R de Honda es una de esas motos que no podía faltar en nuestro nutrido catálogo de pruebas de Moto125.cc. Al ser imposible disponer de una moto de pruebas oficial facilitada por Honda España, recurrimos a su concesionario en Madrid Otobai que gentilmente nos cedió la unidad “demo” que cuentan para convencer a sus clientes. No os queremos engañar: es la versión que está actualmente en catálogo con homologación Euro 4 y que se vende por 4.300 €, porque para el próximo mes de enero de 2021 llegará la versión 2021 que, aunque parezca idéntica a la que os mostramos en estas páginas (y de hecho lo es por fuera) esconde un nuevo motor con diferentes cotas internas y culata con doble árbol de levas (DOHC) y 4 válvulas con el que se consigue llegar al límite de los 15 CV con homologación Euro 5. Además la horquilla invertida Showa de 41 mm también oculta “todo nuevo” en su interior con un funcionamiento ‘Big Piston’ que dedica una de las barras al muelle (funcionamiento elástico) y la otra al amortiguante empleando un pistón de grandes dimensiones (funcionamiento hidráulico). Eso sí, la novedad llevará un aumento de precio alcanzando los 4.625 €.
Esta 125 cc es una réplica de la CB1000R. Ojo que no decimos “a escala” porque, por dimensiones, las diferencias son mínimas: 14 mm menos en altura del asiento y 11 cm en su distancia entre ejes. Y al ser “fusilada” también recibe la representación de este nuevo estilo de diseño que Honda define como ‘Neo Sports Café’ y que, según ellos, es una fusión de diferentes estilos como el de las Naked deportivas, Streetfighter y retro Café Racer. Mucha gente lo confunde como Neo Retro pero, en nuestra opinión, creemos que de ellas solo tiene el faro redondo, porque si buscamos similitudes, lo más cercano es el concepto naked de la escuela italiana (representada por la Ducati Monster) con bastidor multitubular y eso sigue siendo actual, aunque la historia de la Monster se remonte a hace 27 años. En ese estilo, Honda ya sacó la VTR 250, un bombón de moto que guarda cierto parecido con nuestra CB-R, y a la que le quedaría perfecto aquel motor biciclíndrico en V que utilizaron la Shadow y Varadero de 125 cc. Esta CB-R no tiene las formas redondeadas de aquel depósito, empleando para la que nos ocupa un diseño más musculoso en la zona del depósito que envuelve las rodillas del piloto, y más estilizado detrás, sin las agresividades modernas de las aristas tan marcadas de la KTM Duke 125, Yamaha MT-125 o incluso la nueva Zontes U 125 que son sus auténticas rivales y no las Neo Retro FB Mondial HPS o la Rieju Century por poner unos ejemplos.
En esa familia ‘Neo Sports Café’ también se incluye un modelo de 650 y otro de 300 cc. Precisamente con éste último que rinde nada menos que 31 CV y que también se fabrica en la filial de Tailandia, la CB125R comparte el bastidor multitubular y basculante en acero así como las suspensiones, discos de freno y neumáticos. Es un recurso que ya hemos visto en más marcas, pero lo más curioso del caso que nos ocupa es que el peso se haya contenido en tan sólo 126 kg declarados (126,4 según nuestra báscula con los 10,1 litros del depósito completamente llenos) y eso que Honda no recurre a aleaciones ligeras, neumáticos más estrechos o suspensiones más delgaditas. Y hablando del peso comentar el óptimo reparto de pesos conseguido con un 50,7% en el tren delantero (pesa poco más delante que detrás) conseguidos con una posición muy adelantada del motor (fíjate en lo largo que es el basculante) e incluso con la ubicación de la batería encima del motor para centralizar las masas.
Tecnológicamente hay mucho que contar de la CB125R como el tablero LCD en negativo (números en blanco sobre fondo oscuro), alumbrado (incluido el faro) Full-LED, intermitentes delanteros siempre encendidos y ABS Bosch con especificaciones de Honda que está informado a través de una plataforma inercial IMU.
A bordo
Pese a superar su asiento los 800 mm de altura (816 para ser exactos), un piloto estándar de 1,70 m llegará al suelo de puntillas con los dos pies y le faltarán unos milímetros para poder apoyar los talones. Posiblemente dando al asiento unas formas laterales de silla de montar con los bordes más redondeados se hubiera estrechado el arco de montura para conseguirlo. Lo cierto es que al tener una superficie más plana, mejora mucho el confort en marcha y a eso también colabora la posición de las estriberas no tan retrasada como en una auténtica deportiva y un manillar ancho y elevado, con los que se adopta una posición de conducción erguida e ideal para moverse por ciudad y disfrutar del paisaje por carretera abierta.
En ese uso urbano donde se encuentra cómoda la CB-R tan sólo se ve limitada en maniobrabilidad por las gruesas botellas de su horquilla invertida Showa con barras de 41 mm que hacen tope en la zona del bastidor junto a la pipa de la dirección, porque como te hemos comentado al principio es muy ligera y, por tanto, ágil para moverse en horas punta. La tercera virtud en uso urbano la pone el motor; se trata de la misma mecánica refrigerada por agua, cambio de 6 velocidades y culata de ¡2! válvulas que estrenó con carburador la primera CBR125 allá por el 2004 y que, a pesar de los años y las 2v, rinde en Euro 4 nada menos que 13 CV a 10.000 vueltas. Es un motor exquisitamente suave de funcionamiento que empuja desde muy abajo (4.000 rpm) para no tener que estar tan pendiente del cambio, aunque éste también goza de una gran precisión con un recorrido corto de la palanca que ayuda a cambiar rápido. En principio, la luz blanca en el centro superior del cuadro de instrumentos que sugiera cambiar a una marcha más alta se empieza a iluminar a las 6.000 revoluciones parpadeando hasta que se superan las 7.000 y se queda fija, y puede hacerte pensar que este motor es muy soso (no lo sabíamos, pero se puede configurar). De hecho no te incita a llevarlo alto de vueltas y eres tú el que le fuerza a pasar la zona roja (pintada en ese color sobre el cristal de la pantalla LCD monocromática) de las 11.000 rpm aunque ya prácticamente no hay “chicha” en esos regímenes prohibidos.
Hasta las diez mil y pico el motor muestra su lado divertido y lo disfrutarás por carreteras reviradas. Incluso si sales por autopista verás en su velocímetro los 117 km/h en llano que se corresponden con los 105,7 km/h reales registrados por nuestra telemetría. Para los que gustan de llegar al límite cuesta abajo, les diremos que alcanzamos los 130 km/h de velocímetro.
Ese cuadro de fácil lectura da mucha información, hasta el consumo medio y reloj horario, pero no incluye un nivel gráfico de la temperatura del refrigerante, lo que nos obliga a estar atentos al testigo de sobrecalentamiento.
Hemos podido comprobar que la luz LED del faro en noche cerrada es excelente. Como detalle curioso, los intermitentes delanteros se iluminan fijos en ámbar cuando no se usan, algo que ya están imponiendo otros modelos de Honda en alta cilindrada, por un cambio de las directivas de homologación (en otros mercados como el americano ya se venía utilizando desde hace tiempo). De este modo se consiguen dos focos extras para hacerse ver mejor.
Línea de tierra
Otra de las novedades exclusivas que incluye la CB125R es el modulador ABS de dos canales proporcionado por Bosch que incluye plataforma inercial IMU bajo especificaciones de Honda del que nos ocuparemos con más detalle en el apartado ‘El detallazo’. Su misión es evitar que la moto esté a punto de hacer un caballito invertido al clavar el enorme disco delantero de 298 mm de diámetro mordido por una pinza radial Nissin de nada menos que 4 pistones. Por ello, comprobamos que no es tan intrusiva de delante y, por tanto, no apura la situación del bloqueo de esa rueda. En cualquier caso, tanto el delantero como el trasero de 220 mm son potentes y fáciles de dosificar.
En lo que a neumáticos se refiere, la CB-R monta unos Dunlop Sportmax que dan plena confianza incluso en mojado. Sorprende que Honda, acostumbrada a emplear neumáticos delgados en 125 cc para que la resistencia de rodadura no frene las prestaciones, recurra a un extragrueso neumático trasero de 150 mm de anchura tan sólo igualado por el de la KTM Duke. Eso sí, lo compensa con una buena adherencia.
Las suspensiones rozan la perfección, con ese tarado ideal tirando incluso al confort y con una compenetración ejemplar entre la sobredimensionada horquilla invertida (41 mm es lo que se estila en una naked de 500-600 cc) firmada por Showa y el monoamortiguador que, aún careciendo éste de funcionamiento progresivo por bieletas y ajuste de precarga, va bien con todo tipo de cargas, incluso un pasajero “pesado”.
En compañía
No es una moto para compartir frecuentemente con un pasajero. Lo admite ocasionalmente pero no se encontrará muy a gusto no sólo por la reducida superficie que tiene para acomodarse sino también por la ausencia de asas para agarrarse, porque la obligada cinta transversal que se exige en la homologación no es una solución adecuada. Las estriberas se encuentran algo elevadas y situadas hacia atrás lo que redunda en una posición casi en cuclillas.
Con lupa
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El detallazo
Como debe ser, el disco delantero se encuentra en el lado derecho para facilitar poner un antirrobo con la dirección bloqueada a la izquierda. Su aspecto es de lo más racing con 298 mm y perímetro ondulado “wave” y pinza de 4 pistones de anclaje radial. En el centro del disco se puede ver la rueda fónica que sirve de sensor de velocidad para el cuadro de instrumentos y para el canal delantero del modulador ABS que firma Bosch.
Precisamente este ABS ha sido fabricado en exclusiva para este modelo por indicaciones de Honda para incluir una plataforma inercial IMU, algo que se lleva mucho en motos de alta cilindrada y cuya electrónica interviene para evitar fallos de conducción como por ejemplo el ABS Cornering (que no es nuestro caso) para asistir a la frenada cuando se está tomando una curva. En la CB-R sospechamos que la plataforma se reduce a un solo eje (o un solo acelerómetro) que detecta si la rueda trasera está perdiendo el contacto con el suelo y la moto está tendiendo a hacer un “invertido”. En esta situación se ocupa de evitar con más motivo el bloqueo de la delantera (sin apurarlo tanto como en las frenadas ABS convencionales).
Prestaciones con nuestro equipo de telemetría
Aceleración 0-50 m | 4,57 s (57,2 km/h) |
Aceleración 0-100 m | 7,33 s (71,6 km/h) |
Aceleración 0-400 m | 19,52 s (98,6 km/h) |
Aceleración 0-1.000 m | 40,75 s (101,5 km/h) |
Aceleración 0-100 km/h | 20,90 s (438 m) |
Velocidad máxima | 105,7 km/h |
Consumo | 3,36 l/100 km |
Autonomía | 300 km |
Peso total lleno | 126,4 kg |
Reparto tren delantero | 50,7% |
Reparto tren trasero | 49,3% |
Diseño Comportamiento Rendimiento motor 2v |
Precio elevado Sin nivel de temperatura Mandos en el cuadro |
Ficha técnica/ Equipamiento/ Precio/ Galería Imágenes
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Aprilia Tuono 125 FB Mondial HPS 125 Hanway Furious 125 Kawasaki Z 125 KTM Duke 125 |
SWM Outlaw 125 SWM Warez 125 Zontes G1 125 Yamaha MT-125 |